Escasez de luna

CAPÍTULO 11: UN ERROR

Corrí por el bosque sin rumbo hasta que mi garganta ardiera y mis piernas temblaran, las lágrimas corrían sin parar y mi corazón se sentía tan pequeño y diminuto que me sentía vacía por dentro. 

Pegue la espalda a un árbol y me deje caer, ya era de noche por lo que todo estaba oscuro, aun así ya no me importaba el suelo sucio y frío que congelaban los huesos de mis piernas y brazos. 

Mi mirada perdida, buscando alguna razón de todo lo que estaba pasando, puse mis manos, cada una, a cada lado de mi cabeza culpándome por todo esto.  Mis labios temblaban, y sentía miedo. 

Miedo a lo siguiente que pasaría. Yo solo quería estar con alguien que me quisiera, alguien que me apoyara y que me respetara. ¡¿eso era mucho pedir?! 

Grite frustrada dejando un camino de lágrimas desde mis ojos hasta mi cuello y mentón. Mis manos tiemblan al igual que mi cuerpo, mi visión era borrosa y ardía. 

Escuche un sonido desde el bolsillo trasero de mi vaquero, saque mi móvil que no duro en iluminar mi rostro haciendo que cerraras los ojos de golpe. Era una llamada de Logan. Mire la pantalla sin expresión alguna, no quería contestar en la situación en la que estoy ahora, pero lo más probable es que era alguna noticia sobre los chicos, solté un suspiro y mire a mi alrededor, solo podía ver los árboles y escuchar a los insectos alrededor. 

Me soné la nariz que comenzaba a moquear, pero no era algo que me importaba en este momento. Me sentía demasiado cansada. Conteste el teléfono y lo lleve a mi oreja con un pequeño susurro. 

—Hola, Logan… —antes de poder decir otra palabra su voz gruesa y arisca me interrumpió. 

—¡Ven al Hospital, ahora! —su voz sonaba molesta, nunca había escuchado a Logan en ese punto y lo he visto enojado miles de veces. 

A continuación colgó la llamada, mire el teléfono por unos minutos, sentía que mis ojos se cerraron en cualquier momento, mis labios estaban magullados por tantas veces que los mordí. 

Me levanté con algo de dificultad, no podía ver con claridad, pero recordaba el camino, como no hacerlo si desde pequeña he recorrido el bosque y buscado mi pareja.

Fruncí el ceño al pronunciar la última palabra, ya de nada servía ahora. 

Comencé a caminar para evitar que las lágrimas salieran nuevamente, agradecí que llevaba un suéter aunque mis manos estaban congeladas, pase por árboles con la mirada perdida, solo espera llegar al hospital y ver como estaban los chicos, sé que ellos podían hacerme sentir mejor con solo hablar y podría olvidar un momento el dolor. 

Por otro lado, estaba asustada, ¿cómo Ethan entro a la cabaña? Pensé detenidamente todo lo sucedido y caí en cuenta de todo. 

no solo que la manada que estaba amenazándonos pertenecía a Ethan, sino también que ellos eran los que habían manchado los árboles alrededor de la cabaña y lo más seguro es que fueran ellos los que golpearon de esa manera a Oliver y a Jacob. 

Arrastre mis pies cuando entre al hospital, la luz blanca que contrarrestaba las paredes del mismo color, molestaban mis ojos haciendo que bajara la mirada, sentí las miradas de varias personas, no los podía culpar, mi ropa estaba sucia, puede que también tenga un olor feo en mi cuerpo y estaba seguirá que mi cabello estaba hecho un desastre. 

Entre al ascensor sintiéndome cada vez más estúpida que antes, eleve un poco la mirada hasta la pantalla a un lado que marcaba los pisos, solté un suspiro cansado y fingí una pequeña sonrisa cuando las puertas se movieron y me dirigí a la puerta de la habitación, toque levemente hasta que reconocí la voz de Logan. 

—adelante —después de eso entre y cerré la puerta ya adentro. 

Cuando me voltee encontré las miradas furiosas de los chicos, todos menos Joshua, me miraban enojados, me sorprendí y me acerqué un poco. 

—¡No te acerque! —la voz de Jacob hizo que me detuviera de inmediato. 

—¿Q-qué su-sucede? —pregunte alarmada y mi corazón latiendo a mil. 

—¿Aún tienes el descaro de preguntar? —Logan se acercó lo suficientemente a mí sin dejar de mirarme con odio palpitante, tuve que retroceder un poco o lo más probable es que me arrancaría la cabeza. 

Mire a los demás con confusión, no tengo idea de lo que quiere decir, a continuación veo a Oliver sacar su teléfono del bolsillo delantero de su pantalón y lo veo buscar algo en el. 

Después de eso escucho una voz que me dejo aturdida, era mi voz. Fruncí el ceño escuchando todo. “¡Oliver, necesito tu ayuda, estoy en el bosque, hay lobos persiguiéndome, Date prisa y trae a Jacob!”

Vi a los chicos buscando respuestas, sin embargo, estos parecían pedírmelas a mí. 

—Enviaste esto hace unas horas, fue cuando salí con Jacob a buscarte; al llegar varios lobos nos atraparon —hablaba casi susurrante como si su garganta lo molestara —¡Era una maldita trampa!

Quede perpleja con sus palabras no hallaba que decir, ¿cómo era esto posible? 

—N-No, Fue Ethan — logré decir con voz temblorosa, no era posible que esto me estuviera pasando. 

—¡Claro, siempre lo defendiste! —Jacob se alteró y me miro con más rabia todavía —¡apuesto a que le contaste todo, que estaban tratando de quitarnos nuestro territorio!

En ese momento mi aliento se fue, tenía razón. Fui una idiota por confiar en él. Mis ojos se inundaron nuevamente más contuve las lágrimas apretando los dientes con la fuerza que me quedaba. 

Vi a la única persona que no hablo, estaba en una esquina mirando la escena. Nuestras miradas hicieron contacto y solo le pedí algo, solo quería que me creyera, que supiera que yo no sería capaz de hacer algo así. 

Joshua parpadeó varias veces y volteo hacia la ventana y solo eso me bastó para saber que no me creía. 

Nadie me creía y me sentí tan culpable que ni fuerzas quedaron en mí. 

Solté sollozos y llevé las manos a mi rostro cubriéndolo. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.