¿es amor o quizás una obsesión?

CAPÍTULO VEINTICUATRO

Ámbar Hamilton

 

8 meses.

Hoy me siento diferente, no hay dolor, no hay sufrimiento y no hay frustración solo quiero ir al hospital a verlo.

— ¿Madre podemos ir al hospital hoy? — pregunté mientras miraba mi gran barriga de ocho meses.

— Hoy te veo más animada hija ¿Estás bien? — preguntó mamá.

— Si tienes razón hoy me siento diferente y quiero ir a ver a Eloah hoy — dije colocándome una braga amarilla para mujeres embarazadas, porque estoy como un planeta de lo gorda que estoy.

— Bien — suspiro — y si podemos ir.

Di saltitos de la emoción, y la verdad es que me sentí rara porque no sabía el ¿Por qué? De mi repentina alegría.

 

 

#

 

 

Al llegar al hospital mi corazón empezó a palpitar más rápido, no se que estaba sucediendo pero mi corazón me decía que algo iba mal muy mal, empecé a correr como loca por todo el hospital con mi barriga de ocho meses hasta llegar al cuarto de Eloah y lo que ví, «¡¿Dios estoy en un mundo paralelo o qué?».

Yo se que siempre tuve la esperanza de volver a ver esa sonrisa y a todo él pero en especial sus ojos brillantes cada vez que me veía y ahora más al ver cómo estoy que yo diría muy embarazada.

— ¿Estás vivo? — musite y todo se volvió negro dejándome en la inconsciencia.

 

 

Eloah Walton

 

 

No sé en qué lugar estoy pero se que llevo mucho tiempo aquí y estoy desesperado por salir de este lugar muy brillante, he descubierto muchos cosas que verdaderamente quiero olvidar pero antes le preguntaré a mi padre que sucedió ese día. Siempre veo a Ámbar Hamilton y ya entendí el ¿por qué?, Ella es mi novia y es muy brillante como este lugar, alguien muy pequeño me espera, pero aún no se quien es......

Mis párpados duelen en cuanto abro mis ojos y la luz blanca me ciega por el tiempo que lo he tenido cerrados. Mis dedos duelen cuando los muevo, ¿Cómo si tuviera mucho tiempo sin moverlos? Visualizo la habitación en donde estoy y es totalmente blanca, lo último que recuerdo es estar en el ¿Hospital?.

— ¿Hola? — llamo y me percato de que una chica me está viendo fijamente y se levanta con temor huyendo ¿Qué le sucedió?

Trato de buscar el botón de emergencia que siempre tienen en la hospitales y lo encuentro, tres minutos después tengo a miles de doctores encima de mi chequeando si estoy bien, luego vienen los exámenes y más.

Llevo tres días despierto y aún no me han venido a visitar, ni Ámbar y ni mis padres tengo ropa conmigo y no se quien la trajo; no se que sucede conmigo pero me he sentido extraño y mucho es como si faltara algo que complemente mi vida.

— Todo está bien, no hay amnesia mi cualquier trauma que puedas tener, eso es muy bueno — dijo la doctora —, dentro de poco te puedes ir.

La doctora se fue y me volvieron a dejar solo, pero aún tenía la sensación extraña. Me quería ir a mi casa ya estaba aburrido de dar vueltas por el hospital y de comer gelatina.

Otro día pasa y nadie viene, ya están arreglando mi salida y al parecer me iré en taxi a casa, estoy sentado en la camilla comiendo gelatina cuando entre ella y lo que mis ojos observan primero es su abultado estómago «¿Siguió con su vida como si no paso nada?» ella empieza a llorar y se desvanece, corro a ella para que no caiga en el suelo y la cargo sacando fuerza de dónde, ni yo sé. Corro y una enfermera me ayuda acostarla en una camilla, ella dice cosas pero yo lo único que veo es el agua que bota entre sus piernas.

— Hay que hacerle una cesaría de emergencia — dijo un doctor y me alejaron de ella, la enfermera que en ayudó me dice cosas pero no logro centrarme porque estoy preocupado por ella y el bebé.

— ¿Puedo entrar con ella? — pregunté bajito.

— Si sigues en shock cómo estás no — dijo la enfermera.

— Bien — respire profundamente y pude tranquilizarme.

— Vamos — dijo y la seguí a un cuarto donde me cambié por un traje azul.

Después pasamos al quirófano ella estaba ahí entre dormida y despierta, la enfermera me dejó al lado de ella porque no me podía acercar más allá para ver al bebé, los minutos pasaban y ya estaba desesperado.

1.... 2.... 3..... Nació el bebé y su llanto se escucho por todo el quirófano.

— Es una niña — dijo el doctor y la enfermera se la llevó, yo por inercia la seguí y la empezó a limpiar, a pesar, le coloco un pañal y la envolvió en una manta rosa.

— Tienes que buscar lo que traía con ella y avisarle a su madre que todo salió bien al igual que el padre de la niña — comentó la enfermera y me dió a la bebé, mi corazón latía con fuerza y eso me asustaba, la bebé era grande pero igual asustaba.

Salí del cuarto y la enfermera me volvio a quitar a la bebé que llevo a un espacio donde estaban un montón más de bebés recién nacidos, fui a mi habitación y busque el bolso que traía Ámbar, marque el número de mi madrina y al segundo tono contestó.

— Bendición madrina soy Eloah y Ámbar dió a luz, necesita ropa para ella y la bebé, tienes que llamar al padre de la bebé — dije y se escuchaban llantos.

— Ok hijo — susurró mi madrina y colgué, fui al cuarto donde dejaron a Ámbar para que se recuperará y espere ahí hasta que llegó mi madrina, madre y padre llegaron también y todos traían caras de felicidad.

Otra enfermera llegó con la bebé en una cuna y la coloco al lado de la camilla dónde estaba Ámbar ya despierta.

— Esto es un sueño — dijo Ámbar rompiendo el silencio.

— ¿Alguien me puede explicar que sucedió? — pregunté y parecía que todos estaban mudos menos la bebé que rompió en llanto.
 

 

 




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