-Eso fue muy extraño; última vez que mezclo helado con mantequilla de maní- dijo ni bien recuperó la conciencia, el sueño de anoche sobrepasó la realidad y demasiado excesivo para su gusto incluso se sentía exhausto, no tenía fuerzas ni para abrir los ojos.
Quiso volver a dormirse en serio, estaba a punto de lograrlo cuando se oyeron unos golpes en la puerta y una voz muy conocida.
-Stiles en veinte minutos comienza el instituto más vale que estés listo en cinco- dijo el sheriff en advertencia al otro lado de la puerta.
-Si pa' claro, en quince bajo- respondió con lo poco de energía que pudo juntar sin hilar bien sus palabras.
-Stiles hablo en serio deja de hablar tonterías y levántate ahora, llamare a la escuela para saber si llegaste o no a tiempo, el desayuno está en la mesa y quiero que lo comas completo entendido?; debo irme, hasta la cena hijo te quiero-
-Hasta la cena papá también te quiero- Luego de eso apenas y logro escuchar el cierre de la puerta de abajo y el motor del auto antes de desaparecer.
Un suave murmullo lo despertó, era juguetón y alegre lo sentía moverse, tenía un sentimiento de querer protegerlo contra todo; ¿raro no? De momento esa vocecita alegre e incomprensible empezó a llorar.
-Qué?, pero ¡¿qué es esto?!- abrió los ojos de golpe para encontrarse con un pequeño bebé de no más de tres meses con la carita toda roja por el llanto.
-No no no por favor silencio, silencio; tranquilo bebe-
Intento calmarlo de lejos pero no daba resultado, se estaba desesperando.
-Bien bien Stiles cálmate lo que tienes que hacer es llamar a alguien; ¿pero a quién? debo... no él no está en clase y se alocaría; no no ella está ocupada haaaaaa... él menos su horario ya empezó... tendrá que ser él; solo espero que conteste-
Solo bastaron un par de tonos para que el otro conteste.
-Hola? -
-Gracias al cielo que contestaste, estoy en un aprieto que ni se cómo me metí en primer lugar ven rápido por favor-
-Stiles no estoy para sacarte de problemas de instituto-
-No Derek no estoy en el instituto estoy en mi casa con un bebé llorón que no sé de donde salió-
-¿Como que un bebé Stiles de qué demonios me hablas?-
-Derek estoy arrepintiéndome de llamarte así que por favor ven a mi casa, pero a la de ya! -
-Estaré allí en quince de acuerdo? -
-De acuerdo te espero-
No había forma de callarlo o esperar más al lobo así que no le quedó de otra que cargarlo; lo raro es que al hacerlo el pequeño empezó a jalar su camiseta y a babearla.
-Tal vez así te calmes, pero no creo que sea por mucho te conseguiré un biberón, pero ya-
Se levantó la camiseta a como pudo y dejó que el bebé se colgara de su pezón con la esperanza de que se mantuviera entretenido pero una vez más las sorpresas no acababan.
-¿Que haces? Tu... tu pequeño estas...estoy...lactando?!-
No, no es broma de verdad estaba dándole leche al pequeño; y ahora que se daba cuenta tenía los pectorales un poco hinchados, pero no exageradamente y los sentía un poco pesados he de ahí que no se dio cuenta a primera vista, pero no dejaba de ser raro; jura que si le pasa algo más le va a dar un ataque de pánico.
Por un momento se detuvo a observar un momento al pequeño; sus ojitos estaban cerrados, pero recuerda que son negros; pelo azabache un poco rebelde pero sedoso, de tez blanca con algunos linares en el brazo y una manchita en su cuello con forma de luna creciente; lo aceptaba es adorable en toda la extensión de la palabra.
-No entiendo que sucede, pero tengo el presentimiento que lo que haya hecho tu papa nos unió y mucho-
Le dijo en voz baja meciéndose suavemente; tal vez fuera inexplicable lo que le sucedía o si tenía explicación iba a ser difícil de entender, pero ese bebé era su responsabilidad a partir de ahora y no iba a fallar.
- Así que no mentías- Habló el lobo colgado en la ventana.
-Cuando aquí he mentido sour Wolf? - Respondió el castaño que se encontrada con la mirada en el pequeño dándole la espalda a la ventana.
-¿Qué sucede?; hueles diferente- Reparo con cara extrañada.
-¿Diferente?, ¿hay más cosas entonces? - El rostro de Derek era de asombro puro al observar como un preocupado Stiles llevaba un pequeño bebé que parecía dormido succionando del pecho del chico.
-Raro no?; no se me ocurrió a quién llamar y se pusiera más histérico que yo así que... aquí estas-
Le costó un poco, pero logró convencer al moreno de que no sabía de dónde había salido ese bebé y el cómo es que podía amamantarlo claro ni el mismo sabia además de que le contó lo que recordaba de anoche; el lobo le confesó que el aroma del pequeño estaba mezclado con el suyo además de darse cuenta que el lugar tenía un aroma ligeramente distinto y le provocaba un poco de mareo.
-No lo sé todo esto es muy raro- Declaró el castaño.