Escucha mi silencio

Capitulo 9

Mi mamá me regala una sonrisa amplia y yo corro hacia ella con los brazos en alto, lista para que me levante en brazos y me gire por los cielos como tanto me gusta. Su risa melifluo y sus ojos destellando orgullo son lo que veo cuando sus brazos me separaron del abrazo.

 

— La más talentosa y bonita de todas. — Aclara con la voz suave, sin importarle que todas las otras niñas le hayan oído. — Y más importante aún, la de sonrisa más grande.

 

Me deja en el el piso y se agacha a mi altura, sus manos recorren mis mejillas con cariño, llevándose por delante una buena cantidad de purpurina y maquillaje.

 

— Ya eres toda una mujercita. — Dice, casi como si estuviera sorprendida de sus propias palabras. — Tu cumpleaños va a ser de bailarinas otra vez ¿Verdad?

 

— ¡Si! — Exclamo con emoción, mi voz aguda mientras lucho por deshacerme del rodete que aprisiona mis cabellos. — ¿Puedo usar un vestido negro?

 

Su ceño se frunce en confusión, probablemente por que el negro no es un color que normalmente elija.

 

— ¿En tu cumpleaños? Es una fiesta no un funeral. — Ríe por lo bajo, volviendo a enderezarse y toma mi mano. — Siempre eliges amarillo ¿Por que negro?

— A mami le gustan muchos los vestidos negros, yo quiero ser tan bonita como mami para casarme con un chico guapo como era papá de joven. — Digo con obviedad mientras salimos del teatro entre el tumulto de gente.

 

Ahora apenas logro ver su rostro, es demasiado alta para mi corta estatura, apenas y le llego a la cintura.

 

—  A tu papá no le gusta el negro, le gusto yo. — Aclara cuando hacemos nuestro camino al auto. — No es importante lo que uses ni como te veas hija, siempre debes recordar eso.

 

— Pero Cindy es fea y no tiene novio.

 

Ella pega una fuerte carcajada mientras me ajusta el cinturón de seguridad, sale de los asientos de atrás y va al del conductor.

 

— ¿Que hay de la tía Larissa? ¿No es acaso ella linda y no tiene novio?

 

La pregunta me deja pensando, tía Larissa es realmente linda ¿Por que no tiene novio? Mamá dice que soy la más linda, entonces ¿Si soy muy linda me voy a quedar sola?

 

— Pero tía Larissa tiene mucho perritos. Un chico de mi clase es alérgico a los perritos.

 

— No depende en como te veas si la gente te quiere, Alex. — Para en un semáforo en rojo y me mira fijamente con los labios curvados hacia arriba. — Para que alguien te quiera primero debes de quererte a ti misma. Quien se quiere a si misma sabe que le conviene y que no. Y las personas que quieren a la tía Larissa no saben quererla como deberían.

 

— No entendí. —  Respondo simple. — La tía esta sola ¿Por que nadie la quiere lo suficiente?

 

— Eres muy joven para esas cosas. — Murmura con paciencia. — Pero que no tenga novio no significa que nadie la quiera, significa que ella sabe que es lo mejor para ella y que, aunque debes de saber que la tía Larissa no esta sola por no tener novio. Una persona esta lista para tener pareja cuando sabe que puede vivir sin ella, pero aún así elige no hacerlo. No es un mandato, es una elección ¿Entiendes eso verdad, cariño?

 

Un suave golpeteo constante en mi hombro me saca de la bruma del sueño en la que me encontraba y me despierto tan exaltada que mi cabeza golpea con algo duro, trayendome de nuevo a la realidad.

 

Era mi madre, aún recuerdo su voz.

 

Me siento completamente aturdida y aletargada. Mis ojos tardan un poco en acostumbrarse a la luz, pero cuando lo hacen puedo darme cuenta de que estoy sentada en el suelo. Miro hacia los lados un poco confundida de por que me encuentro durmiendo en el piso, entonces miro arriba.

 

Adam me mira  fijamente, puedo ver la culpa en sus ojos. Entonces recuerdo que estaba esperando a por el, me habré quedado dormida en algún momento.

 

¿Que hora es?

 

Me levanto del piso, desperesandome y sobando con una mano el lugar donde me di en la cabeza al despertar. Al haber estado sentada contra la puerta, fue la misma la que le dio la bienvenida a mi nuca al despertar.

 

¨¿Donde estabas?¨ Pronuncio con mis manos, pero es hasta entonces que veo su rostro.

 

La preocupación comienza a calar en la boca de mi estómago y una ansiedad inmensa me provoca un escalofrío que recorre todo mi cuerpo.

 

Tiene el pómulo izquierdo hinchado y enrojecido, su cabello revuelto escandalosamente y su labio inferior esta totalmente partido. Conociendo de sobra esa clase de heridas mis ojos van directo a sus manos y, como pensaba, tiene los nudillos casi en carne viva.

 

Estuvo en una pelea.

 

Se ve extremadamente doloroso, pero el ni siquiera hace una mueca cuando tomó entre mis manos las suyas con preocupación. Las examino con delicadeza de no tocar nada y me sorprende notar que no retira las manos como suele hacer la gente que oculta algo.



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En el texto hay: depresion, romance, drama

Editado: 19.02.2019

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