Capitulo 15

Alex

Hoy me levanto más temprano de lo normal y sigo mi rutina habitual. No puedo evitar pensar en Elena y en el hecho de que, ahora, técnicamente trabaja para mí. Cuando decidí comprar Omnivibe, fue mucho antes de conocerla. Tampoco voy a negar que, al enterarme de que ella trabajaba allí, aceleré el proceso de adquisición. Jamás permitiría que ella se quedara sin empleo, especialmente porque la empresa estaba al borde de la quiebra. Mis abogados no estaban contentos con la compra, ya que pensaban que sería una pérdida de dinero, pero no me importó. Habrá cambios, sí, nuevas reglas también, pero haría eso y más por ella.

Me doy una ducha rápida y relajante, me pongo uno de mis trajes negros, mi color favorito, y pienso en las mejillas sonrojadas de Elena. Salgo de casa y mi chofer ya me espera. He pensado en vender la casa, pero no lo haré. Aquí he vivido muchos años junto a mi madre, y ahora, aunque me duele, decido no pensar más en ella y me dirijo a Omnivibe. Hoy me presentaré oficialmente ante todos.

Al llegar, noto cómo muchos me observan con curiosidad, otros con miedo, pero no me importa. Un joven de unos veinte años se acerca a mí.

—Buenos días, señor Mondragón. Soy Bruno, el asistente personal de la señorita Miller. Permítame acompañarlo a la sala de juntas.

—Buenos días, Bruno. —le extiendo la mano—. Un gusto conocerte.

Bruno estrecha mi mano con firmeza y asiente con profesionalismo antes de guiarme por los pasillos de Omnivibe. Mientras caminamos, noto que muchos empleados intentan disimular sus miradas curiosas, pero es evidente que mi presencia genera revuelo. No me molesta, es algo a lo que estoy acostumbrado.

Llegamos a la sala de juntas, donde ya varios directivos están sentados. Algunos se ponen de pie al verme entrar, otros me observan con cautela. Me acomodo en la cabecera de la mesa y coloco mi reloj sobre la superficie pulida.

—Buenos días a todos. —Mi tono es sereno, pero firme—. Como ya saben, desde hoy Omnivibe pertenece a Imperial Horizon Group. Habrá cambios, pero si trabajan bien, no tienen de qué preocuparse.

Algunos asienten, otros intercambian miradas tensas.

—Señor Mondragón, —interviene uno de los directivos—, nos gustaría saber qué tipo de cambios planea implementar.

—Lo discutiremos en detalle en su momento. Hoy quiero conocer el estado actual de la empresa y evaluar quiénes realmente aportan valor. No tengo tiempo para la mediocridad.

Justo en ese instante, la puerta se abre y Elena entra. Su presencia inunda la sala. Lleva una blusa blanca impecable y una falda negra que resalta su elegancia. Su cabello cae en ondas naturales y, aunque su rostro mantiene una expresión neutra, noto el destello de sorpresa en sus ojos al verme.

Nuestros ojos se encuentran, y por un breve momento, el resto del mundo desaparece.

—Señorita Miller, justo a tiempo. Tome asiento.

Ella se recompone rápidamente y camina hasta sentarse frente a mí. Su postura es recta, su mirada desafiante. Sé que tiene preguntas, pero este no es el momento para responderlas.

—Bien, comencemos. —Digo, sin apartar la mirada de Elena.

El juego acaba de empezar.

La reunión continúa mientras reviso los documentos que Bruno me entregó al llegar. Me tomo un momento antes de hablar, observando las expresiones en la mesa. Algunos están nerviosos, otros expectantes, y Elena… Bueno, su rostro sigue siendo una incógnita, pero sus ojos están fijos en mí, esperando respuestas.

—Lo primero que deben saber es que Omnivibe ya no operará con la misma estructura. —Mi tono es firme y seguro—. La empresa tenía muchas fugas financieras y una administración desordenada. Desde ahora, las decisiones estratégicas estarán alineadas con las directrices de Imperial Horizon Group.

Un murmullo recorre la sala. Era de esperarse. No todos estarán contentos con los cambios.

—¿Qué significa exactamente eso, señor Mondragón? —pregunta uno de los ejecutivos, un hombre de mediana edad con un evidente aire de preocupación.

—Significa que habrá reestructuración. Algunos departamentos se fusionarán, otros desaparecerán. Evaluaremos el desempeño de cada área y de cada empleado. Quiero eficiencia, creatividad y compromiso. Quien no pueda adaptarse a los estándares de Imperial Horizon, tendrá que buscar otro lugar.

Un silencio tenso se apodera de la sala. Veo a varios directivos intercambiar miradas incómodas.

—Se realizarán auditorías internas en los próximos días. Habrá revisiones de contratos y se eliminarán gastos innecesarios. También modernizaremos las estrategias de publicidad y diseño. —Deslizo una carpeta sobre la mesa—. Aquí tienen un informe detallado de lo que se implementará.

Un hombre al final de la mesa levanta la mano.

—¿Y qué pasará con los proyectos en curso?

Miro a Elena de reojo antes de responder.

—Los proyectos viables continuarán, los que no generen valor serán cancelados.