Como una flor en otoño

El otoño llegó, las hojas cayeron, las flores poco a poco desaparecían y con el viento otoñal volaron los pétalos muertos.
Su cuerpo poco a poco se marchitaba cuál flor, que a pesar de su belleza no pudo contra la ley de la vida. Luchó contra el frío cada vez más fuerte, el viento bruto y sin piedad, y la lluvia que la ahogaba. Las nubes, cada vez más grises no la dejaban tomar bien el sol. Ese que tanto necesitaba. Y cómo si del cuento de La Bella y la bestia se tratara, la pusieron en un capelo de vidrio, sabiendo que aún estando ahí dentro, sus pétalos caerían uno por uno hasta que ya no quede ninguno.
Porque esa hermosa flor, era tan eterea¹ como efímera².
Las cosas se vuelven tan silenciosas por la noche, que hasta se puede escuchar el tic tac del reloj, y después de una noche de desvelo, verás la aurora⁴, justo antes de la salida del sol y escucharás su voz, esa voz meliflua³ que poco a poco salió, desgarrando su garganta, para ocultarse en lo más profundo de la memoria y ser recordada cuando te pases la noche pensando y te duele el alma.
Sólo debes creer y se volverán a ver en la tormenta de estrellas.

1.  Etereo: Extremadamente delicado y ligero, algo fuera de este mundo.
2.  Efímero: aquello que dura poco periodo de tiempo.
3.  Melifluo: sonido extremadamente dulce suave o delicado.
4.  Aurora: luz tenue y en tonos rosados que aparece justo antes de la salida del sol.

Por si no lo entendiste

Todo es una metáfora sobre la muerte. El frío son las enfermedades, el viento son cirugías, la lluvia es la preocupación de sus familiares, las nubes son el Covid-19 y las medidas qué se toman para prevenirlo y el sol son su familia.

Esto lo escribí pensando en la muerte de la abuela de mi mejor amigo.

Espero que hayan entendido.