Es mi hijo

Capítulo 6

Desaparecer de la faz de la tierra en estas épocas debería ser virtualmente casi imposible.


A menos que hayas muerto, claro está.

Y Rotber Azid se negaba rotundamente a creer eso.

Había perdido un par de veces el rastro por falta de uso de tarjetas, pero lo había recuperado algunas ciudades después, parecía que el chico había armado un laberinto de creta con tantos destinos cruzados y nombres falsos; pero encontró finalmente el patrón.

Había encontrado un último arriendo de un auto en una pequeña ciudad que se supone sería entregado en las costas, pero dicho auto nunca llegó; y el GPS lo ubicó a la salida de una pequeña ciudad llamada Beacon Hills; un buen lugar donde rastrear a pie ya que no había indicios de poder llegar más lejos considerando que el lugar estaba rodeado de bosques.

- Creo que te encontré- Susurro.

Toda la alegría del hallazgo se esfumo cuando vio el tiempo de viaje hasta llegar a la ciudad vecina.

- Disfrutare cazarte Angel Millens, te are pagar cada maldito segundo que pase sentado en un avión.

***

-Da un paso más y te mato, mi hijo no es una mascota-

- Lo sé, en serio lo sé, solo quería ver que tan alerta estabas; por favor no te enojes- Rogó el hombre.

- Y pensar que mi alpha confía en ti-

- ¿Quién? -

En ese momento el mencionado entro con los ojos levemente rojos pero amenazadores, mirada dirigida por supuesto al idiota confianzudo de su tío.

- Haa..., pensé que había algún otro vampiro por aquí; ¿Cómo estas Derek? -

- ¿Qué hiciste esta vez Peter? - Le gruño.

- ¿Yo?, pero si no hice nada- Respondió con la expresión más "angelical" de su repertorio.

- Yo no diría lo mismo, lobo- Reprocho el castaño -Lo encontré en el cuarto mostrando sus ojos y hablando tonterías a mi cría-

- ¡¿Que tú qué?!- Reclamo

- Solo quería comprobar algo-

- ¡Arriesgando a que un vampiro recién convertido te arranque la cabeza! -

- No lo dices en serio- El rubio palideció.

- Claro que si-

- ¿Stiles?; ¿Le harías eso a tu querido casi tío? -

- Si le hubieras hecho un solo rasguño a Deian, créeme Peter, ni siquiera hubieras podido reaccionar- Sonrió el mencionado siniestramente - Y no eres mi tío-

-Me rompes el corazón con tus palabras-

- ¿Entonces ya estas satisfecho Peter? -

-Por supuesto que si Derek, solo jugaba-

- Entonces ve a la sala, y espéranos allí- Le pidió exasperado el moreno.

- ¿Y ustedes dos que harán? -

- //Peter...//-

- Okey, okey, no tienen que gruñirme-

Viendo como el mayor salía de la habitación con dirección a las escaleras, el alpha aprovecho para terminar de tranquilizar al adolescente, y claro que este lo aprecio mucho, se dieron cuenta también que en esta ocasión "el vampiro" interior de este se había apaciguado más fácilmente que hace unas horas, cosa que ambos agradecieron.

Luego Derek se devolvió a su cuarto para poder lavarse el rostro y despertar por completo.Cuando llegó a la planta baja, se encontró con el ambiente más incómodo que pudiera imaginar.

Stiles sostenía a Deian lo más cerca que podía mientras que Peter estaba tratando de tocar su pecho.

- ¿Y ahora que paso? - Hablo por fin.

- Deian al parecer tuvo hambre y me babeo la camisa, al parecer mi cuerpo reacciona a su necesidad por lo que... yo... bueno yo no....-

- Stiles...- Gruño suavemente.

- Mi, mi leche, salió un poco- Logro balbucear el chico completamente avergonzado.

La cara que puso Derek realmente completo el cuadro, pero Peter no había desistido de comprobar por sí mismo lo que Stiles le dijo acerca de la fase de lactancia del pequeño, se aprovechó del estado de ambos hombres y logro llegar al pectoral cubierto por la tela de la camiseta del chico y apretó.

Sobra decir que la pequeña mancha que había allí aumento ligeramente su tamaño.

Era más difícil decidir que era más rojo, los ojos o el rostro de Stiles;

Y hubiera sido más bochornoso si es que él fuera mujer.

Pero como el hombre-macho-pecho-pelado que es hizo lo que cualquiera hubiera hecho....

No, gritar no, tenía a su bebé en los brazos por Dios.

En vez de eso utilizó su velocidad de vampiro; en menos de tres segundos una mancha negra había depositado con delicadeza al infante en el mueble y arrastrado al impertinente lobo al sofá del frente sujetándolo de la garganta.

- ¿Te divierte acaso? - Cuestiono al ver que el viejo sonreía aun con la dificultad de respirar.

- No es algo que puedas ver a diario, ¡Fue hilarante! -

- Terminaré matándote un día de estos, y disfrutaré hacerlo-

- Stiles, basta- Pidió el ojiverde

- Bien, pero es mi última advertencia- Gruñó para luego darle un puñetazo rompiéndole la nariz al viejo antes de soltarlo e ir por su pequeño de vuelta al mueble.




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