CAPÍTULO 3

Me encontraba divagando, ¿Cómo decirle?, ¿Cómo le digo Dios mio?, ¡AUXILIO!

Estaba mirando hacia el techo como si la respuesta a todos mis problemas estuviera allí… << de ante mano sabía que estaba solo haciendo tiempo para que ella olvidara el tema lo cual era totalmente inútil >> Carajo Luisa, ¡solo dilo! <<.

— ¿Y bien?, vamos Lu, solo dilo…— Entonces me anime a encararla, me gire de forma que pudiera mirar su rostro y coloque una mano detrás de mi cabeza para sostenerla y decidí hablar.

—Mira Charlie… Esto no es fácil de decir, no es algo que puedo solamente soltar así como sí nada. Es más no se como vayas a reaccionar con la noticia, no se sí quiera puedas creerlo. ——— La mire y podía ver en su rostro una ola de emociones, entre ellas angustia, intriga y algo de molestia, sabia perfectamente el motivo de esta última.

—Dime solo lo que te pasa, ya veré yo si lo creo o no… ¿De acuerdo?—Esto lo dijo de forma tranquila pero se podía notar el pequeño tono de molestia.

Entonces le comencé a contar todo lo que había pasado hoy, desde el encuentro en el parque con aquel tipo, hasta su acoso extraño en el Supermercado, a decir verdad ahora que lo escuchaba en voz alta sonaba realmente mas aterrador y me inundaba de un sentimiento más profundo de culpa por nunca haberle contado nada y habérmelo guardado todo para mí.

Se quedo callada unos momentos viendo hacia abajo y después dirijio su mirada hacía mi pero no notaba reproche ni nada que se le acercara lo cual me sorprendía bastante, ¡Por Raziel! Es de Charlotte de quien estamos hablando es… Demasiado intensa cuando de estos temas estamos hablando. En una ocasión en segundo grado se molesto por que no le había contado que había salido con un chico al cine, claramente no había salido para nada bien, es más después me arrepentí, desde aquel día prometimos nunca guardarnos ningún secreto.

Esto claramente no es parecido pero si que odia que le oculte secretos y más con esta magnitud de problema.

—Oye… -De repente mi voz dono más allá de lo inestable, sonó como sí estuviera apunto de llorar y eso era lo que quería, llorar y a la vez golpearme por no habérselo contado antes, se supone que somos mejores amigas, como hermanas ¿Por qué no se lo dije antes?— Charlie, yo lo sien…. —Entonces de la nada me interrumpió.

— ¡Dime ese imbécil ¿Te amenazo?!— Entonces me paralice — ¿Qué?... — Ok, ella estaba comenzando a enloquecer —Dime Luisa, ese estúpido ¡¿Te toco?! o ¡¿Te hizo algo?!—Demonios Charlotte estaba llevando esto aun grado demasiado grande y eso lo único que lograba era que mis nervios y mi pulso aumentara cada vez más — ¡¿Qué?! Charlie ¡No!... Carajo, nada que ver el solo de repente ha decidido seguirme cual Caperucita Roja, y quedarme viendo muy extrañamente. —

— ¿Cómo te miraba? —De repente me quede viendo aún punto fijo, una ola de frialdad escuece mis huesos y los recuerdos se agolpan en mí mente, entonces empiezo a hablar en voz alta.

“Esos ojos…”— Dejo las palabras en el aire. — ¿Qué? —Dice mi amiga mirándome sin entender de que estaba hablando, la volteo haber un momento solo para corroborar que estaba prestando atención, entonces dirijo mi mirada al mismo punto ciego y decido continuar en donde me había quedado ignorando su pregunta —Su mirada Charlie .. Era tan amenazadora como profunda, era como una daga atravesándome, podía sentir que me miraba a través de esa capucha que traía puesta, era… totalmente Salvaje. —

Entonces deje de ver hacía la nada y voltee a mirar a mi amiga para ver que opinaba, se quedo callada un momento y después hablo —Eso debió ser… Sexy —Dijo ella riéndose — ¿Qué?!! — La miré incrédula——Te estoy diciendo que tengo un acosador y tu me sales con que esto es erótico, carajo Maria no esperaba esto de ti. — Entonces me levante de la cama para encender la luz de la habitación— ¿Así? ¿Entonces que esperabas? —Dijo ella enderezándose —No lo se, gritos, destrucción… Cualquier cosa menos esto. ——Entonces ella me aventó una almohada a la cara.

—— ¡Auch! ——Me queje sobado mi nariz, justo donde me había dado — ¡Oye ni que fuera una Villana!— Contesto ella, entonces las dos comenzamos a reír, me senté en la silla giratoria que se encontraba cerca y comencé a jugar haciéndola girar. — Bueno, dime ¿Es guapo? — Entonces frene la silla de golpe —Charlie no lo se, te dije que no le había podido mirar el rostro aun que…—Se paro de golpe y se sentó a horquillas de mí — ¿Aun que? ¿Qué? ¡Habla! —Me reí ante su insistencia— Pues era cómo sí nadie aparte de mí pudiera mirarlo, era como si fuera invisible.

—Ok… ¿Entonces tu acosador es un fantasma? — Me miro cómo si me estuviera volviendo totalmente loca y odiaba que esto pudiera ser verdad — Suena demasiado estúpido ¿Verdad? — Dije frotando mi rostro con las manos en un gesto de frustración. — No hermosa —me miro con angustia a lo cual yo la miro y de un momento a otra mi vista se comienza a nublar y me abrazo —Tranquila todo estará bien, todo estará bien.