Escasez de luna

CAPÍTULO 4: MI TRABAJO

 Al llegar a la cabaña encontré a los chicos en la sala, estaban sentados y sorprendentemente, todos tenían la mirada perdida en algún lugar del lugar. 

—Hola chicos, ¿sucede algo? — pregunté haciendo que sus miradas rápidamente lleguen a mí. 

—No es nada, ¿cómo te fue? —cuestionó Logan refiriéndose a Ethan. 

Sonreí y me senté en un sofá grande junto a Joshua y Jacob. 

—Pues estoy algo sorprendida aún, no pensé en encontrar a mi pareja destinada de esta manera, pero me siento muy feliz justo ahora. 

Los chicos asintieron lentamente y sonrieron junto a mí. 

—Nos alegra saber que eres feliz —me miro Jacob y acaricio mi cabello de una forma gentil y cariñosa. 

—¡No quiero que te vayas! —confesó Joshua con un puchero mientras tomaba mi hombro. 

Los chicos al oírlo se removieron un poco, así que era por eso que se fueron esta tarde…

Acaricie su cabello rubio y apreté un poco sus mejillas haciendo que soltara un quejido; me encanta mirar sus mejillas rojas. 

—No me iré… Todavía—, me acomodé en el sofá y miré los rostros sorprendidos de todos. Así que continué —Me quedaré aquí hasta que se resuelva el problema de las amenazas hacia nuestro territorio. Hable con Ethan, no le conté lo que pasaba pero acepto. 

Fue un poco difícil, ya que quería saber qué era lo que pasaba y si podía ayudar en algo, pero era mejor no meter a más personas en esto.

Una sonrisa se formó en el rostro de Joshua y pude oír los suspiros de alivio de los demás, causando un gran cariño y aprecio dentro de mí. 

 —¡Súper! —sonrió el rubio y se acercó a mi oído para susurrar —Así nos da tiempo de hacerle bromas a los chicos. 

Sonreí y los miré, sus rostros mostraban algo de confusión lo que me hacía reír bajo y asentí en dirección de Josh. 

 —¿Qué les parece una noche de películas de terror? —propuse con una ceja levantada mirándolos.

Los chicos sonrieron y se levantaron de sus asientos, el primero en hablar fue Jacob. 

—Logan, acompáñame a la cocina a preparar las palomitas y algunos bocadillos. 

Automáticamente, Logan asintió mientras miraba su celular como siempre, me quede con Oliver y Joshua escogiendo que película veríamos. Al tener todo listo, buscamos algunas mantas y nos sentamos, Jacob y Oliver se sentaron en el sofá mientras que nosotros los hicimos en el piso y nos acostamos del. 

Decidimos ver la ouija 

—Sería un imbécil si tratara de comunicarse con alguien con esa cosa —Logan hizo mala cara y puso un cojín en sus piernas. 

—Yo lo usaría… Pero deben prometerme que no dejarán que un demonio se me acerque antes de que se mueran. —dijo Joshua con cara traumada y reí. 

Después de unos minutos Oliver habla. 

—Esa mujer está loca —dice refiriéndose al espíritu de la madre que en vida utilizó a una de sus hijas como recipiente para los muertos. 

La película realmente es aterradora, desde la mentira de la hermana en el psiquiátrico hasta las posesiones y el final. 

Al acabar la película nos levantamos y recogimos las cosas, ya era demasiado tarde, por suerte mañana en sábado y no tendría que madrugar por la universidad. 

Bostece mientras recogía algunas cosas del suelo. La voz de Josh llamó mi atención. 

—Oliver, ¿puedo dormir contigo hoy? —Joshua juntó ambas palmas de sus manos en forma de súplica y el moreno negó con la cabeza. 

—No

—¿Por qué? 

—Roncas peor que un Pug

Josh se quedó callado entre sorprendido e indignado, solté una carcajada y esta vez Oliver me miró fijamente. 

—No te rías, tú pareces un perro con pulgas. Te mueves a cada rato y no dejas dormir.

Le mostré el dedo del medio y lleve algunas cosas a la cocina, observe a lo lejos como Josh se acercaba a Logan quien no dudó en sacar su celular y hacerse el despistado. 

Yo también estaba asustada por la película, estaba planeando escuchar música en mi habitación hasta que me diera sueño. 

—¿Quieres dormir conmigo? 

Él me miró y sus ojos brillaron alegremente para luego asentir rápidamente. 

Después de arreglar las cosas subí a mi habitación junto a Josh, antes de acostarme, me desenredé el cabello y me hice una trenza. Odio dormir con el cabello suelto, a veces me asusto porque pienso que tengo algún insecto en la cara y solo es mi cabello. 

Lleve la mirada hacia Joshua que ya estaba acostado solo que lo había hecho en el lado de la pared. 

—Oye. Ese es mi lugar. —lo llamó y él levanta solo la cabeza y me mira con ojos entrecerrados. 

—Yo no quiero dormir en el lado donde sale el monstruo, pau.

—Yo tampoco —contraataco. 

—¿Entonces? 

—Tengo una idea —dije y me acerqué a él, tomó asiento en la cama y me miró.—piedra, papel o tijera; el que gane se queda con el lado de la pared

él asiente y comenzamos a jugar, habíamos quedado empatados y solo faltaba una oportunidad.

—¡papel! 

—¡Tijera! —digo y sonrío al ver que gane. Me acuesto en mi lugar correspondiente y solo escucho un pequeño quejido de su parte. 

Le di la espalda mirando la pared color lila, respire profundo recordando todo lo que había sucedido el día de hoy, por fin he encontrado a mi pareja destinada… 

Era notoria la felicidad de mi loba, pero también había algo de inquietud, no hallaba la razón del porqué, ¿será normal este sentimiento? ¿Hay algo malo conmigo? 

Me volteé mirando ahora el techo, quizás solo sea por los problemas de la manada, no debería preocuparme. 

Cerré los ojos, pero un ruido me asustó, volteo hacia donde provenía y mire la cara dormida de Joshua con la boca medio abierta y ronquidos saliendo de ella. Oliver tenía razón, es peor que un pug; pero está muy equivocado si piensa que no me dejará dormir. 

Sonreí y me levanté con cuidado, caminé hacia mi armario y saqué una media limpia, me acerque a su cuerpo y pase mis manos repetidamente cerca de su rostro revisando de que estuviera profundamente dormido. 




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