LUCES Y SOMBRES DEL ALMA
- Estaba frente al espejo, arreglándome como todas las mañanas. Ya sabes, mi ritual de cada día. - Me dijo asustada. - De pronto el reflejo de mi imagen comenzó a cambiar. No imaginas lo que estaba viendo. Mi cara se estaba transformando en algo horrible. - Seguía. - Yo me decía a mi misma, “aguanta, aguanta, solo es una ilusión, lo que estoy viendo es irreal, no puede hacerme ningún daño”. Pero aquello cada vez era peor, mi cara estaba irreconocible, ¡me había convertido en un monstruo!, era aterrador. Y aunque me propuse esperar para ver en qué quedaba todo aquello, no lo soporté y salí corriendo del baño. - Finalizó dejándome pasmada al recordar mi sueño de aquella noche.
¿Era su reflejo un absurdo de algo ajeno a ella?, ¿o lo que había visto era el lado oscuro de su alma?
Dos aspectos bien diferentes entre ellos, ¿con cuál decidimos quedarnos?
Basada en un hecho real.