Escape del Reflector

Elementales

Cuando llegaron al lago, Gemma y los niños se encontraron con una escena tranquila: un lagarto de escamas celestes dormía plácidamente en la corriente. El sol comenzaba a ocultarse, tiñendo el cielo con tonos cálidos que reflejaban en el agua clara del lago.

Diaval, impaciente y curioso como siempre, no pudo resistirse. Se transformó en cuervo y, aleteando, picoteó suavemente al lagarto para despertarlo. Hiroshi, el lagarto de escamas celestes, se estiró lentamente, despertando de su siesta con un bostezo.

—¿Qué pasa, Diaval? —murmuró Hiroshi con voz somnolienta mientras se desperezaba.

Diaval soltó un croar de risa antes de transformarse en niño, su forma regresando a la apariencia de un niño pequeño con cabello oscuro y ojos brillantes.

—¡Despierta, Hiroshi! ¡Nosotros y Gemma hemos venido a buscarte!

Hiroshi se estiró de nuevo, parpadeando al ver a los nuevos visitantes. Cuando finalmente se dio cuenta de quiénes eran, su rostro se iluminó con una sonrisa amistosa.

—Oh, hola, Ryuho. Hola, Diaval. Hola...¿Gemma?. ¿Qué los trae por aquí?

Gemma se acercó, y Ryuho, que había permanecido en su forma de niño, se mantuvo al lado de ella.

—Hola, Hiroshi. Estamos buscando un lugar seguro y pensé que podrías ayudarnos. La situación es un poco complicada.

Hiroshi asintió, comprendiendo la gravedad de la situación a través del tono de Gemma.

—Claro, puedo ayudarles. El bosque tiene algunos lugares ocultos y seguros donde pueden quedarse por un tiempo. ¿Quieren que los lleve allí?

Gemma asintió con gratitud.

—Sí, por favor. Estamos tratando de evitar a los cazadores y encontrar un lugar tranquilo para descansar.

Hiroshi se levantó de la corriente y se sacudió el agua de su piel. Luego, con un gesto, los condujo hacia una pequeña cueva oculta detrás de unas rocas y arbustos, una entrada apenas visible para los ojos no entrenados.

—Este lugar es bastante seguro. Pueden quedarse aquí mientras planean su próximo movimiento. Hay agua potable cerca y algo de comida que puedo compartir.

Gemma y los niños entraron en la cueva, agradecidos por el refugio. La oscuridad de la cueva ofrecía un alivio bienvenido del sol y la tensión de su viaje.

Mientras se acomodaban, Gemma miró a Hiroshi con gratitud.

—Gracias por tu ayuda, Hiroshi. Realmente lo necesitamos.

Hiroshi sonrió, y aunque parecía algo flojo, su amabilidad y disposición a ayudar brillaban con claridad.

—No hay problema. Siempre es bueno tener amigos en quien confiar, especialmente en tiempos difíciles.

Con eso, el grupo se asentó en la cueva, preparando un pequeño área para descansar y recargar energías. Gemma se sentía un poco más aliviada ahora que estaban en un lugar seguro, aunque sabía que aún tenían mucho que enfrentar.

Mientras se acomodaban en la cueva, Gemma, intrigada por las nuevas amistades y la naturaleza del bosque, decidió preguntar sobre los espíritus que la rodeaban.

—Hiroshi, ¿puedes decirme más sobre lo que son los espíritus? —preguntó Gemma, su curiosidad evidente en sus ojos.

Hiroshi, quien ya se había acomodado en un rincón de la cueva, sonrió con interés al ver que Gemma estaba dispuesta a aprender más.

—Claro, Gemma. En realidad, los espíritus que ves por aquí son más conocidos como elementales. Cada uno de nosotros representa un elemento específico de la naturaleza.

Gemma lo escuchaba atentamente mientras Hiroshi continuaba.

—Ryuho, por ejemplo, es un elemental de tierra. Eso significa que tiene una conexión especial con la tierra, las rocas y las plantas. Por eso puede controlar y comunicarse con esos elementos de forma natural.

Ryuho, al escuchar su nombre, asintió con orgullo, mostrando una ligera sonrisa.

—Diaval, en cambio, es un elemental de aire. Puede manipular el viento y tiene una afinidad con el cielo y las corrientes de aire. Eso explica por qué puede transformarse en un cuervo y volar tan ágilmente.

Diaval hizo una pequeña reverencia, con una expresión juguetona en su rostro.

—Y yo soy un elemental de agua —continuó Hiroshi—. Mi conexión está con el agua, ya sea en forma de río, lago o lluvia. Puedo manipular el agua y sentir su flujo.

Gemma asintió, asimilando la información. Luego, pensativa, preguntó:

—¿Y qué pasa con los híbridos como yo? ¿Qué tipo de habilidades combinadas tenemos?

Hiroshi reflexionó por un momento antes de responder.

—Bueno, los híbridos como tú suelen tener habilidades que combinan los elementos que sus padres representan. Podrías tener una mezcla de las habilidades de tus padres. Como en tu caso, siendo mitad humano y mitad espíritu de cuervo, podrías tener una combinación de habilidades relacionadas con la tierra, el aire, y quizás también algo de oscuridad o espíritu.

Gemma se quedó en silencio, considerando la idea de que sus habilidades podrían ser una combinación única. Sabía que poseía habilidades especiales, pero nunca había pensado en ellas en términos de elementos.

Ryuho, al ver la confusión en el rostro de Gemma, agregó:

—La verdad es que cada híbrido es único y sus habilidades pueden variar mucho. Tendrás que descubrirlas por ti misma con el tiempo.

Gemma asintió, sintiendo una mezcla de esperanza y incertidumbre. La idea de que sus habilidades pudieran ser una mezcla de elementos la emocionaba, pero también la hacía sentir que aún tenía mucho que aprender sobre sí misma.

—Gracias por explicarme todo esto —dijo Gemma, mirando a Hiroshi, Ryuho y Diaval con gratitud.

—No hay de qué —respondió Hiroshi—. Estamos aquí para ayudarnos unos a otros, después de todo.

Con eso, el grupo se acomodó más cómodamente en la cueva, preparándose para pasar la noche y reflexionando sobre las nuevas ideas y conocimientos que habían compartido. Gemma se sintió un poco más aliviada, sabiendo que no estaba sola en su búsqueda de respuestas y que tenía nuevos amigos que la apoyaban en su viaje.




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