Escritos

La rebelión de la felicidad

¿Cuándo te conviertes en un rebelde de la vida? Todos hablan sobre el supuesto camino que debes seguir desde que naces, como si fuera un instructivo con reglas no escritas, te dan tantas charlas motivacionales sobre intentar esforzarte y hacer las cosas cada día mejor hasta lograr la meta, pero ¿es una meta para nuestra vida o para satisfacer la vida y expectativa de la sociedad que nos rodea?

Miras hacia el frente, siempre pendiente de alcanzar aquello al final del camino, y te enfocas tanto en querer alcanzarlo que pareces no fijarte del todo en lo que está a tu lado en el proceso, te das excusas como “después lloro” “hay cosas más importantes que ser emocional justo ahora” pero ¿Quién nos ha dicho que verdaderamente existe un después?

Si eres afortunado encontrarás ese después posiblemente, pero en definitiva no es como lo planeaste, todo se te sale de las manos pues los sentimientos y las emociones se acumularon a tal punto que terminaron explotando como un globo lleno de agua, las lágrimas, los gritos, las preguntas son una constante y recuerdas los buenos tiempos y como ni en un millón de años te hubieras imaginado llegar hasta ese punto de quebrantamiento, mucho menos cuando te mirabas al espejo diariamente queriendo convencerte de cuan fuerte eras y ahora ni siquiera te reconoces, te preguntas si eras un mentiroso y posiblemente lo eras.

Te mentiste en el momento que quisiste convencerte de que esa forma de pensar, de ver el mundo y la vida, la forma de soñar era tuya, cuando posiblemente solo repetías lo que otros decían ¿Cuántas veces estuviste extasiado a punto de tomar una decisión, pero no escuchaste tu voz en tu cabeza sino la de muchas otras personas? Te cuestionaste que iban a pensar de esa decisión antes de siquiera tomar en cuenta que ibas a pensar tu.

Todo cambia, nada es para siempre, ni siquiera el amor más fuerte se mantiene de la misma manera, pues evoluciona. Tu mejor evolución es cuando decides no mentirte más, salir del camino por el que todos caminan y quieres explorar nuevos andares, pero mientras cambias el rumbo sientes las penetrantes miradas a tu alrededor, te señalan y te tachan de loco, quieren hacerte volver al camino y ahora eres esa oveja negra que va por la vida como rebelde.

Una rebeldía en la que has descubierto que quieres equivocarte para aprender de tus propios errores, que no deseas seguir teniendo miedo por las caídas ajenas como si fueran historias de terror. Buscas amar sin mirar los fracasos o victorias ajenas porque ahora sabes que cada amor es único y diferente. Intentas soñar sin culpas porque has comprendido que esa será una felicidad que te vas a regalar a ti mismo, no un obsequio para envolver y dar en navidad.

Ha llegado ese momento en donde tu voz resuena con mayor fuerza, los “después” los conviertes en “ahora”, disfrutas cada sentimiento y lo vives dejando en claro que nadie puede poner reglas sobre tus emociones, que no está mal llorar, pues eso te ayudará a que la siguiente sonrisa no exista a medias, sino de una forma completa y sin ser opacada.

Deja de angustiarte te digo, pues te seguirán llamando rebelde, pero en realidad lo que se preguntan es cómo tuviste el valor y dejaste el miedo a un lado, cuando todos ellos no se atrevieron, cómo haces para brillar cuando vienen del mismo lugar en donde existía oscuridad.

Las batallas continúan, pero al menos ahora eres un rebelde que sabe escoger aquellas por la cuales luchar, escuchándote principalmente a ti y no a un mundo que jamás terminará de estar satisfecho con lo que hagas o dejes de hacer.




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