La vista exterior, la acaparaba el infernal cuerpo estelar que orbitaban. ¡Un inmenso agujero negro! Lo rodeaba un anillo de luz, de una gran belleza, que dejaba a todos los ocupantes de la estación de investigación hipnotizados.
Los protegía un campo de antigravedad, para evitar los efectos de aceleración temporal del exterior. Y su cometido, era el estudiar ese insondable abismo negro que engullía todo lo que cruzaba su horizonte. El planeta rocoso, en donde se encontraban las instalaciones del laboratorio, carecía de atmosfera, y se mantenía rodeando el monstruo en un delicado equilibrio de fuerzas.
El responsable de ABIS 1, era Gendian, un exigente científico de mediana reputación. Al igual que todos los que pusieron al frente de los otros nueve proyectos similares, con el objetivo de estudiarlos y recabar datos sobre los agujeros negros. A su cargo tenía a varios ayudantes y personal de mantenimiento de la base.
Gendian, era un hombre de unos sesenta años, bastante bien cuidado para su edad y con amplios conocimientos sobre los objetos que estudiaban. Le asistían Riam, una prometedora joven de Seption, un planeta colonial cercano. Y Mortun, del mismo mundo y algo menos brillante. Ambos de unos veinte años, y bastante atractivos. El jefe de mantenimiento era Lorni, de la misma edad que Gideon, con tres personas a su cargo, Viron, Luarna y Morgan. Esos últimos no solían mezclarse más allá de las comidas con los demás, estaban todos entre los treinta y cuarenta y eran de un aspecto normal.
La rutina diaria era la misma en las instalaciones, y en muy pocas ocasiones, se producía un descubrimiento que supusiera alguna novedad.
Así que cuando las alarmas empezaron a sonar, todos se pensaron que se debía a un fallo del campo de antigravedad, y corrieron a verificarlo. Nadie esperaba ver la imagen de aquella inmensa nave en la pantalla que se les acercaba.
¡Se dirige hacia el agujero negro! Debemos tratar de ayudarlos —comentó Mortun.
Seria del todo imposible, no conocemos esa nave y quienes fueran, correrian su misma suerte —argumento Gendian.
Tuvieron que estar de acuerdo con esa aseveración.
El vehículo espacial, para sorpresa de todos, comenzó a maniobrar de forma que denotaba que había alguien al frente de los mandos. Al ajustar su trayectoria, para evitar el halo de energía que circunvalaba el objeto estelar.
Paso junto a ellos, y penetraron en la negrura del abismo negro, sin que la nave resultara dañada. La escena, dejo sin palabras a todos, que les era imposible de dar crédito a lo que sus ojos veían.
¿Qué es lo que acabamos de presenciar? —planteó Lorni.
Fue Riam, la que se atrevió a dar respuestas.
Puede haberlo empleado como un agujero de gusano, o... —se detuvo por un momento, antes de ofrecer la siguiente— Que en el interior del mismo, exista una civilización capaz de construir en un espacio casi infinito de hipergravedad concentrada. Esas son las hipótesis que se pueden barajar —concluyó la mujer.
Ambas eran igual de difíciles de asimilar, para cualquiera de ellos, que seguían observando el agujero negro. No entró o salió nada más en la siguiente hora, por lo que Gendian, recopiló la información y la remitió a la Tierra.
Volvamos a nuestros trabajos, poco podemos hacer al respecto de lo que hemos visto. Ya recibiremos instrucciones --ordenó a todos.
Con más preguntas que respuestas por lo acontecido, obedecieron y regresaron a sus habítales quehaceres.
FIN
Editado: 02.05.2024