Capítulo 2

Era un ardor que por momentos quemaba era fácil dejarse llevar, ¿dónde estaba?; lo último que recordaba era que...

-rek..erek...Derek por favor responde-

¿Qué era eso?, a cierto ese era su nombre, pero no recordaba haberse dormido o alguna otra cosa en realidad, ¿Quién le llamaba?; ah cierto Stiles, recordar ese nombre fue suficiente para que el hombre lobo recordará todo lo sucedido ese día hasta momentos antes de ser mordido por el vampiro adolescente que en ese momento estaba a punto de tirarle un puñete si no despertaba.

- ¿S... Stiles?, ¿Qué- que pasó? - Apenas y pudo abrir los ojos se dio cuenta de los ojos llorosos que lo observaban con miedo, sorpresa y arrepentimiento.

-Gracias al cielo que despertaste Derek no sabía qué hacer para que reaccionaras- Respondió limpiandose las lagrimas acumulasdas en sus ojos.

-Stiles tranquilo no.... no me paso nada no siento nada malo; estoy bien ¿sí? - Trato de tranquilizar el mayor, el chico pareció desenfocar la vista un momento y contempló extasiado como sus colmillos se dejaban ver para luego con un movimiento de cabeza desaparecer.

-Perdóname Derek de verdad- El tono de voz se notaba triste y arrepentida... culpable.

-Mira Stiles no estoy enojado contigo, en cierta forma es lo mejor que pudo pasar en este momento- Reconforto pensativo.

-A qué te refieres Derek, por favor si no te hubieras desmayado yo no me hubiera enterado de que te estaba mordiendo, tu sangre... tu sangre estaba en mi boca y.... y a mí me gusto... la tome, Derek tengo miedo-

El dolor y la angustia que se reflejaba en el rostro del de lunares le provocaba un sentimiento de protección en el lobo interno del moreno, solo le había visto esa expresión cuando el darach secuestró a su papá y luego de que supo lo que había causado cuando se liberó del nogitsune, pero no fue su culpa, nada de lo que ocurrió entonces y lo que ocurre en ese momento.

-Mira Stiles no te voy a reprochar nada porque está en tu naturaleza, así como en la mía esta cuidar de mi manada, tu eres parte de ella; te ayudare y apoyare, no tienes por qué temer ¿de acuerdo? -

Es cierta, cada palabra que dijo, no podía mentirle al chico que se acababa de convertir en un ser sobrenatural sin pedirlo, su miedo al descontrol a pesar de que sabía que no iba a suceder según la carta de Angel, el también lo tuvo, el apoyo de su familia le ayudó y el también estaba dispuesto a ayudar.

-Bueno creo que es momento de poner todo en orden ¿no crees? - Hablo para poder distraer la atención del adolescente.

- ¿A qué orden te refieres Derek? - La bipolaridad del lobo lo tenía consternado pero la convicción de sus palabras no le dejaron cuestionar su comportamiento, tal vez después lo analizaría.

-De Deian por supuesto, hay que llamar al abogado para saber qué debemos hacer antes de que llegue y ahorrar tiempo- Habló el alfa, era cierto, se había olvidado por un momento del pequeño.

-Este será un largo día ¿verdad?; debemos avisar a los chicos, en una hora será el cambio de clase tal vez alcance las dos últimas materias- Dijo mientras la idea de dejar un momento al pequeño le dejaba un mal sabor de boca y un vacío en el estómago.

-Entonces yo cuidare de Deian mientras vas a clase, estaré en mi auto fuera del instituto por si acaso, el vínculo entre ustedes dos es reciente dudo mucho que consienta estar lejos de ti- Le aviso el lobo mientras se acercaba al pequeño para que su lobo se acostumbrara a él y lo reconociera como nuevo miembro de su bizarra manada.

- ¿Por qué dices eso Derek? - Preguntó dudoso el chico, en cierta forma aliviado de que su pequeño (porque si lo había aceptado sin derecho a reclamo o devoluciones) estará cerca suyo.

-Es apenas una cría de vampiro, depende de la energía protectora de al menos  uno de sus padres constantemente, estará tranquilo conmigo debido a que tu olor está impregnado a mí, pero no será suficiente, estará cerca de ti debido a su edad hasta más o menos los dos o tres años, no estoy seguro- Aseguró el pelinegro.

-Te hicieron aprender de todo esto cuando eras pequeño o es experiencia- Pregunto prácticamente afirmando.

-Un poco de ambas, mi madre insistía en leer un poco de todo o contarnos sus experiencias cuando se habían reunido con otras criaturas, como alfa de la manada... tenía mucho que contar- Mencionó melancólico el lobo, cuando joven a veces le gustaba escuchar a su madre conversar acerca de sus reuniones.

-Ella era una madre increíble ¿no es así? - Cuestionó

-Ella era muchas cosas, una alfa increíble, fuerte, exigente, hermosa, amable, justa... podría estar años describiéndola y no me alcanzaría la vida para terminar de hacerlo.

-Me alegra que tengas tan bonitos recuerdos de ella, yo no tuve tanta suerte- Confesó un poco triste el recién convertido.

-Supe lo la enfermedad de tu madre- Le dijo el mayor, no quería tocar un tema tan delicado para el chico, sabía y entendía el sentimiento del chico después de todo ninguno tenía a su madre consigo por trágicos motivos y ellos cargaban con una culpa que no les pertenecía.