Escalera al cielo

Capítulo XII

Antes compartiría una vida contigo que enfrentarme a todas las edades de este mundo sola.

Frase de la película "El Señor de los anillos"

 

Alex

Muchas de las personas que están muertas deberían estar vivas y muchas de las que están vivas deberían estar muertas, el típico pensamiento humano es que las personas buenas son las que primero parten a mejor vida, ¿vida? ¿Habrá vida después de la muerte? En estos momentos viene a mi mente aquella historia que relataba, que la vida y la muerte se habían enamorado, pero no podían estar juntos, pero que la vida enviaba constantemente regalos a la muerte, entonces ¿somos regalos para la muerte?, no lo sé, pero también recuerdo la famosa frase de los antiguos egipcios que decía que la muerte es sólo el comienzo. No me he atrevido a leer la cuarta carta ni siquiera a abrir la caja plateada, tengo un poco de miedo con lo que pueda encontrarme, no es por cobardía, pero hay verdades que muchas veces deben permanecer ocultas, esa frase me la ha dicho Tamina, la tía de Amambay.

Esta mañana fui a llevarle flores, rosas blancas y jazmines sus favoritas, al emprender el camino hacia su tumba, visualicé a lo lejos la silueta de una mujer que arrodillada lloraba desconsoladamente, entre sus gemidos pronunciaba algunas palabras, aunque no pude entender lo que decía. Al percatarse de mi presencia se levantó y se secó las lágrimas con un pañuelo que tenía en la mano.

-Sabes Alex, sé que todos piensan que fui dura con ella que la trataba mal hasta incluso algunos piensan que la odiaba, pero déjame decirte que yo la adoraba, Dios santo, con la partida de mi Yeruti, Amambay era lo único que me quedaba en esta vida, hice lo que creí correcto, cometí demasiados errores y no los justificó, pero yo la amaba, era mi sobrina, la principal razón por la que me levantaba por las mañanas. Fui una tonta que no vi que en mi sufrimiento también la hacía sufrir a ella.

-Amambay sabía eso, sabía que usted la amaba y ella también la amaba, sabía que usted estaba cargando un dolor demasiado grande por eso fue gentil todos estos años, usted era la única familia que no la había abandonado y ella no la iba abandonar en su dolor. -Eres un chico muy bondadoso, siempre entendí porque ella te amaba tanto, tú la devolviste a la vida, cuando te miraba los ojos le brillaban, me recordaba a cuando era ella niña, en tu compañía ella era feliz.

- ¿Por qué me está diciendo todo esto señora Tamina? - Mira Alex, nosotros nunca fuimos cercanos y la verdad he sido grosera contigo todo este tiempo, pero todo tiene una razón hasta la muerte de Amambay tiene una razón que ahora no la estamos visualizando, no puedo dormí desde que murió, mi corazón me reclama la razón de su partida, pero mi cabeza no puede contestar. No puedo esperar a volver a verla, sería tan feliz si la tuviera nuevamente entre mis brazos.

-No sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, cada mañana nos levantamos pensando que es un día más cuando en realidad es un día menos, un día menos para amar y un día menos para vivir; la comprendo perfectamente señora Tamina, sé la frustración que siente de no tener más a Amambay en cuerpo presente, siempre encontré consuelo en esta frase “las personas que amamos nunca nos dejan, por que permanecen siempre en nuestros corazones”. Recuérdela y ella nunca morirá.

- Si eso es cierto, ella sería inmortal y no tendría tanto miedo a la muerte. – Yo no le temo a la muerte, temo a no volverla a ver, por eso cada mañana miro sus fotografías para no olvidar ni el más mínimo detalle de su rostro y poder grabarla por siempre en el corazón.

 

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En el texto hay: resiliencia, amor dolor y muerte

Editado: 25.08.2018

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