Escapándome del lobo

11

Al salir de la preparatoria, Carolina, Kenzie y yo nos iríamos en mi auto a su casa, habían dicho que Kayler y Connor irían a casa del papá de Kay a una supuesta reunión.  Parecía que volvían a lo de antes, pero ésta vez era por la llegada de dos vampiros al territorio Brown. Al parecer ésta ciudad era territorio de lobos y están dispuestos a todo para echarlos.


 

Kenzie era la única que no estaba enterada de todo ésto, no sabía de los hombres lobo ni de vampiros, ella solo salía con un chico guapo y ya. Ella no tenía familia y Carolina me comentó hace rato que planean vivir juntos ellos dos. Kenzie no responde aún.  Will al parecer solo se mantenía saliendo con Ale, eran inseparables pero Ale también tenía miedo de que Will sepa lo que es y la rechace.


 

—Aún no sé qué decirle, —volvió a comentar Kenzie—. Es que ¿vivir con él? Me pone super nerviosa, soy demasiado torpe y no sé si un día de éstos le prenda fuego a la casa. —se quejó. 


 

Carolina y yo reímos.


 

—No te preocupes, solo dile lo que piensas y ya. Es más fácil si hablas con la verdad. —opinó.


 

Le di una mirada rápida.


 

—Sí, acepta el consejo de Carolina.  Ella te lo dice por experiencia —bromeé. Ella solo me lanzó una mirada llena de reproches y Kenzie rió a lo bajo.


 

¿Porqué Connor no le habrá dicho la verdad a Kenzie?


 

Iba manejando hacia la casa de Carolina, faltaba poco para llegar, estaba anocheciendo y cruzamos el desvío que va a la casa de los Brown. En unos minutos más estábamos en la casa de Carolina.


 

Nos bajamos. 


 

—Mamá no debe de estar en casa —dijo ella.


 

Mi mirada cayó en el lago y me quedé muda. Se estaba congelando. Sé que cada año pasaba eso pero al parecer éste año será más frío porque lo esta haciendo super rápido.  Sentí a Carolina y a Kenzie ponerse a la par mía.


 

—Lindo, ¿no? —inquirió Kenzie—Jamás había estado en un lugar así, con un lago hermoso y que se congele.  Es... mágico. 


 

—Ni yo apoyó Carolina.


 

Bueno, yo sí, nunca había venido a ésta casa pero sí vine una que otra vez a ver patinar a los demás.  Siempre que el lago se congelaba lo suficiente el alcalde de la ciudad transformaba este lago en una pista de patinaje sobre hielo, venían todos los del pueblo. Ya pronto invadirán el espacio de Carolina.


 

一Cuando el lago esté completamente congelado todo el pueblo estará por aquí patinando.  一les dije. Noté que me miraron.


 

一¿Por? 一cuestionaron las dos al unísono.


 

Me giré a ellas.


 

一El alcalde cada año tranforma éste lago en una pista de patinaje. Es muy divertido... Bueno, nunca había patinado pero quizá éste año me arriesgue.


 

Alzaron una ceja.


 

一¿No es peligroso? 一preguntó Carolina. 


 

一¿No se rompe? Podría caer alguien al agua y ahogarse.


 

Noté que Carolina se tensó al escuchar la palabra ahogarse.


 

一Nunca ha pasado.  一empezamos a caminar a la casa.


 

一Desde ya les aviso que no pondré un pie en el hielo. 一murmuró Carolina abriendo la puerta. 


 

Pasamos adentro.


 

一¿Porqué? 一quiso saber Kenzie yendo al sofá, tomando el control y encendiendo la tele.


 

Carolina me dio una mirada rápida. 


 

一Porque me da miedo el... hielo. 一mintió pausadamente que me causó algo de gracia.  Kenzie frunció el ceño al principio pero después asintió no muy convencida.


 

En eso observamos a Will bajar las escaleras, estaba sin camisa y traía el cabello despeinado, parece que se había acabado de levantar.


 

一Qué tal, chicas. 一saludó.


 

Le sonreí.


 

一Otro que no fue a clases. 一murmuró Carolina subiendo las escaleras一 Vamos, Anne.


 

La seguí.


 

Will se quedó con Kenzie viendo la televisión.


 

La casa de Carolina era algo grande, tenía varios cuartos. Y aquí fue donde vivió Scott. Pobre. Entramos a su cuarto y encendió la luz. Afuera ya estaba de noche. 


 

一¿Y qué pasó con Apolo? 一preguntó tomándome por sorpresa.  No le había contado nada porque no había tenido la oportunidad de hacerlo.


 

De todas formas apenas hoy Apolo terminó conmigo.


 

一Hoy Apolo... Terminó conmigo.  一confesé a lo bajo.


 

Abrió sus ojos del asombro. 


 

一¿Qué? Pero ¿porqué? 一cuestionó. 


 

Me encogí de hombros. 


 

一No lo sé. 


 

Frunció el ceño.


 

一¿Terminó contigo y ni siquiera sabes por qué?


 

Asentí.


 

Y entonces se escuchó un aullido, Carolina y yo nos miramos al instante y nos dirigimos a la ventana.


 

一¿Quién es? 一le pregunté.


 

Ella arrugó un poco la cara y quedó un momento pensativa.


 

一No sé... No lo había escuchado antes por aquí, es como un aroma nuevo.  一respondió. 


 

¿Un aroma nuevo? ¿como un hombre lobo nuevo? El único hombre lobo que llegó hace poco es... Thomas. Pero ¿porqué aullaría cerca de aquí? ¿acaso me está siguiendo?


 

一Thomas. 一susurré más para mí misma.


 

Ella me miró al instante.


 

一¿Qué hace en ésta parte del bosque? 一se cuestionó一 Pero se escuchaba como en problemas. 


 

Sentí algo en el pecho al escuchar eso ¿en problemas? ¿qué clase de problemas podría tener?


 

一Tenemos que ir. 一musité. 


 

一¿Porqué? Nunca le he hablado así que no tengo porqué meterme.  一me miró cruzándose de brazos. 一 ¿Y tú, Anne? ¿qué tienes que ver con Thomas?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.