Oliver estaba en su habitación, rodeado de papeles y recortes de revistas sobre el mundo del entretenimiento. La idea de forjar su propio camino lo había consumido, y estaba decidido a separarse de la sombra de Lance. La conversación con Rose había sido crucial para aclarar sus pensamientos. Ella, siempre comprensiva, le había dado algunos consejos útiles sobre cómo podía destacar por sí mismo.
—Tienes que ser fiel a ti mismo, Oliver —le dijo Rose, mientras revisaba algunos documentos con él—. No dejes que la competencia te haga perder tu esencia. Si te enfocas en lo que realmente quieres, podrás encontrar tu propio camino.
Oliver asintió, determinado a seguir adelante. La oportunidad de brillar por sí mismo estaba a la vista, y no podía desperdiciarla. Mientras tanto, Lance se preparaba para una importante entrevista en vivo, que podía catapultar aún más su carrera.
—¡Buena suerte en la entrevista, Lance! —dijo Oliver con un tono que ocultaba su verdadero sentimiento—. Espero que todo vaya bien.
Lance le sonrió, un gesto lleno de gratitud.
—Gracias, Oliver. Estaré de vuelta pronto. Cuida de Gemma y Rose mientras estoy fuera.
Oliver miró cómo Lance se alejaba en su auto, sintiendo una mezcla de emociones. Sabía que este era el momento perfecto para actuar.
—Rose —dijo Oliver, girándose hacia ella mientras Lance se iba—. Voy a estar ocupado en algo, así que te agradecería si pudieras cuidar a Gemma mientras tanto.
Rose lo miró con cierta preocupación pero asintió.
—Claro, Oliver. No te preocupes por eso.
Oliver se dirigió hacia la puerta del baño para empezar finalmente con su propia historia
Oliver se miró en el espejo, contemplando su reflejo con determinación. Sus ojos azules brillaban con intensidad, y su cabello largo y rojo caía en ondas sobre sus hombros. Había llegado el momento de un cambio radical, un nuevo comienzo que lo separaría de la imagen de Lance. Con una mezcla de emoción y nerviosismo, comenzó a reunir los productos que había comprado: el tinte azul, tijeras y algunos accesorios que le darían un toque único.
Mientras tanto, en el estudio, Lance estaba a punto de entrar en escena para su entrevista en vivo. Las luces brillaban, y el público lo esperaba con ansias. Una sonrisa confiada se dibujó en su rostro mientras se sentaba en la silla frente al presentador.
—Es un placer tenerte aquí, Lance —dijo el presentador, mirando a la cámara—. Hemos visto tu increíble trabajo en pantalla. ¿Cómo te sientes al respecto?
Lance respiró hondo, sintiendo el calor de las luces y la energía de la audiencia.
—Es un verdadero honor. Estoy muy agradecido por las oportunidades que he tenido. La actuación es algo que siempre he amado, y saber que puedo compartir eso con el mundo es una bendición. Además, tengo que decir que mi familia es mi mayor apoyo. Mi hermano, Oliver, y Gemma son lo que me motivan a seguir adelante —respondió Lance, con sinceridad en su voz.
La cámara enfocó a Lance mientras hablaba de su vínculo con Oliver y Gemma, enfatizando la importancia de su familia en su vida. Mientras él compartía estas historias entrañables, Oliver se dejaba llevar por la emoción y la frustración al mismo tiempo, sintiendo que cada palabra de Lance era un recordatorio de lo que había estado luchando por alejarse.
Con una sacudida de determinación, Oliver aplicó el tinte azul en su cabello, sintiendo que cada gota representaba un paso hacia su nuevo yo. Sabía que este cambio era más que superficial; era un símbolo de su decisión de dejar atrás las comparaciones y forjar su propio camino en el mundo del entretenimiento.
—Este es mi momento —murmuró para sí mismo, mientras los colores vibrantes comenzaban a transformar su imagen en el espejo.
El contraste entre los dos hermanos se hacía más evidente: mientras Lance compartía su amor por la familia y el trabajo, Oliver se sumergía en su propio viaje de autodescubrimiento y cambio. La distancia entre ellos parecía ampliarse, y con cada segundo que pasaba, Oliver sentía que se acercaba más a la versión de sí mismo que siempre había querido ser.
Oliver estaba en su habitación, el cabello aún húmedo de la reciente aplicación del tinte azul. Se había decidido a hacer un cambio radical, con la intención de dejar atrás la sombra de Lance. Con manos firmes pero temblorosas, comenzó a cortar el lado izquierdo de su cabello en mechones, dejando que cayeran las hebras sobre el suelo. Cada corte era un acto de liberación, un rechazo de la imagen que compartía con su hermano.
Mientras el cabello caía, Oliver se observaba en el espejo, sintiendo que su nueva apariencia representaba un nuevo comienzo. El lado izquierdo de su cabello ahora era un vibrante azul, en marcado contraste con el rojo intenso del lado derecho. Con cada trazo de tijera y cada capa de tinte, se sentía más alejado del reflejo que había compartido con Lance durante años.
En contraste, Lance se preparaba para salir de la entrevista en vivo. La multitud de fans y paparazzis se había reunido frente al edificio, ansiosos por ver a la estrella del momento. Lance se movía entre ellos con una sonrisa genuina, posando para las cámaras y respondiendo a las preguntas con la calidez que lo había caracterizado siempre. Aunque disfrutaba del reconocimiento y el cariño del público, también sentía la presión de mantener el equilibrio en su vida personal y profesional.
Mientras Oliver se aplicaba el tinte azul, su mente se llenaba de pensamientos de determinación y un nuevo futuro. Con cada aplicación de color y cada corte de cabello, sentía que se estaba alejando de las expectativas y comparaciones que lo habían atormentado. La transformación física era también una declaración de su deseo de ser visto por sus propios méritos.
Por otro lado, Lance se enfrentaba al bullicio de la fama, rodeado por la multitud de admiradores y medios que se aferraban a cada palabra y gesto suyo. Su éxito y reconocimiento eran el resultado de años de trabajo y dedicación, pero también de los desafíos personales que había enfrentado.