Escapándome del lobo

17

Me quedé estática, sin parpadear, totalmente pasmada; es que eso no puede ser verdad, no puede ser cierto... Pero ¿cómo? Apolo estaba intentando descifrar mi cara, tratando de entender mis expresiones pero no tenía ninguna, o quizás sí: desconcierto total. Eso era.


 

—¿C-cómo has dicho? —susurré. 


 

Se sentó lentamente en el sofá y descansó sus codos en las piernas.


 

ㅡFue el día antes de la fiesta de Kayler que me di cuenta, tenía algunas dudas acerca de nuestros padres, cuando le conté a mi padre quién eras y qué significabas en mi vida él me preguntó que quién era tu mamá y como una vez me habías dicho el nombre se lo dije. ㅡcontó.  Me senté junto a él atenta a la historia. ㅡÉl dijo que no podíamos estar juntos porque éramos... Hermanos.


 

Era totalmente imposible, pero ¿cómo? Tengo dos padres nada más y ahora Apolo me dice ésto.


 

ㅡEspera... ¿Estás diciendo que uno de mis padres... También es el tuyo? Es que no te entiendo.  ㅡbalbuceé.  Todo era tan confuso.


 

ㅡTu madre, Anne... A parentemente es... La mía también.  ㅡconfesó.


 

Sentí como si un valde de agua helada me hubiera caído encima. ¿Mi mamá? ¿Apolo y yo hermanos?.


 

ㅡNo puede ser. ㅡmusité.


 

ㅡSí puede ser. Por eso no podíamos estar juntos, no podemos.


 

Era lo más lógico.  Por eso se portaba tan distante conmigo.  Sin embargo, ¿porqué no estoy devastada al saber ésto? ¿porqué ya no me duele como antes?


 

ㅡMi mamá me tiene que dar una buena explicación para ésto, tú y yo no podemos ser hermanos, Apolo. ㅡle dije seriamente, me levanté y m dirigí escaleras arriba en busca de Carolina, aunque espero no encontrarla en nada incomodo. 


 

Al llegar a su puerta toqué dos veces.


 

ㅡPasa, Anne.


 

Abrí la puerta, pero estaba sola ¿dónde se metió Kayler?


 

ㅡ¿Y tu novio? ㅡle pregunté.


 

Estaba sentada con el Diario de Scott en la mano, aún no lo ha abierto.


 

ㅡSalió por la ventana, ㅡcontestó. Se reincorporó y dejó el diario bajo el colchón. ㅡ¿Pasó algo con Apolo? ㅡquiso saber.


 

Bajé la mirada.


 

ㅡApolo me dijo que... ㅡrespiré profundo y la miréㅡ Que somos hermanos.


 

Abrió los ojos del asombro y luego frunció el ceño.


 

ㅡ¿Cómo? ¿hermanos? Eso no puede ser. ㅡmurmuró.Me encogí de hombros e intenté olvidarme de todo. Carolina observó mi comportamiento con el ceño fruncido. ㅡEspera... Acabas de decirme que Apolo y tú son hermanos y estás como si nada.


 

Me senté en la cama, era cierto, hasta yo misma estaba sorprendida. Apolo, mi ex novio, al que hasta hace poco quería, al que le di mi primer beso ahora no era lo mismo. No es lo mismo desde que... Thomas llegó.


 

ㅡNo sé, Carolina, estoy algo confundida.  ㅡme sobé el brazo, con la mirada en el suelo.


 

ㅡOye, está bien, eso de ser hermanos debe de ser solo un error. Apolo está confundido... Es que, Anne, eres su mate. Si sabes lo que significa, ¿no?


 

Asentí no muy confundida, no sabía ahora mismo lo que eso significaba. 


 

ㅡLo sé pero... ㅡme detuve en seco al darme cuenta de lo que iba a decir, mis sentimientos por él cambiaron, todo cambió y no sé si para mal o para bien.


 

Agh ¿porqué tengo que estar tan confundida? Solo quería ser la protagonista de una de esas historias de romance, o de las historias de Disney, ser una princesa que encuentra a su príncipe y viven felices por siempre,  a pesar de que la bruja mala hace lo posible para que no sean felices.  El amor perdura.  Siempre. 


 

ㅡ¿Pero qué? ㅡinquirió ella a lo bajo.


 

Negué con la cabeza restándole importancia y me puse de pié.  El sonido de las personas riendo en el lago congelado me dio una idea.


 

ㅡVen, vamos al lago. ㅡle estreché mi mano.


 

Arrugó la cara en forma de negación.


 

ㅡNo es necesario que entres a él, solo quiero olvidarme de todo por favor. ㅡhice puchero.


 

Me fulminó con la mirada al momento en que tomaba mi mano.


 

  Salimos de casa y nos dirigimos a la entrada, en donde estaban muchas personas cogiendo sus patines y yendo a patinar.  Habían parejas besándose, otros agarrados de la mano patinando juntos, otros iban sólos y otros solo observaban. Había demasiada gente la verdad.


 

ㅡExtraño cuando no había nadie aquí.  ㅡmurmuró Carolina a lo bajo esquivando a las personas.  El hielo en el agua era sólido, es decir, más al fondo  estaba un letrero en el que no se podía pasar, supongo que ahí el hielo es mas delgado. 


 

ㅡSolo busca algo con qué divertirte. ㅡle dije.


 

ㅡMejor llamo a Kayler.


 

Noté que Kayler y Apolo estaban hablando en un lugar más alejado ¿le habrá contado a Kayler? Digo que sí porque éste intentaba animarlo.


 

ㅡNo tienes que llamarlo. Ahí está.


 

Siguió mi mirada y su mirada cobró alivio.


 

ㅡ¿Me acompañas?


 

La miré incrédula.


 

ㅡNo, está bien, ya vuelvo.


 

Y se fue esquivando a las personas en busca de su novio.  Me quedé de pié de brazos cruzados sin saber qué hacer. Podría tomar unos patines y ir a patinar un rato, pero sería feo ir sola.


 

ㅡVaya, vaya, la pequeña Anne con ganas de ir a patinar.  ㅡla voz burlona de Thomas hizo que mi piel se erizara. Éste apareció en mi campo de visión con la típica sonrisa derrite corazones de siempre.  Al parecer ya está completamente curado.


 

Bien por él.


 

ㅡ¿No que ibas a hacer algo importante? ㅡcuestioné alzando una ceja.


 




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