Manejando de camino a casa no podía parar de pensar en Erica ¡Por fin! Sus pensamientos solo en Erica. Eso era lo que quería, eso era lo que faltaba. Cada de pieza de su vida comenzaba a encajar. Bajo de su auto y estaba a punto de subir a su departamento cuando su teléfono sonó, mostrando el nombre de Enrique Medina. Damian contesto de inmediato.
—¿Una nueva pista Enrique?—Pregunto de nuevo. A veces le gustaría que Enrique fuere su amigo.
Tenía años sin saber que era tener uno real, un confidente pero la diferencia de edades lo complicaba así que solo se limitaba a hablar con el sobre el trabajo.
—Mucho mejor—Respondio Enrique al otro lado de la linea.—El equipo de campo, unos refuerzos y yo estamos a fuera de la tienda de ropa mas grande la ciudad ¿A divina a quien tenemos contra la espada y la pared?—Medina se escuchaba emocionado. ¿Y como no estarlo?
—Voy para allá.—Damian se devolvió a su auto, listo para manejar a toda velocidad para encarar a la fantasma de rojo. Llegó al lugar del drama, al lugar donde se acabaría todo. —¡Vega!—Le grito Medina llamando su atención.
—Medina.—Lo saludo el con una sonrisa.—Buen trabajo ¿Actualización? —Parece que la chica de rojo se quedó sin seda para su traje.—Menciono y miro el establecimiento.—la chica casi se escapa pero pudimos acorrala a penas.
—¿A penas? ¿Todo este equipo a penas pudo detenerla?—pregunto sin poderlo creer. Medina asintió con la cabeza, —Por eso te llamé. La chica de rojo desactivo las cámaras, solo vuelve a encenderlas y al menos quizás podríamos rastrear el rostro en caso de que se escape. Damián acepto las órdenes, fue a buscar su laptop que había dejado en su auto.
Abrió el bolso y no pudo evitar ver de nuevo el Boomerang en forma de R. No sabía por qué, si su jefe descubría que lo tenía no le iría nada bien, pero de todas maneras lo guardo en su bolsillo, quizás fue algo tonto de hacer.
Camino rápido a dónde estaban los demas y comenzó a trabajar. Tecleo en la computadora de manera rápido, hackear camaras no era la gran cosa Pero la emoción lo hacía ponerse nervioso.
Lo iba a consegir, solo faltaba un poco más y...
—¿Error?—Pregunta Enrique al ver la palabra en rojo en la pantalla.—¿Que pasa Vega?
¡Error! ¡en rojo!, eso no debería ser así.
Cuando se trata de error en el sistema el color es amarillo ¡De advertencia! Damián miro al establecimiento donde se encontraba la loca roja.
—Tengo que entrar para hackear.—Dice el ignorando la pregunta de Enrique.
—¿Tu? Tu no eres un agente de campo.—Le reprocha su jefe.
—Pero tengo que hackear el sistema desde dentro. Aunque sea para tener algo de información. Si la chica logra escapar al menos tendremos algo más
—No.
—Pero...
—Dije que no.
Enrique se apartó de el, dejándolo con las palabras en la boca. La orden fue denegada, sin siquiera haber escuchado su plan. Su plan funcionaría, ¡Es el mejor hacker! Incluso podría ser escurridizo igual que la chica y lo probaría.
No fue difícil que lo perdieran de vista, seguían discutiendo que hacer y como hacerlo. Entró por la parte de atras Pero había un problema, había uno de sus compañeros custodiando la salida. No sabía si funcionaria, o si era solo cosas de películas Pero lanzo una piedritas, para su suerte y para desgracia de el cayó en la espalda de un gato que comenzó a maullar. Esto hizo que su compañero caminara despacio, quizás con la intuición que se tratara de la chica peligrosa que estaba dentro.
Sin pensarlo dos veces entro en el lugar.
Era grande, camino con cuidado con la laptop pegada a su pecho. Todo estaba en silencio, no había rastro de ninguna chica de rojo. Pero el lugar era demasiado grande y estaba a oscuras de la noche. Entró al lugar donde se encontraban las camaras. Procedió de nuevo. Si tiendo el latido de su corazon en sus oidos.
Está vez no había salido la palabra error en rojo. Más bien apareció una grabación.
Era Erica hablando con sus compañeros de clases en uno de sus salones. Solo se encontraba ella con unas cuantas amigas más.
¿Que estaba pasando?
—¿Lo conseguiste?—Le preguntaba una de sus amigas?
—¡Por supuesto!—Exclamaba ella con su típica alegría.—No se nos va a arruinar el semestre por ese examen.
—Enseñame tus trucos de manipulación amiga.—Le decía otra chica.
—Cuando quieras.—Le respondio Erica.
—¿Que es esto?—Pregunto Damián en voz alta al ver el vídeo en voz alta.
Termino el video y habían unas cuantas capturas de pantalla. Eric le enviaba a sus amigas en un chat grupal los documentos que el había hackeado para ella. Le dió un golpe a la mesa y maldijo. Le había dicho a Erica que debería ser un secreto, lo había engañado, le había visto la cara.
No tenía tiempo para eso, se preocuparía por la traición de Erica después de atrapar a su otro problema más insoportable. Tecleo de nuevo, no salio el error en rojo ni otro vídeo exponiendo a Erica. Está vez eran las camaras de seguridad enfocando justamente al objetivo.
La chica de rojo se dió cuenta de que la observaban. Sonrió y llevo su mano a su muñeca.
—Gracias por dejar la puerta abierta para mi.—Dijo y su voz resonó por todo el establecimiento.
Luego las cámaras se pusieron borrosas, después de un segundo volvieron a la normalidad y la chica de rojo ya no estaba.