¿es negocio o es amor?

Capítulo 6: La Reunión

Me levanto temprano, para estar lista a tiempo para la reunión con mi tío. No soy una mujer que pierda el control de los tragos, así que además de un poco somnolienta por la rumba de anoche  todo lo demás esta bajo control.  
Sabía que Franco Domettí  estaba en el antro anoche,  su mirada penetrante sobre mí era imposible de ignorar. Lo que nunca me espere fue que me acompañara a la pista a bailar y mucho menos que fuera tan buen bailarín. Parece que además de estar muy guapo, el hombre tiene también otros encantos. Me fascina la música latina, sin embargo no es fácil encontrar un compañero que se adapte tan bien a ti. Al final creo que fue una buena idea de Tania, salir un rato a celebrar.  

En la mañana estaré con mi tío Daniel, revisando algunas inversiones en empresas extranjeras y a la una de la tarde es mi reunión con Franco, no tengo ni idea que puntos vamos a tratar; pero de lo que si estoy segura es que al igual que yo, esta claro que nuestro matrimonio es un asunto de negocios.  

Wao mi niña, estas preciosa. -gracias nana- me acerco a ella y le doy un beso en la mejilla. Y que tal la rumba? ¿ se portaron bien?. – Si nana  bueno al menos yo, cuando Tania despierte, pregúntale a ella.  

Desayuno con mi nana y me despido- nos vemos hasta en la noche- hoy tengo un par de reuniones así que no comeré contigo. – Dios te guarde mi niña. Me da un beso y salgo de la casa.  

Pido un Uber, ya que aún no he resuelto el tema de como movilizarme, espero eso pueda quedar finiquitado el día de hoy luego de la reunión con mi tío.  

Entre planificar agenda para reuniones incluso fuera del país, resolver la compra de un automóvil para mí, solicitar chequeras a mi nombre y autorizar firmas en los bancos se va mi mañana.  

Llego al restaurante “Le palace” y son 10 para la una de la tarde, mi madre siempre decía que si llegabas en punto ya era tarde. Ay madre, cuantas cosas valiosas me enseñaste. 

Me anuncio con el Hosstes del restaurante, quien me guía hasta la mesa donde se encuentra   el Señor Dometti. Buenas tardes- saludo al llegar- se pone de pie y como todo un caballero aparta mi silla, para que yo pueda tomar asiento.  

Buenas tardes, Marisa. – escuchar mi nombre de sus labios de manera tan informal, estoy segura que me hizo sonrojar. Rayos, que te pasa Marisa? – Es solo un hombre, uno muy guapo indudablemente, pero un simple mortal al fin.  Así que cálmate.  

–Bueno, aquí estoy señor Dometti. 

– Franco, te recuerdo que en eso quedamos. Marisa.

 – Cierto, me disculpo.  

–Pedimos algo y conversamos mientras comemos. Te parece? 

– Me parece bien. 

Ordenamos y empezamos a conversar sobre temas banales. Al llegar al postre, tomo la iniciativa y pregunto de manera directa. 

–¿Qué te ofreció mi padre para que aceptaras un matrimonio como este?. 

Franco, me mira fijamente y sin demora responde.

– Digamos que me lo planteo como un excelente negocio, al casarme contigo, adquirí el control absoluto de Sugasti Enterprises, tu padre sigue siendo dueño de sus acciones; pero solo yo tengo poder y decisión sobre todos los negocios de la empresa.

 – ¿Es en serio?- nisiquiera puedo culparte, fue una propuesta demasiado atractiva. – ¿Y las condiciones?.

– Sencillas, estar casado contigo por un año, ocuparme de todo lo referente a  ti,  a tus necesidades económicas  y rendir cuentas claras de sus dividendos. 

 

– Sí, definitivamente, un trato digno de mi padre.  

–¿Y a ti  como te convenció? 

– ¿Convencerme? – Mi padre solo ordena, y hasta ahora no tenía armas para enfrentarlo abiertamente, dependía de mi padre en muchos aspectos, me cerro puertas para que no pudiera abrirme  camino y me reservo para utilizarme como moneda de cambio.

– Lo siento, de haberlo sabido no me hubiera involucrado en esto. 

– Descuida, este matrimonio ha cambiado las cosas radicalmente, gracias a que estoy casada, ayer tome posesión de la herencia de mi madre, una herencia de la que no tenía conocimiento. Así que por lo de mis necesidades económicas no te preocupes tengo como suplirlas. 

 

– Entiendo, pero de igual manera  me gustaría que vivas en un apartamento que yo costee, pasarte una cantidad mensual para tus gastos, asignarte un vehículo con chofer y si no es mucha molestia al menos saber como estas. 

– Muy amable Franco, pero realmente no es necesario. En lo que si puedo colaborarte es en que sepas que estoy bien. Por lo pronto, aprovecho para informarte que estaré fuera del país por unos días viendo el tema de unas inversiones en el extranjero, anota mi número de celular y la dirección del lugar donde vivo; así podrás saber de mi cuando lo consideres necesario. 

 

– No me lo has pedido, pero de igual manera guarda mi número de teléfono y si en algo te puedo ayudar, estoy a la orden, Marisa.

De manera amena, terminamos nuestra reunión y nos despedimos con un apretón de manos, que se prolonga más de lo necesario, es como si  disfrutáramos de sobremanera ese simple contacto.

– Gracias por tu tiempo, Marisa.

– De nada Franco, que estés muy bien.

 –Necesitas que te lleve a algún lugar?.

 

– No  gracias, hay un Uber esperándome en la entrada, ya mañana debo tener mi auto. Con permiso me retiro, Franco. Ha sido una conversación muy agradable.  

Excelente, otro asunto resuelto. Ha sido un día verdaderamente productivo,  debo regresar a la oficina de mi tío para seguirme empapando en el tema de los negocios  desde hace mucho tiempo quise esto y ahora que tengo la oportunidad de administrar mis propios negocios lo voy a hacer de la mejor manera   

Ha pasado una semana desde mi reunión  con Franco, no hemos vuelto a vernos;  pero a diario me escribe para darme los buenos días y preguntarme como estoy?. Es un lindo gesto que le agradezco y al que a decir verdad ya me he acostumbrado, algunas veces entablamos largas conversaciones por chats y otras veces solo es un saludo de buenos días que el otro cordialmente responde.  

Mañana salgo del país en compañía de mi tío Daniel, debemos estar e  Francia en una importante reunión de accionistas, para informar a los miembros el cambio de titular de las mismas.  

Tomo mi teléfono y envió un chat al número de Franco,.




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