Había pasado varios días desde que me dijiste que me recuperara, no fue fácil pero, esa era la única manera para poder ayudarte antes de que te quedaras sin tiempo.
— Te ves mucho mejor — Sonríe y me acaricia mi mejilla — Me da paz verte así.
— Lo estoy haciendo por ti... — Le agarro la mano.
— Haruto, antes de que te diga lo que más quiero... Me gustaría que hicieras dibujos de mí, quiero que tengas muchos dibujos para que me recuerdes.
— Está bien, te dibujaré — Trato de sonreír y luego busco mis cosas.
Pasé la tarde haciendo dibujos de ti. Quería hacerlos bien si eso es lo que me quedaría de tu parte.
— Haruto, quédate con lo que hay en la caja — La buscas y me la entregas — Quiero que la cuides bien por mí.
— La cuidaré muy bien — La agarro fuerte.
Cada palabra que decías las entendía como despedida y la verdad es que he estado preparándome mentalmente para lo que estaba por pasar, aunque no creo poder con todo esto.
— Soomin ¿Quieres comer fresas conmigo?
— Por supuesto — Me acaricia la cabeza — Sabes que todo lo que preparas es mi comida favorita...
Preparaba todas las comidas que más te gustaban, quería hacer algo más por ti antes de que te fueras.
— Haruto ¿No piensas dormir? — Me pasas tu mano por mi mejilla.
— Aún no quiero dormir, quiero pasar más tiempo contigo... Quiero escucharte por más tiempo — Se me cristalizan los ojos — Aún te necesito.
Tenía miedo de cerrar los ojos y que desaparecieras mientras dormía.
— Por favor, no llores — Me das un besito en la frente — No sabes como me duele verte así.
— Quiero ser fuerte, pero esto es demasiado para mí — Salen algunas lágrimas resbalando por mis mejillas.
— Haruto, tú eres fuerte y aunque pienses que no es así, sí lo eres...
Al final, siempre me quedaba dormido a pesar de que quería quedarme despierto para pasar más tiempo contigo.
Cuando me desperté, no te vi a mi lado...
— ¿Soomin? — Me levanto rápidamente para bajar las escaleras — ¡¿Soomin?! — Te llamo con aquella voz temblorosa.
— Haruto... — Sonríes triste.
Cuando te vi estabas desvaneciendo...
— ¿Qué está pasando? -— Pregunto sollozo — ¿Por qué desapareces?
— Llegó mi tiempo Haru... Ya es hora de decirte — Me miras con tristeza — Desde que éramos pequeños, siempre me gustaste... No te lo pude decir hasta ahora — Me pasas una de tus manos por mi mejilla mientras tus ojos se cristalizaban.
— Soomin, tú también me gustas desde que éramos pequeños — Respondí con mi voz temblorosa y entrecortada — Siempre me gustaste... Lo siento si nunca te lo había dicho.
Mientras trataba de verte con mis ojos llenos de lágrimas, sentí un pequeño y tierno beso en mis labios...
— Haruto, nunca olvides que te amo... — Sonríes con lágrimas en tus ojos — Eres lo mejor que me pudo pasar en la vida... Lástima que no fue como me hubiera gustado.
— Soomin... Yo nunca te volveré a olvidar, te lo prometo.
— Sé que no lo harás... — Me besas nuevamente y luego te alejas para mirarme con una sonrisa triste — Ya me tengo que ir Haruto... Espero que en nuestra próxima vida, podamos ser felices...
Cuando terminaste de decir aquellas palabras, seguiste desapareciendo con brillitos... Y antes de que lo hicieras por completo, sonreíste y dijiste en voz baja que me amabas...
— Yo también espero que podamos ser felices... Soomin.
Me quedé parado por un rato deseando que todo fuera un sueño y que tú en realidad no habías desaparecido, deseando a que volvieras.. pero, mis súplicas fueron en vano.
Soomin ¿Puedes oírme?... Quería decirte que yo también te amo...
Fin