- ¿Cómo van los preparativos Consejera Quiren? - Pregunto.
- Oh gran Abtaca los escuadrones letales están avisados. Como su excelencia ordenó primero avisamos a todo el grupo del escuadrón letal de la muerte, pero los otros también están avisados. - me responde la Consejera Quiren.
- Bien, eso está bien. - Digo. - ¿Cuánto tiempo tardaran?
- Un par de días, para reunir a los del escuadrón letal de la muerte. - Responde la Consejera Quiren. - Más para el resto. Es que ellos se encuentran muy lejos...
- No hace falta que se justifique. Respondo. - Yo mismo ordené y supervisé sus destinos. Soy consciente de lo lejos que están.
- Lo siento mi excelencia Abtaca. - me dice la Consejera Quiren.
- Bueno no podemos hacer mucho más que esperar y ver como funcione le nuevo experimento. - Comento.
- Se refiere a...- Empieza a decir la Consejera Quiren.
- Efectivamente. - La corto. - Aquel militar inferior que vino de Añilop y que al final fue el que nos dio la pista para encontrar a XX1 ha tolerado bastante bien el nuevo suero. Si es eficiente eso nos ahorrar todo el jaleo de los nanobots. El nuevo suero hace que la piel y los músculos sean igual de fuertes que el acero, además hace más grande al sujeto y no necesita comer tanto, más que un humano, pero no como los escuadrones letales. Si funciona sustituiremos a todos los miembros de los escuadrones letales por eso. Así ahorraremos grefeteno. Solo para un nuevo miembro de los escuadrones letales se necesita procesar quilos i kilos para hacer una mísera placa. No, necesitamos algo mejor. Si el sujeto consigue derrotar a XX1, el más fuerte miembro de los escuadrones letales significará que ha resultado positivo el experimento, si no, bueno seguiremos intentándolo. Al menos espero que consiga mantener entretenida a XX1. Por cierto, necesitamos despejar Gendle, ordene a todos los militares y controladores que eliminen a toda la población de allí. Utilizaremos la ciudad como base para exterminar a todos los habitantes de Coster. De ya la orden y envíe un destacamento militar inmediatamente.
- A sus órdenes gran Abtaca. - me dice al Consejera Quiren. - Hoy mismo será despejad