Escasez de luna

CAPÍTULO 8: RESPUESTA

Después de pasar todo un día junto a Sofía regresé a la cabaña donde me esperaban los chicos. 

—Oh, regresaste —hablo Oliver mientras preparaba algo en la cocina. 

Solo asentí como respuesta y deje mi bolso sobre la mesita, me acerque hasta estar frente a la isla para mirar que estaba haciendo. Tome asiento y puse los codos sobre la mesa. 

—¿Qué haces? 

Levanto la mirada y me enseño una bandeja de galletas mientras que en su mano derecha llevaba una manga pastelera. 

—¿Y esto? — pregunté asombrada mientras señalaba las galletas, el se rio un poco, su personalidad es algo callada e indiferente, pero realmente es divertido en algunas ocasiones. 

—Es para los chicos —contesto con cierta diversión en sus palabras y supe que tramaba algo. 

—¿Qué estás haciendo? —dije casi en voz baja para que supiera a qué me refería, una risa baja salió de sus labios y negó con la cabeza. 

—Ya te dije, galletas —comenzó a servir las galletas en un plato grande —pero, si quieres saber que contienen tendrás que esperar a que las prueben los chicos. 

Dijo elevando sus cejas y con una sonrisa en su rostro. 

Mire las galletas por un momento y él se dio cuenta. 

—Aunque tampoco voy a negarme si quieres probarlas primero —me extendió el plato con las galletas y automáticamente negué. 

—Así estoy bien, gracias. 

Carcajee un poco con él y me levante de la silla, me dirigí a mi habitación y me di una ducha, mi cuerpo se sentía incómodo tal vez era por lo que había hablado con Sofía y me sentía culpable. 

Suspire y mire mi teléfono, mañana es sábado por lo que sonreí y comencé a leer un libro de lobos. No me había olvidado de lo que debía investigar. 

Fruncí el ceño luego no encontrar alguna explicación sobre las razones de aquella voz por casi cinco horas, deje el libro sobre la mesa y masajee mi cien, estaba cansada y no sabía en donde encontrar respuestas. 

Jugué con mis uñas mientras pensaba y salte de la cama cuando se me ocurrió una idea. 

¿Por qué no se me ocurrió antes? Pensé tomando mi celular deprisa y marqué el número de la señora kindlys. 

//¡Hola cariño! —contesto después de unos minutos y ya me imaginaba su sonrisa. 

—Hola nana, necesito tu ayuda —hablé. 

—¿Qué sucede? ¿Estás bien? —su voz sonaba preocupada y rápidamente le respondí para tranquilizarla. 

—No te preocupes, estoy bien. Pero necesito preguntarte algo —, conteste y me tome un poco de tiempo para preguntar —¿Sabes en donde puedo buscar libros sobre la historia e información de licántropos? —cuestione un poco más bajo por discreción. 

—Oh, me imagino que estás en la etapa de querer saber más de tu especie… —dijo despacio, se escuchó un pequeño suspiro de su parte y contesto mi pregunta. 

—Sí, se encuentra en el bosque… Muy adentro del bosque, está en el territorio del alfa dominante, en ese lugar hay una biblioteca con los libros más antiguos y con las historias desde miles de años —me contó y abrí un poco la boca, escuche muy poco de aquel territorio y mis abuelos siempre me advirtieron de no entrar ahí, ya que era peligroso. No obstante era obvio que nana me iba a advertir. —Pero debes tener cuidado, si es posible no te acerques al alfa, dicen que no le gusta que lo desobedezcan y conociéndote…

Solté una risilla cuando lo dijo, desde pequeña siempre he sido terca y con un poco de dificultad es que puedo obedecer a alguien. 

—Está bien, solo iré a mirar algunos libros. —// avisé y me despedí con más ánimos que nunca.

Luego de colgar busque un cambio de ropa y la guarde en un pequeño bolso, me iba a ser más fácil llegar en mi forma lobuna y después de estar lo suficientemente cerca, podía cambiarme detrás de algún árbol y caminar el resto del camino. 

Baje las escaleras y ya no se encontraba Oliver, supongo que debe estar en su habitación o en algún lado de la casa. 

Saque mi llave del perchero en la pared y salí sintiendo las fuertes brisas, aun el sol se encontraba a la vista, pero eso no quitaba el frío que hacía. 

Me puse el bolso en mi espalda y me de un salto me convertí en mi forma de lobo, podía escuchar el aullido de lilith en el fondo de mí, estaba feliz y curiosa al mismo tiempo de poder encontrar respuestas. 

Tenía un viejo mapa que había en un libro antiguo del abuelo, me lo quede a escondidas de él pensando en algún día visitar el lugar, dicen que hay cuevas y muchos licántropos en el lugar, ya que es el territorio del alfa superior se sienten protegidos en ese sitio. 

No sé por qué cuando menciono al rey alfa mi estómago se remueve, tal vez porque no quisiera meterme en problemas con alguien tan poderoso. En fin, después de una casi media hora corriendo comencé a escuchar el sonido de las personas por lo que supe que había llegado, retrocedí un poco y me oculte detrás de un árbol, volví a mi forma humana y me vestí con rapidez, arregle un poco mi cabello antes de comenzar a caminar hacia la entrada del sitio. 

Todo era impresionante, había tiendas de ropa y accesorios, restaurantes y parques. Observe a las personas que pasaban a mi lado, chicas guapas de cuerpos esbeltos, hombres altos de rasgos masculinos muy impresionantes. 

Mire de reojo mi cuerpo, es claro que no puedo compararme con ellas, tengo curvas, pero no soy una loba pura por lo que mi cuerpo no tiene mucho de estos genes, en cambio, las chicas cuentas 

con pechos grandes y caderas demasiado anchas. Acomode mi cabello para no comenzar con mis inseguridades. 

Hoy no. 

Sentí las miradas de las personas y note que me miraban con curiosidad, suspire y camine un poco más rápido. Me detuve de inmediato cuando mi rostro se golpeó con el pecho de alguien. 

—¡Auch! —tome mi nariz y mire el rostro de la personada detallando a un hombre rubio, una mirada aterradora que me examinaba el rostro, bajo la mirada por un segundo a mi cuerpo y volvió hacia mi rostro. Retrocedí un poco para tener mi espacio. 




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