Luego de dos semanas Matt visita a Lissy.
¡TOC TOC!
Hola Matt dijo la mama de Lissy, pasa adelante y toma asiento, mientras Lissy escucho desde su cuarto emocionada bajo a la sala y miro al lindo chico robusto, generando un suspiro fuerte y dilatado, Matt la vio y le pregunto
–Como estas querida mejor amiga-
-Hola Matt, estoy muy bien, me da gusto verte-
Al instante llega la mama de Lissy con una limonada bien helada, mientras se la daba a Matt, Lissy le pregunto
– Matt, necesito hablar contigo-
Al chico un poco asustado le dijo
– vamos al parque y platiquemos un rato-
Termino de tomar la limonada y salieron camino al parque pero Lissy prefirió mejor quedarse en la heladería de las 4 cuadras para tener más privacidad, Matt noto algo extraño en Lissy , se veía marchita, pareciera que no duerme por las noches, no obstante Matt no se imaginaba lo que estaba por venir.
Llegaron a la heladería y el pidió un postre de chocolate y ella uno de vainilla,
¿-Dime Lissy que pasa? –
En ese momento Lissy suspiro profundo y con mucho terror soltó una lagrima de lo más profundo de su corazón, Matt se preocupó y la abrazo,
-Dime que tienes-
Lissy con su alma destrozada confeso toda la verdad de la infancia cruel que tuvo que vivir.
-Matt, te contare mi dolor de todas las noches al recordar ese momento que no se borra de mi mente-
- Dime Lissy, confía en mi-
En la cara de Matt se veía una enorme preocupación por ella, fue entonces que de sus labios ardidos sonorosos de ternura dijo:
-EN MI INFANCIA FUI ABUSADA SEXUALMENTE-
Matt con lágrimas en los ojos la miro y sin pensarlo extendió sus brazos dándole un caluroso apapacho diciendo
–Tranquila, mi niña cuéntalo todo, quiero ayudarte-.
Y fue así como Lissy dijo toda la verdad de su cruel infancia.
Tenía la edad de 8 años cuando llego de visita un amigo (Andrés) de mi mama, estudio con ella en la secundaria y solo se quedaría en casa el fin de semana, que para mí fueron días eternos, desde el primer día note algo extraño en él, ustedes saben esa sensación extraña de no sentir confianza o rechazar simplemente a esa persona.
Mi madre tenía mucha confianza con él, fueron compañeros por mucho tiempo de colegio, un sábado por la mañana mi madre salió temprano de compras y mi padre quedo en casa. Andrés había dormido en la sala, mi padre bajo y salió a la panadería por una barra, yo sin saberlo baje a tomar agua, él estaba acostado cuando pase por la sala hacia la cocina, tome mi respectivo vaso de agua, al regresar estaba de pie una altura media, panzón, moreno, de unos 45 años, su aspecto muy desagradable sentí su morbo, estaba de espalda, en bóxer, sin haber porque se voltio rápidamente al escuchar mis pasos, sentí que un balde con agua fría cayó sobre mí.
Se acercó a mí y dijo:
- Porque tienes miedo- yo, sin aliento y con mucho miedo respondí
- No te acerques, aléjate-
Toco mi hombro y se dirigió a abusar de mí, mientras mis ojos eran sinónimo de tortura, llore de asco y repudio, lamentablemente mi padre no llego a tiempo,
-Si tú dices alguna palabra de lo que paso aquí, tus padres sufrirán las consecuencias-
Dijo el maldito abusador, y así como abuso ese día, lo hizo el siguiente. Mi vida se partió en mil pedazos me sentí sucia, despreciada, y poco amada.
Andrés se marchó, y repitió una y otra vez las mismas palabras “Si tú dices alguna palabra de lo que paso aquí, tus padres sufrirán las consecuencias-.
Hasta el día de hoy, me afecta mucho el pensar sobre eso, hasta el momento eres tú al único que se lo relato, Matt con los ojos llorosos y la mente invadida de una profunda necesidad de buscar al abusador y hacer venganza, dijo
– Lissy, quiero que ante todo te des cuenta que vales mucho y tienes un gran significado en mi vida, lo que te hizo ese desgraciado lo pagara, quiero que estés bien y confíes en mí que todo va a estar bien, cuenta con todo mi apoyo en cualquier momento o circunstancia estaré o para ayudarte.---
Lissy le pidió a Matt salir del local, quería estar en su casa, no quisieron caminar y Tomaron un taxi en la avenida 4, al llegar a casa Matt abrazo tan fuerte a Lissy que ella sintió todo su apoyo,
- Quieres que te acompañe a un psicólogo o no sé tú? ¡Dime! –
Si por favor ayúdame-
Esa tarde quedaron que visitarían un psicólogo experto en el caso para amortiguar en cruel echo, se despidieron y ella entro a casa.
Estando en cuarto Lissy pensó una y otra vez de lo lindo que se portó Matt con ella, y que de esa manera se sentía liberada y sin opresión al confesar tan horrible acto.
Sin embargo, Matt no lo podía creer, ahora entendía a la chica un tanto rebelde, bromista, pero muy cariñosa. Esa adorable chica esconde un oscuro pasado lleno de tenebrosos hechos. ¡Parece una película de terror!!!