Esclavos De La Unión: El Continente Renacido

CAPÍTULO 31: EMPATE TÉCNICO

- ¡No! - Grito sin poder contenerme. Hacia muchos años que no tenía tanta frustración. - ¿Cómo es posible?

- ¿Gran Abtaca? - Dice con una voz temblando que denota temor la Consejera Quiren.

Ignoro su pregunta. ¿Cómo me he podido equivocar en mis cálculos? No, no me he equivocado con los cálculos, sino con la premisa. Yo nunca he considerado que XX1 conseguiría tener aliados. Eso era impensable... Ella no podría ocultar su condición de exmiembro de la Unión y ni los rebeldes no los afines en a la Unión confiarían en ella... Pero aun así ha conseguido tener aliados. Eso es inconcebible. ¿Qué no he tenido en cuenta? Le doy vueltas y mas vueltas en mi mente, pero no hayo la respuesta.

- Ilustrísimo.... ¿Cuáles son las nuevas órdenes? - Interrumpe el hilo de mis pensamientos la Consejera Quiren.

- ¡Que se calle! - Trueno con mi voz desgarrándome la garganta. - ¡No me interrumpa!

La Consejera hace ademan de ir a decir algo, pero cierra la boca inmediatamente. Mejor para ella como hubiera dicho algo su cabeza hubiera salido rodando y luego habría pasado a decorar las paredes de esta habitación.

¿Por qué? ¿Por qué la han ayudado? ¿Quién ayudaría a alguien que ha matado a tanta gente por la Unión y que nunca se ha relacionado con nadie más que con miembros de la Unión? ¿Qué tipo de lazos ha tenido estos meses? Empiezo a recuperar el control de mi cuerpo.

- Consejera Quiren. - Digo. - Haga que detengan a todo el pueblo de Añilop. Deseo interrogarlos uno por uno sobre la vida de XX1 uno durante su estancia allí. Es una orden directa e inmediata. Así que hágala efectiva o se las verá conmigo. ¿Me ha entendido Consejera Quiren?

- Completamente gran Abtaca. - Dice La consejera Quieren mientras hace una reverencia tocando casi su nariz en el suelo y luego abandonando la sala.

- Consejera Zirca. - Le digo por un intercomunicador. - Reagrupe las tropas.

- Como usted ordene. - Dice la Consejera Zirca tartamudeando, ella también ha escuchado mis gritos y sabe que no estoy de humor. - ¿Qué hacemos con la Válantain?

- Esta hecha completamente de Grefteno. -Digo la obviedad. - Ergo es imposible rastrearla. Es la mejor nave de la Unión... No podremos detenerla.

- De acuerdo. - Dice la Consejera Zirca.

- Por cierto. - Digo. - Añade a mi orden de replegar a las tropas que eliminen a todos los habitantes como se pensaba hacer en un principio. Trasladaremos la base a esa ciudad.

- Entendido. - Dice la Consejera Zirca.

Malnacida XX1 y su nave. Nunca espere que ella se atreviera a modificar la Válantain sin consultárselo a nadie. No la veía capaz, ella tan modosita como letal. Tan obediente como un canido. ¿Qué sorpresas me tendrá reservadas? Hace tiempo que no temo nada ni me preocupo y ahora empiezo a tener dudas. Y eso no es bueno. Debo de eliminarla lo antes posible.

- XX1.- Digo en voz alta. - Este combate ha salido así, ni tu te has salido con la tuya ni yo con la mía. Bueno, de momento considéralo un empate técnico.



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En el texto hay: distopia, tecnologia, chicas protagonistas

Editado: 24.02.2019

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