Su llegada al instituto no fue desapercibida para nadie, y menos para su querido profesor de química a quien se le ocurrió la maravillosa idea de ponerle en castigo de una hora.
La manada para su suerte respeto, aunque un poco renuente, el espacio que quería luego de que los ignoro lo más que pudo dando respuestas escuetas de manera medio grosera además de que no había sentido necesidad de saltarle a la yugular a nadie; claro que la razón de su tardanza fue debido a que tuvo que adaptar sus nuevos sentidos a un lugar tan bullicioso como ese.
Pero todo eso no importaba, claro que no, ha lidiado con eso y más desde el restablecimiento de la manada en Beacon, pero esto es diferente.
Ya no soy solo yo...
Se considerada parte de la manada a medias por su condición de humano, y la verdad era de que no tenía intenciones de cambiar eso jamás, pero ya no será así, no le dieron a elegir y se dio cuenta que desde el momento en que perdió contacto con su niño que no se concentraba del todo; el vínculo era nuevo así que necesitaba fortalecerse, sabía hasta por demás que Derek protegerá la preciada carga que dejó con él, pero el hecho de no poder verlo le daba ganas de dejar todo e ir a su encuentro para verificar si se encontraba bien... a salvo.
Un mensaje le llegó a su celular poco antes de acabar el tiempo en ese infierno...
-Tengo una urgencia, Cora me llamó para recogerla del aeropuerto debes quedarte con Deian en la detención ... Derek-
Aún faltaba la hora de detención, así que llevaba pros y contras; él no se considerada en la segunda, su querido profesor sí que lo era, además, ¿En qué momento se quedó tan solo en los pasillos? Necesitaba despertar.
Pero ya no había tiempo para eso; Derek sabía en qué salón cumplirá su castigo por lo que él se dirigió al mismo lugar, casi deseando que Derek estuviera allí con esa mirada amenazadora y tranquilizante con la imagen discordante de un bebé entre sus fuertes brazos.
Y en este momento o bien tenía bastante imaginación o había avanzado a paso de tortuga porque notaba la impaciencia del pelinegro y la pequeña sonrisa en el rostro del bebé que lo observaba desde los brazos ajenos en la puerta del salón, y su olor de felicidad por sentirlo cerca ¿Cómo es que aun siendo vampiro no lo había notado?
-Hola pequeño como estas- Dijo ni bien estuvo frente a los ellos centrándose en el menor, cargándolo y haciéndole mimos escuchando sus gorgojeos felices en respuesta, aprovechó tenerlo consigo para sentir su aroma de cerca apretándolo un poco contra sí, vaya que le había extrañado.
El lobo los miraba atentamente notando el cambio anímico ambos, el bebé había estado un poco inquieto desde que se habían separado y no había sonreído verdaderamente hasta que le pudo volver a ver hace unos instantes, pero en el tiempo que estuvieron juntos demostró la curiosidad, atrevimiento y desconfianza de su nuevo papi.
-Está muy feliz de tenerte de nuevo cerca- Le habló una vez vio al adolescente tranquilo, digamos que había descubierto lo sobreprotector de un vampiro y su cría por medio de su tío (aunque odiara admitirlo).
-Pues ya somos dos- Respondió sonriente apartando la mirada de su niño para darle una de agradecimiento al que había sido su niñero hace unos momentos.
Intuyendo que el castaño le iba a pregunta prefirió dar la respuesta con antelación -Me hubiera hecho cargo de él más tiempo, pero Deian no puede estar a tal distancia de ti, el que tus sentidos no le hubieran ubicado habría provocado que tu instinto actúe por sí solo, rastreras y eliminaras a quien consideras amenaza para tu hijo-
-Eso quiere decir que prácticamente te hubiera cazado ¿no? - Más que una pregunta era una deducción, y era cierto; había estado atento a su bebé todo este tiempo inconscientemente y estaba agradecido al lobo por cuidarlo cuando podría estar haciendo otras cosas... cierto debía ir por su hermana.
-Derek se te está haciendo tarde para ver a Cora y yo debo entrar a detención sino el primo del ogro del puente me pondrá otra hora más- Su preocupación podía más y no quería meter al lobo en aprietos, hacía un tiempo que los hermanos no se veían y podía percibir cierta ansiedad por parte del lobo por la llegada de la menor de los Hale's.
-Tranquilo Stiles ve adentro vendré por ti en cuanto acabe el castigo para llevarte a casa- El moreno sintió la duda del vampiro así que le dio un pequeño empujón señalando la puerta, le dio un vistazo al pequeño niño que le miro expectante para finalmente sonreír y ocultarse en el pecho de su papi mientras aplaudía torpemente.
El adolescente solo sonrió por las acciones de niño y le acunó soltando una pequeña carcajada, asintió al mayor haciéndole una seña para que se despidiera del pequeño.
El lobo entendió el mensaje, se acercó al pequeño y sobo su pómulo contra la regordeta mejilla, marcándolo con su olor en un gesto muy cariñoso dejando sorprendido al castaño, al parecer sabía lo que significaba, le hizo lo mismo en su mejilla para dar media vuelta esconder las manos en la chaqueta de cuero negra y salir del lugar dejando a un pasmado vampiro adolescente con un bebé intentando alcanzar su rostro en medio de risas.