— Aquí están las galletas que le gustan a Soomin — Agarro una y veo que están en descuento — Mejor me llevaré cuatro — Sonrío.
Estaba casi toda la mañana comprando comida, y cuando por fin iba terminado, se me ocurrió una idea.
— ¿Cómo fue que no se me ocurrió antes? — Saco mi teléfono — Debería grabar algunos lugares. Espero que a Soomin le gust...
— Lo siento joven — Me observa y luego mira a otro hombre que está al lado de él — Necesitamos que nos acompañe — Me agarra del brazo.
— Disculpe, ¿Acaso nos conocemos? — Pregunté confundido — No quiero ir con uste....
— Hágalo por Soomin.
En ese momento me quedé paralizado, ¿Cómo es que conocían a Soomin? y ¿Por qué me buscaban?
...
— Ya llegué — Digo dejando las bolsas encima del mesón.
— ¡Haruto!, ¿Cómo te fue? — Sonríes al verme — Veo que compraste muchas cosas.
— Ehhh sí, eso creo.
— ¿Qué tienes? Estás distraído, ¿Sucedió algo? — Me miras preocupada.
En realidad... Sí estaba preocupado, pero no era capaz de decirte lo que pasaba.
— No — Sonrío — No ha pasado nada. Quiero que veas algo — Le desordeno el cabello.
— Está bien.
Al final, sí terminé de grabar los videos. Te mostré todo lo que había grabado y tu reacción era muy tierna al ver tantas cosas nuevas.
— ¡Gracias Haruto! — Me abraza — Es lindo ver como han cambiado muchas cosas, me siento feliz.
— No fue nada, me alegra que te haya gustado — Sonrío — Sabía lo mucho que querías ver cómo era todo en la actualidad...
— Muchas gracias.
Días después...
En estos días que pasaron, no te había preguntado algo que era importante.
— Haruto ¿Qué es lo que me quieres preguntar?
— Por casualidad, ¿Hay algo en esta casa que le tengas mucho cariño? Me explico, ¿Hay algo aquí que te haga sentir como atada a este lugar?
— Mmm, no estoy segura... Pero la pulsera que te di es lo único que hay en esta casa que sea mío.
— Ahh ya veo. Bueno, Si hay algo más, no dudes en decírmelo — Le paso la mano por su cabello.
— Está bien. Haru... ¿Seguro de que todo está bien? — Preocupada.
Sí, llevaba días que me estaba comportando de manera diferente, pero no podía pensar en nada más desde que salí aquel día.
— Sí, todo bien — Sonrío — No te preocupes.
— Vale. Trataré de recordar para ver si hay algo más.
Luego de ese día, habías recordado algo. Se trataba de una pequeña caja que habías enterrado en el patio de tu casa.
— ¿Seguro de que puede ser eso?
— No estoy muy seguro pero, es la única cosa que te queda aquí después de la pulsera — Suspiro mientras me paso mis manos por la cara — Espero que podamos encontrarla.
— Sí, yo también — Dijiste nerviosa — Por lo que recuerdo, lo enterré hace tiempo... Espero que siga ahí
Pasamos un rato buscando la caja hasta que por fin la encontramos.
— De verdad que no me acordaba de eso — Sonríes — Fue hace tiempo que ya no recuerdo lo que hay adentro.
— Vamos a abrirla. Esto puede ser algo a lo que le tengas cariño Soomin.
— Tal vez.... Estoy algo nerviosa.
Abrimos la caja juntos y fue algo que no esperábamos. Algo que ni tú ni yo... nos acordábamos.