2 capitulo
Disfuncional: Es lo que no funciona como corresponde, debido a alteraciones físicas, químicas o conductuales. En la familia produce una sensación de no ser realizados, ni como grupo, ni individualmente, haciendo que los nuevos miembros no reciban valores positivos para su inserción social, los padres son irresponsables, maltratadores, conflictivos, se niegan al dialogo y hacen un complemento de conducta entre ellos que no está diagnosticado como una enfermedad, es un fenómeno humano que va tomando forma a medida que se crea. En la relación de pareja se manifiesta cuando ocurre el control, la manipulación, las actitudes compulsivas entre otras haciendo que alguno de los implicados permita en su contra todo de tipo de maltrato y en consecuencia el deterioro de la sociedad.
Condicionamiento: Es un procedimiento que establece condiciones que toman control de nuestros estimulo haciendo una asociación de patrones específicos en el comportamiento. Está asociado con la palabra contigüidad que significa contacto, inmediación de una cosa conjunta a la otra, una proximidad de espacio o el tiempo, ejemplo: vas arrastrando por años la forma de crianza de tus padres y no idealizas tus propios métodos, así es como te desarrollas y formas tu propia colonia.
Hay dos tipos de condicionamientos que según mi criterio personal resultado de mis investigaciones son los más notados en la sociedad.
El Clásico: donde el implicado no tiene posibilidad de escapar de dar una respuesta prevista, que se sabe o conoce de forma anticipada o antes de suceder se dispone, actúa sobre el estímulo.
Ejemplo: si fuiste criado en un hogar cristiano con valores espirituales y morales, donde el respeto y la práctica de los principios bíblicos son una forma de vivir diaria muy probablemente a la hora de una tentación recibirás la señal de alto y aunque no estés viviendo en conformidad con esos principios, tu respuesta inmediata será abstenerte de lo que religiosamente se llama pecado. El motivo tiene un sin fin de estímulos, entre ellos: miedo a ser severamente señalado, temor de ser reprendido, vergüenza con los padres, amor profundo por los valores que te inculcaron o pavor de saber que serás destruido en el Armagedón.
El operante: donde el implicado tiene la capacidad de elegir una conducta que repetirá, o no, según los resultados, actúa sobre la respuesta.
Teniendo en mente el ejemplo anterior en este segundo caso la persona pasara desapercibida la señal de alto, esperando ver los resultados de sus acciones para decidir por sí misma repetirlas o no, demostrando que tiene libertad de elegir su forma de vida, según, la respuesta que reciba de sus experiencias pero sigue con la inseguridad de arriesgarse o pone en dudas que puedan ser positivos o negativos los resultado de sus decisiones, haciendo que su elección se dispute dentro de sí mismo. Si acierta lo intentara de nuevo, si se equivoca lo más probable es que no lo vuelva a intentar.
Existe también el estímulo incondicionado, contrario al condicionamiento, debería ser nuestra reacción más natural, donde no necesitamos haber aprendido algo de memoria o intentarlo para saber qué respuesta positiva o negativa tendremos, de modo que una persona incondicional actúa por iniciativa propia, no se deja arrastrar por la razón, dispone de la lógica para usar el sentido común, de modo que de loco no tiene un pelo.
Baja frecuencia: es un círculo vicioso de aptitudes que no son sanas y por lo general producen malas energías, un estado de estancamiento que se alimenta de todas las formas de pensamientos negativos que se expresan según las experiencias diarias. Tomada de la mano con los condicionamientos y lo disfuncional interrumpiendo cualquier posibilidad de darle paso a la buena vibra que se produce de las expresiones verbales y corporales justificadas para el buen vivir personal y la convivencia en pareja o familiar.
Teniendo estos conceptos claros podemos seguir avanzando hasta el final, si es que algún día llegamos a el.