Escasez de luna

CAPÍTULO 5: ¿QUÉ SUCEDE?

Se apartó rápidamente mientras sus manos cubrían su nariz sangrante. 

—Te volviste loca!? — jadeo aún sorprendido por el golpe. Me limpié las lágrimas y lo vi molestas. 

—¡Tú eres el loco! —¡¿Crees que no me asuste?! —mis ojos se humedecieron nuevamente y pase por su lado para irme a mi habitación. Logan tomó mi mano y jalo de ella abrazándome por detrás. 

—Lo siento, yo solo quería vengarme, no pensé que te afectara tanto —. Observe las miradas preocupadas y tristes de los demás y suspire. 

Sabía que mi broma lo había hecho enfadar, pero realmente me asusto, no sería capaz de perderlos; no creo soportarlo. 

—¿Nos perdonas? —nuevamente la voz de Logan llego a mis oídos, no podía mirar su rostro, ya que esteba detrás de mí aún con sus brazos a mi alrededor, su mirada estaba en los chicos mientras ellos me miraban a mí. 

—te perdono si me cocinas todos los días por un mes. — tenía que sacarle algo positivo a las lágrimas y Logan cocina muy rico. 

Escuche una risa salir del él y asintió dándome su mano. 

—hecho, linda. —Sonreí pero aun manteniendo indignación.

—¿y la pizza? — volteé hacia Josh quien se había ido por unos minutos y ahora regreso con una porción de pizza mientras le daba un mordisco. 

Fuimos a la cocina, al llegar me acerqué a la isla donde estaba la pizza, tomé un trozo de y le di un mordisco. Sentí la gloria al saborear las salsas y especies junto a la carne.

… 

Han pasado algunas semanas, he salido a citas con Ethan y la hemos pasado bien, es divertido y me hace reír, aun así, no sé por qué sigo sintiéndome inquieta o pensativa. 

—¡Pau! —Josh me saludo y le devolví el saludo con un beso en la mejilla, a lo lejos podía ver a Ethan charlar con sus amigos. 

Camine con Josh por las zonas verdes de la universidad, esta universidad era una de las más prestigiosas por la cantidad de profesores con excelentes certificados y reseñas, además de que no solo podías ver arte, había tantas carreras como deportes, medicina, psicología…

Al menos ya había pasado la semana exámenes, la próxima semana comenzaban las vacaciones. Siempre iba de viaje con los chicos o visitábamos a los padres de Jacob. Aun así, no sabía que haría este año con Ethan. 

Me senté en el césped, debajo de un árbol. Joshua se fue a comprar algo para comer y los otros chicos están hablando con el profesor de deportes.

Saque mi libreta de dibujos y pase las hojas mirando los diferentes dibujos que ya había hecho, saque un lápiz y le saque punta; suspire un poco y comencé a dibujar lo que había comenzado a perturbarme desde hace días. 

Después de casi una hora, ya Josh había regresado con algunos bocadillos, tome una paleta y la lleve a mi boca mirando el dibujo ya terminado. 

Un lobo. 

Un lobo de pelaje tan negro como la oscuridad, unos ojos ámbares que brillaban con fuerzas como llamas y unos colmillos afilados. 

Con solo verlo un escalofrío recorría mi espina dorsal levantando cada vello a su paso. 

Siempre era el mismo sueño, despertaba en el bosque, una parte que me era desconocida, trataba de escapar, pero siempre llegaba al mismo punto y solo podía mirar como salía entre los árboles con una altura escalofriante, me miraba hambriento mientras sus pasos hacían temblar el suelo al acercar sé a mí y en el momento en que acercaba su hocico a mi rostro me despertaba con la respiración agitada. 

Era fastidioso despertar así por una semana entera, sin embargo, aún no sabía la causa de ese sueño y sabía que tenía una. 

Cerré la libreta y metí las cosas en mi bolso, a los lejos podía ver a los chicos acercándose, una sonrisa se formó en mi rostro. 

—¿Nos extrañaste, enana? —hablo Logan burlonamente y le saqué el dedo. 

—Mido 1.65 puedo decir que soy alta… —antes de terminar me interrumpió su mano cerca de mi boca. 

Chasqueo la lengua en negación —hablame cuando me llegues a los hombros al menos, duende. 

Los demás se rieron y con una sonrisa satisfecha le mordí el dedo haciéndolo gruñir de dolor. 

—¡Ay, quítenme al duende de encima, este duende muerde! —carcajeé liberando su dedo y automáticamente lo froto con cuidado mirándolo las pequeñas marcas de mis dientes en el. 

Oliver acarició mi cabello con una sonrisa, tomo mi mano entre las suyas y comenzó a buscar algo en su bolsillo, cuando por fin lo puso en la palma de mi mano pude verlo. Automáticamente fruncí el ceño. 

—Oh, por favor. No me haga daño, pequeño duende —dijo con una sonrisa y los demás se rieron, le lance la moneda de oro que me había dado a su frente haciéndole una marca mientras que Joshua se revolcaba en el césped de la risa. Entrecerré los ojos. 

Comenzó una pequeña pelea de mordeduras y jalones de cabello, parecíamos unos niños peleando, pero no me dejaría perder. Después de un momento la voz de Jacob hizo que me detuviera.

 —Aquí viene el director —dijo con la mirada en su libro y me detuve rápidamente mirando al hombre casi calvo acercándose a nosotros. 

Rápidamente, le di un golpe en las costillas a Oliver haciendo que gruñera, pero también se detuvo cuando dirigió la mirada al mismo lugar que yo. 

Podía apostar que mi caballo parecía un monstruo viviente, pero con qué tiempo me da de arreglarlo cuando ya está frente a nosotros mirándonos como si fuéramos unos demonios de las tragedias. 

—Señorita Jones, le pido vaya a arreglar su cabello, esto es una universidad no una guardería —. Hablo con las manos detrás de su espalda y asentí, al caminar algunos pasos detrás de él le mostré el dedo y me reí para luego caminar al baño. 

Después de salir me encontré con Ethan que estaba sacando algo de su casillero, me acerque a el y lo abrace por la espalda, sentí como se tensó rápidamente, pero cuando miro quién era soltó un pequeño respiro. 

—Me asustaste, princesa. ¿Sucede algo? —dijo cerrando el casillero y volteando para abrazarme con fuerza.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.