Escapándome del lobo

40

Nos detuvimos en seco, mirando a ese vampiro estar de pie, de brazos cruzados frente a nosotros, mirándonos y sonriendo. No sabía cómo había venido aquí, si nos ha estado espiando y siguiendo. Siendo Clark no lo dudaría, pero además, Kenzie estaba en la casa ¿ella lo llamó? ¿Le habría hecho algo? ¿Porqué no está aquí con el?


 

—Clark —pronuncie su nombre, frunciendo un poco mi ceño— ¿que estás haciendo aquí? —me cruce de brazos.


 

—¿Quien es el? —cuestionó Vanesa.


 

—No es nadie, Vane, solo un intruso a quien no ha sido invitado —contestó Carolina, ahora mirando a Clark—. Kayler y los demás están por venir —le dijo.


 

Clark rió un poco, sabía que no les tenía miedo ni a Kayler ni a cualquier otro lobo.


 

—No me quedaré mucho tiempo, solo vine a saludar a una vieja amiga —señaló por un segundo la casa—. Y de paso hacer algo de trabajo —me miró—. Ya que otros al parecer quieren ser más listos que yo.


 

Supuse que ese otro sería Thomas.


 

—Como sea, no eres bienvenido aquí, Clark, es mejor que te vayas —le dijo Carolina—. Ellos ya vienen.


 

Escuchamos voces y pisadas en el bosque, así que giramos en esa dirección, esperando ver a los demás chicos allí, y si, allí venían ellos, vistiendo solo unos pantalones y... las chicas una camisa enorme.


 

—Justo a tiempo —habló Carolina—. Miren quien apareció por... —giró en dirección a Clark, pero se detuvo en seco. Miré también, dándome cuenta de que ya no estaba—. Genial —se cruzó de brazos.


 

Los demás notaron que Clark había desaparecido misteriosamente.


 

—Esperen... ¿donde está ese hombre? —quiso saber Carla—. Estaba allí y de pronto ya no.


 

—Están pasando cosas raras ¿nos explicarán? —le siguió Vanesa. Gregory y Chris estaban en silencio, pensativos. Will se apresuró a llegar donde Ale, quien venía casi desnuda. Kayler llegó donde Carolina, solo llevaba un chort corto. Y Thomas... estaba con esa chica, quien también estaba medio desnuda. Él llevaba unos pantalones cortos también. Thomas se apresuró a llegar donde mi.


 

—¿Estas bien, pequeña? ¿Te hicieron algo? No sabes cómo siento haberte dejado sola —me tomó de la cara, inspeccionándome, para después darme un abrazo rápido y besar mi frente. —Quiero presentarte a alguien —me dijo, mirando a la chica, se acercó a ella y la tomó de la mano—. Ella es Yube, mi hermana.


 

¿Su hermana? Wow, eso es... genial. Es decir, él me había contado que su hermana era la chica a quiénes Clark y Elleon querían para el ritual, pero por defenderla él se encargó de buscar a otra persona, y esa persona terminé siendo yo.


 

Sonreí tímida. Ella se miraba algo asustada, se miraba como de unos quince años o dieciséis, era bajita, cabello rubio como él de Thomas, sus ojos eran azules igual. Era como la copia de Thomas versión mujer.


 

—Hola, soy Anne —le estreché mi mano. Observó mi mano, para luego mirar a Thomas, pensé que me dejaría con la mano estirada pero no fue así, elevó su mano y la estrechó con la mía.


 

—Hola, Anne, al fin te conozco. Mi hermano siempre me habla de ti —sonrió un poco cohibida. Su voz es suave y algo temerosa.


 

Miré a Thomas, quien se rascó la nuca y se encogió de hombros.


 

—¿Alguien nos va a decir qué pasa? —la voz de Gregory nos trajo de vuelta a la realidad—. Carolina, ¿porqué te ibas a ir con ese lobo? ¿Porqué actuabas como si hablaras con ellos? —caminó hacia Carolina, pero Gregory parecía estar demasiado nervioso y confundido.


 

Kayler se interpuso delante de Carolina mirando amenazante a Gregory.


 

—Quieto, no hables cosas que no son. Y tampoco le hables así —la defendió.


 

—Solo quiero saber la verdad —respondió Gregory al borde de la locura.


 

—Es cierto, chicos, esto nos parece muy raro y extraño. Por lo menos dennos una buena explicación —se metió mi hermano, él estaba a la par de Carla con los brazos cruzados. Vanesa y Carla parecían tener una conversación íntima.


 

—Se las diremos, ¿esta bien? Solo no aquí. Síganme, yo les dire todo —hablo Ale, empezando a caminar a la casa con Will de la mano.


 

—No, lo que tenemos que hacer es irnos ya —espetó Kayler—. Uno de esos lobos está herido y si muere... ellos vendrán por nosotros.


 

Se me instaló algo en el estómago al escuchar eso, un lobo había resultado herido. Y como escuchando las palabras de Kayler, a lo lejos se empezaron a escuchar aullidos, muchos aullidos. Nos miramos entre nosotros, dándonos cuenta de que eso solo significaba que el lobo había muerto.


 

—Cojan sus cosas y larguémonos de aquí —Kayler cogio de la mano a su novia y empezaron a caminar a paso rápido a la casa.


 

—Vamos, pequeña Anne, necesito que por favor le prestes algo de ropa a Yube para que se vista adecuadamente —me dijo Thomas algo rápido—. Vístanse y nos vemos en el auto.


 

Asentí en el momento en que tomaba a Yube de la mano y casi corríamos hacia la casa, los demás también hicieron lo mismo. Al llegar a la sala noté que Carolina hablaba con Kenzie, imagine que le explicaba lo qué pasó y teníamos que irnos. Esos lobos no tardarían en llegar. Yo no tenía que vestirme ni nada, mi ropa seguía en la maleta así que sólo tendría que buscarle ropa a Yube.


 

Subimos las escaleras, abrí la puerta de mi habitación y nos adentramos.


 

—Buscaré algo de ropa para ti —le dije, en el momento en que abría la maleta y sacaba unos pantalones desgastados.


 

—Está bien, —me dijo ella.


 

Saqué una camisa mangas largas, otra chaqueta y por último busque unos zapatos tenis. Con eso bastaba.




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