Vi tu peculiar cabello subiendo al tren y apresuré mi paso para alcanzarte, hasta que... Mis piernas se congelaron ante la puerta del tren y mi corazón se cristalizó de dolor por unos segundos dejando caer una lágrima de pena.
Mis ojos no podían creer que a otro individuo (cuya persona estuvo a un paso al frente de mi) ya lo habías coronado como el rey de tus sueños, que le entregaste ese puesto en tu corazón que tanto había deseado fuera para mí.
Caí en tus ojos verdes inrresistibles, en tu sonrisa tan perfecta.
Me costará mucho superar este tema, pero quiero que seas feliz.
No leerás estas confesiones, es irónico, ¿Verdad?. Nunca sabrás que mi razón de sonreír desde Mayo del año pasado fuiste tú, jamás sabrás que mi anhelo por las noches eras tú... Nunca sabrás que en los escritos de un tercero se hayaba un sentimiento tan fuerte y puro por ti, desconocida.
No lo sabrás porque nunca pronuncié una palabra al respecto, pude ser tu compañero y no un tercero.
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Hola a todos, les doy gracias por leer esta historia. Me encantó la idea de compartirles este relato de un tercero, ¿Y a ustedes qué les pareció?.
Hemos llegado hasta el final de este sendero, pero se aproxima otra parada al cual ir.
Hasta la próxima.
Dios los bendiga.