Debo proteger al Señor Noah, él es el único que puede destruir el núcleo del Código 0 45, debo protegerlo, debo protegerlo, debo protegerlo…
—Escuadrones, prepárense para el ataque frontal, eliminen cualquier clase de obstáculo para que el Gran Noah Bennet destruya el Núcleo.
La orden de la Susurrante de La Gran Sabia Minerva retumba hasta lo profundo de mi ser y regreso a la realidad, tenemos un objetivo el cual aún no hemos cumplido.
—¡Ataquen! —gritan coralmente cada Comandante de los Escuadrones. En sus voces se transmite su determinación.
Como si fuéramos un cuerpo pensante, nos posicionamos según nuestra finalidad en esta misión.
Los demás Escuadrones forman la primera línea de ataque. Cada integrante del Cuerpo De Asalto de nuestro Escuadrón rodea al Señor Noah, esto mientras nos precipitamos raudamente hacia el moribundo Errante.
—¡El Código 0 45 ha comenzado a convulsionar! —informa uno de los Comandantes.
Las múltiples bocas del Código 0 45 se abren hasta desgarrar las comisuras de sus labios, es como si gritara de manera desesperada, un grito abrumador y silencioso. Los innumerables ojos replican el sentimiento que expele. Luego de algunos segundos, desde el interior de cada boca presente en el Código 0 45, una lengua palpitante y grotesca emerge extendiéndose sin límites.
—¡Quieren bloquear la entrada al núcleo! —vocifera el Comandante Blogart con una voz agitada.
Desde distintos puntos de su monumental cuerpo, el Código 0 45 realiza su último movimiento desesperado para bloquear nuestra acometida. Las incontables lenguas se dirigen a un punto en concreto, el agujero creado en su cuerpo que expone el núcleo. Se extienden y reptan por su cuerpo de manera desesperada.
—¡Escuadrón Durek, cambien a Modo Liberado y preparen sus lanzas, destrocen aquellas lenguas y permitan el paso para el Modelo TR 000! —ordena la Susurrante de manera tajante.
—¡Si cambiamos a ese Modo nuestros Modelos TR quedarán inoperativos, las articulaciones y el núcleo…! —Incluso ante la súplica del Comandante del Escuadrón Durek, en estos momentos debemos actuar.
—Comandante… es una orden —dice la Susurrante, en su voz se refleja una tranquilidad inquebrantable.
—… Como ordene. —Pese a aceptarlo, es evidente que no desea hacerlo—. ¡Escuadrón Durek, es una orden de su Comandante! —Su voz titubea por un instante, sin embargo comprende lo que está en juego, debe hacerlo—. ¡Cambien de su Modo Estándar, a Modo Liberado. Sofoquen los núcleos de sus Modelos TR y preparen una nueva andada de lanzas!
—¡Sí, Comandante Helfeljar! —responden al unísono cada integrante del Escuadrón Durek, en sus voces no existe indicio alguno de titubeo.
Desde el tórax de sus Modelos TR comienza a emanar la luz roja y centellante, han liberado las restricciones de seguridad de sus Modelos TR, el Modo Liberado ha sido activado.
Las reservas de nanobots sobrepasan el límite de multiplicación y pueden crear nuevas lanzas, aunque estos reciben una carga excesiva de energía. Los cuerpos de sus TR se retuercen, las articulaciones parecen emitir un grito agónico el cual es socavado por el vació del espacio.
—Escuadrón Voinle y Pels, protejan nuevamente al Escuadrón Durek, atentos ante cualquier clase de amenaza —ordena la Susurrante.
Por la acción del Código 0 45 debemos detenernos en seco mientras esperamos una oportunidad.
Las lenguas finalmente se aglomeran en el hueco creado por nuestros ataques previos, se enroscan intercalándose entre ellas, me provoca cierto escalofrío el ver esta escena.
—¡Lanzas listas y preparadas! —Ante la confirmación del Comandante Helfeljar, todos observamos incrédulos el cómo ya han preparado sus armas.
No solamente han creado nuevas lanzas, estas son más colosales que las anteriores. El Modo Liberado es asombroso, aunque el sobrecargar el núcleo de los Modelos TR es peligroso, las ventajas son incuestionables.
—Escuadrón Durek, ataquen sin vacilación —dice la Susurrante.
Es inevitable, contenemos la respiración ante lo que está por ocurrir, la última defensa del Código 0 45, solo aquellas lenguas nos separan de la entrada a su núcleo.
—¡Lanzas liberadas, ahora! —grita violentamente el Comandante Helfeljar.
Al instante en que dejan de sostener sus lanzas, los Modelos TR del Escuadrón Durek quedan estáticos y la luz que emiten desaparece por completo, han colapsado por el Modo Liberado y ahora son meras carcasas de metal.
El sacrificio del Escuadrón Durek no es en vano. Cada lanza creada por ellos impacta de lleno en la defensa improvisada del Código 0 45. Haces de luces ionizadas destellan con ímpetu, las lenguas se agitan mientras son reducidas a polvo espacial.
—Escuadrones, ahora es el momento, avancen… —Por algún motivo la voz de la Susurrante es silenciada, es más, su canal se desconecta. Por cortos pero extensos segundos nos mantenemos en incertidumbre, hasta que finalmente regresa—. ¡Escuadrones Voinle y Pels intercepten a los Duplicados que se acercan desde la retaguardia! —La voz de la Susurrante deja reflejar perfectamente su desesperación.
La retaguardia… ¿El Escuadrón Tatk ha sucumbido por los Duplicados? No pienses en eso.
—Comprendido —responden de manera inmediata ambos Comandantes.
Sin desperdiciar el tiempo, el Escuadrón Voinle y Pels aceleran raudamente para interceptar a los Duplicados. Por mi radar puedo apreciar como son una amplia masa de objetivos se acercan hacia nosotros, son mucho menores a cuando rodeaban al Señor Noah, pero aun así es un número considerable.
—¡Escuadrón Gloir, al instante en que aseguren al Modelo TR 000 deberán de custodiar la entrada creada por el Escuadrón Durek, no deben permitir que ningún Duplicado se acerque al Gran Noah Bennet. Creen líneas de defensas en base al protocolo 04 75! —Su voz emite una sensación más tranquila aunque sigue exasperada por la situación.