Es mi posesivo #1

31. Aisha

Un día, unas cuantas horas han pasado al amanecer y todo sigue igual de deplorable que hace unos momentos. Como era de esperarse, no pude dormir, el insomnio se hizo presente y no me dejó en paz, al parecer no fue suficiente que haya tenido un mal día, sino que una mala noche también se hizo llegar.  

¿Me siento bien? No estoy muy segura de cómo responder a una pregunta como esa, no porque me sienta de maravillas y la sensación sea inexplicable. De lo contrario, el vacío que consume mi corazón se hace cada vez más cansino, más horroroso y me hace sentir más batida con el pasar del tiempo. La preocupación me carcome y la opresión en mi pecho está igual de insoportable, no se de Adam y eso es lo que causa todo aquello.

Sumida en mis pensamientos, termino de hacerme una coleta alta con una goma que yacía en el polvoriento suelo de madera, al parecer, Rachele no se preocupa mucho en el aseo de las habitaciones de huéspedes. Muerdo de mi labio inferior al notar aquellas ojeras violáceas y bolsas bajos mis párpados, me encuentro fatal, cualquiera se asustaría al ver mi semblante. Siquiera ser mujer lobo puede mejorar mi aspecto. Aunque estoy agradecida de que aquella mordida en mi hombro ya esté cicatrizando.

—Elena ¿estás lista? —Cuestiona Axell sin tocar la puerta antes de encaminarse hacia mi dirección —sé que no pudiste dormir bien anoche —comenta al colocarse detrás de mí y envolver mi cintura con sus musculosos brazos, deja un casto beso en la marca de mi cuello y mis vellos se erizan en respuesta.

—Si —mascullo en un suspiro. Me siento más decaída de lo normal. Los musculosos de Axell se tensan al escuchar mi tono de voz, sueno mal, lamentándome de todo lo sucedido; cansada —espero que tu hayas podido dormir mejor que yo. —Sonrío débilmente y Axell a través del espejo lo nota.

—créeme, no pude dormir nada en absoluto —admite. Frunzo el ceño y coloco mis manos en sus antebrazos para que afloje su agarre, hecho eso tengo la libertad de dar media vuelta y quedar frente a él.

—me hiciste creer lo contrario.

—al inicio caí rendido, me dolía la cabeza por todo lo que pasaba por ella. Luego, desperté en la madrugada y se me hizo imposible conciliar el sueño. No creo que sea buena idea ir por respuestas cuando no hemos descansado lo suficiente, si quieres bien, pero si no te sientes de la mejor manera lo podemos dejar para el día de mañana —argumenta.

—no, si no consigo respuestas y si mi hermano sigue inconsciente no podré dormir. Así que es mejor ir.

—bien. Rachele dejo un desayuno para nosotros, se fue a revisar otras personas dentro de la manada. —Se aleja de mí. Sale de la habitación conmigo caminando tras de sí y continua conversando —está muy preocupada, hubieron niños lastimados. En la reunión había madres con sus hijos.

Abro los ojos de par en par y suelto un pequeño jadeo —que horrible ¿están bien? ¿Cierto?

—si. —Gracias a dios, ya sentía como el oxígeno negaba su acceso a mis pulmones —sus padres los defendieron con todo lo que pudieron.

—menos mal. Todavía no me cabe el afán que tienen por quitarte el puesto de líder. Aisha, Thomas y los demás estaban muy ensimismados con aquella idea —digo, dejando a ver uno de los tantos pensamientos que más me carcomían. Llegamos a la hermosa cocina de esta casa y nos sentamos en uno de los bancos de la isla.

—Elena, esta es una de las manadas más poderosas, literalmente es la más fuerte. Así que no es de esperarse que otros quieran arrebatármelo. Lo que me sorprendió es que, los que intentaron hacerlo son personas que en algún momento de mi vida nos conocimos. Un gran ejemplo es mi padre —explica mientras me pasa el blanquecino plato con dos sándwiches y un huevo frito a un lado.

—Gracias —agradezco, tomando un sándwich y dándole un gran mordisco — ¿qué van a suceder con todas aquellas personas que murieron? me refiero ¿las enterraran aquí mismo? ¿Christian incluido? —interrogo, dejando a demostrar uno de mis más grandes defectos, lo cotilla que soy. Hay momentos en los que pienso que por ser así es que todo esto está sucediendo, por osar sin importar que, encontrar todas aquellas respuestas que se cruzan por mi mente.

—las de nuestra manada, las enterraremos como hicimos con Amber. Por otro lado, Christian y todas aquellas personas que solo causaron daño, serán enterradas después de los límites de la manada, cerca hay una lugar en específico que se usa para eso, no podemos dejar todos esos cuerpos sobre el pasto del territorio —contesta.

—siempre he tenido una duda que me cuesta responder ¿sabes?

—Elena... —Me observa con los ojos achicados —siempre sacas preguntas a todo, hasta por estupideces —dice sin más. Frunzo el ceño y me encargo en dejarle en claro que su comentario fue de más.

—no seas estúpido ¿quieres? —Axell en respuesta rueda los ojos y hace un mohín con sus labios. —mis preguntas son necesarias. Prefiero aclarar mis dudas a quedar siempre como la despistada de la historia.




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