Escurridizo
Llevo alrededor de dos años intentándolo. Fue por curiosidad al principio. Pero conforme
pasaba el tiempo se convirtió en algo más, hasta llegar a ser el objetivo de mi vida. Mi más
grande logro. Mi obsesión. Y aunque cada vez lo hago con más facilidad, no obstante, no he
logrado vencer.
Así que realicé mi meditación antes de introducirme en el sueño profundo, y hacer lo mismo
que cada día y cada noche: despertar mientras duermo.
Una vez ahí, lúcido en el interior de mi mente, buscaré al monstruo que me acecha, el
artífice de mis pesadillas.
Él es muy escurridizo y hábil. Se ha escapado de la innumerable cantidad de trampas que le
he puesto, y yo me he librado de un sinnúmero de sus ataques. Al principio no lo supe, pero
ahora sé que siempre ha querido eliminarme, y no se lo permitiré.
En esta ocasión, después de recorrer diferentes mundos oníricos quedó al descubierto.
Permaneció muy quieto dándome la espalda. Actúe muy rápido y lo atravesé con una lanza.
El volteó hacía mí al mismo tiempo que un dolor infernal me atravesaba el tórax, justo
donde lo había herido. Lo vi de frente por primera vez al tiempo que perdía poco a poco la
conciencia.
El monstruo era yo mismo.