El repiqueteo del tren en la mañana, el silencio casi sepulcral dentro del vagón solo roto ocasionalmente por algun que otro adolescente realizando su viaje matutino al colegio o por la tos de un oficinista dirigiéndose a su trabajo. Los empujones accidentales y no tan accidentales que ocurren cuando el tren frena y acelera, los paisajes citadinos que se miran por la ventana. Esta la rutina de muchos. Amada por algunos y detestada por otros.
En mi caso, simplemente disfruto de la tranquilidad de la vida.
El tren se mueve un poco, haciendo que la fuerza que ejerzo sobre la agarradera aumente un poco para no caer.
Naoto, mi amigo con quién viajo, parece perder el equilibrio por un momento pero se recupera rápidamente sin que nadie más lo note.
Miro hacia la ventana. El exterior es oscuro dado que nos encontramos en un túnel.
Una vista ciertamente aburrida que provoca que busque una forma de pasar el rato.
-Oye Naoto ¿Tu crees en los animales que se transforman en humanos?
-Eso que no solo pasa en las películas. Ya sabes cómo la de Nakitai Watashi wa Neko o Kaburu
-¿Amor de gata? No podías elegir un ejemplo menos romántico. Además, hablo de gatos convirtiéndose en humanos no al revés
-¿Entonces que tal Nekopara?
-¿El anime o el eroge?
-¿Existe un eroge?
-Tienes mucho que aprender
-...
-...
-¿Es bueno?
-No tienes idea
Por un momento casi olvidó de que hablábamos, afortunadamente logró retomar la conversación anterior.
-Pero de todas formas esas ya son un híbrido de chicas y gatos, las cuales por cierto convenientemente no pueden embarazarse y entran en celo como gatas normales, pero yo hablo de gatos que literalmente se convierten en personas
-¿Por qué alguien creería en algo así? Suena ridículo
-Lo mismo pienso pero, si te ocurriera algo así que es lo que harias
-Primero pensaria que un hechicero lo hizo o algo así. Tal vez algún dios gatuno o que se yo. En cuanto a que haría, bueno supongo que ¿Huir?
-No, no creo que sea ni un dios ni un hechicero
-Te estás tomando esta broma demasiado en serio. Es solo una suposición ¿no?
Aunque lo normal sería responder que en efecto así es, la realidad a veces puede ser...extraña.
★★★★★
-¿Por qué nuestros padres siguen pagando cable si ni siquiera están en casa? Aiko y yo sobrevivimos a base de videojuegos así que no hay motivo para seguir pagando la televisión por cable
Me queje en voz alta.
A pesar de mi comentario, no tenía ganas de encender la consola por lo que, de alguna forma, termine viendo infomerciales en la televisión sobre productos que nunca voy a comprar.
-Ademas ¿Por que en la televisión con cable pasan infomerciales? No, más bien ¿Por qué siguen existiendo los infomerciales?
-Miau
-Lo se Nanami es una estupidez
Estaba sentado en el sillón reclinable de mi sala mientras en mis piernas, acurrucado y también mirando la televisión, se encontraba mi pequeña gatita, Nanami.
Una gata de color miel con blanco que encontré en la calle hace aproximadamente 4 años y desde entonces, se volvió parte de la familia.
Se supone que nuestros padres no nos dejan tener mascotas, pero como salen todo el tiempo, Aiko y yo tenemos nuestros metodos para ocultar la existencia de Nanami de nuestros padres y sorprendentemente, seguimos con el secreto aún a día de hoy.
Por cierto, Aiko es mi hermana menor.
-Creo que podria morir de aburrimiento ahora mismo, si es que existiera una muerte asi
La televisión no muestra nada interesante, al punto en qué prefiero ver los infomerciales. Sin embargo, tampoco sirven de mucho para entretenerme.
Considero seriamente en ahora sí prender la consola, pero cuando recuerdo que el videojuego que recién compre la semana pasada ya me fue spoileado por la tryhard completista de mi hermana menor, las ganas se me pasan y vuelvo al punto de inicio, donde vivo mi fin de semana, y mi último día de vacaciones, de la forma más aburrida posible.
Decían "la preparatoria va a ser la etapa más loca de tu vida".
No me vaya a volver muy loco ahora mismo, pero literalmente.
Muevo constantemente mi pierna como señal de mi exhasperacion, la cual solo crece conforme las manecillas en el reloj avanzan.
Con cada movimiento la cabeza de Nanami sube y baja a ritmo rápido, pero a ella no parece importarle ya que sigue echada.
De pronto mi atención se ve dirigida a eso.
Trato aumentar la velocidad para ver cuánto aguanta Nanami pero mi pierna se cansa antes y la gata se lleva la victoria de este duelo no proclamado.
Por cierto, mi nombre Suzuki Yuuta. Tengo 16 años y estudio el bachillerato. Mañana empiezo mi segundo año.
Me gustaría alargar más mi presentación pero no tengo nada en especial que merezca una mencion.
Soy solo una persona comun y corriente, un chico promedio. Sin super poderes, sin habilidades únicas, sin un deber que cumplir en la vida. Solo existir... Y respirar, supongo.
Si tuviera que decir algo interesante sobre mi sería que mis amistades son bastante increíbles. Ellos, no yo.
Primero, una chica que es una GENIO, en mayúsculas, de las matemáticas, la química, la física y todo ese tipo de ciencias exactas complicadas, que además, es una belleza que muy probablemente haría que la mismísima diosa de la belleza afrodita sintiera envidia.
Y luego, por el otro lado tenemos a un modelo, hijo de un magnate hotelero dueño de los hoteles más importantes de la ciudad. Un chico con un carisma aterrador frente a las cámaras, capaz de mover a mucha gente y que incluso cuenta con su propio club de fans en nuestro instituto.
Unas amistades únicas cuánto menos...
Mucha gente da por hecho que me relaciono con ellos por conveniencia, sin saber que, ni siquiera yo tengo idea de porque se acercaron a mí en primer lugar.