Gato enjaulado que con sus garras esparce la orina sobre cajas viejas y mueve una bola de estambre rota
Látigos en los pies, espinas en los dedos y una merienda dulce me envuelve al anochecer
Soñando con guitarras canté una canción romántica
¡Maldita sea! que esa canción sigue sonando hermosamente en mi cabeza delirante
Te llevo a aquella laguna rosa donde unos patos comieron el pan que le lanzabas a los peces azules
¿Ves aquella ventisca? es el viento que nos está saludando y está diciendo "te extraño"
Cuando quedó solo sin ninguna orientación ¿Quién fué que lo animo a salir nuevamente?
Debes ser tú, eso es seguro
Y él por la mañanas te llama pidiendo tu voz mientras sigue sonando aquella guitarra polvorienta
Lejos de casa, lejos de mi, porque así ha sido siempre, porque siempre ha ido asi.
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Editado: 01.08.2019