Escuchando a tu corazón

Capítulo 5

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Observo el departamento con detenimiento.

Creo que todo está listo.

El día de ayer, recibí una llamada de Rick en la que lo encontré desanimado. A pesar de no querer admitir lo que le ocurría, pude ingeniármelas para convencerlo de que me dijera lo que le sucedía.

Parece que Rick ha estado bajo mucho estrés y presión últimamente.

Incluso Skylar notó su desgana, porque media hora después de la llamada de Rick, ella llamó diciendo que estaba exasperada de su actitud irritante y que ya no lo soportaba más.

Tengo que decir que me sorprendió, ya que son primos muy cercanos y solo los he visto pelear muy fuerte una vez.

Sí, esa vez.

Mi mente viaja en el tiempo en que vivía en Londres y Skylar me había dado un puñetazo en la cara.

Recuerdo lo enojado que estaba Rick.

Suspiro tomando las llaves del auto y salgo del departamento.

Sé que aunque Skylar es un poco ajena a los sentimientos de Rick, ya que según su prima es demasiado frío con las mujeres, a excepción de mí y ella, en realidad son señales de que no se siente bien, y creo saber porqué.

Yo también me sentí perdida una vez, como en aquel entonces.

Cuando salgo a la acera, observo el auto café oscuro aparcado frente al edificio.

Hace unos días que había pensado en alquilar un automóvil con la intención de salir a pasear a algún lugar o al trabajo como mínimo; en caso de emergencia. Pero para ser sincera, con todo el tráfico de Nueva York sería mi última opción.

Sin embargo, cuando reflexioné sobre lo que le sucedía a Rick, decidí que lo mejor sería darle unas vacaciones.

Lo menos que esperaba era que quisiera visitarme, así que tuve que correr a una agencia para alquilar un auto y de esa manera poder al menos recoger a Rick en el aeropuerto.

Recuerdo claramente sus palabras.

―En ese caso, iré a visitarte.

―¡¿Estás loco?! ―le había gritado yo.

No era que no quería que me visitara, pero a penas me estaba dando un descanso con todo lo de la mudanza, y con Rick aquí, las cosas cambiarían drásticamente.

Especialmente porque tengo que trabajar y no tendré tiempo para compartir con él.

―Entonces... ¿No quieres que vaya? ―lo escuché decir con abatimiento, y eso me rompió el corazón, pero de pronto su tono cambió a uno totalmente diferente―. No puedo creer que ya me hayas cambiado. ¿A quién conociste? ―preguntó exaltado e indignado―. No creo que sea tan guapo como yo. ―refunfuñó.

Casi me río porque de verdad pensé que mis palabras lo habían lastimado.

Pensé ‹‹Es Rick, después de todo››, pero él tenía un corazón muy cálido, y sabía que aunque bromeaba, mis palabras sí podrían causarle daño aunque él no me lo dijera.

―No he conocido a nadie ―dije para tranquilizarlo―. Y sabes que eres irreemplazable, idiota.

Escuché su risa ronca del otro lado de la línea.

―Entonces, volviendo al tema de mis vacaciones. Trataré de tomar el vuelo de las doce mañana.

―Espera, ¿tan pronto?

―Estoy empezando a creer que de verdad no me quieres allí, Melody.

Casi podía imaginarme a Rick arqueando una ceja.

―No es eso, lo sabes.

―Ajá. Bueno, colgaré. Te veo mañana. Adiós. ―dijo apresuradamente.

―¡Rick, espera...!

Ya había colgado cuando le iba a preguntar cuántos días se quedaría.

Él es tan impredecible que da terror.

Camino hasta el auto, que desde luego, no es el último modelo, ni tampoco es moderno. De hecho, es el único que había disponible en la agencia.

‹‹Solo espero que no se vaya a descomponer cuando me dirija hacia el aeropuerto››, pienso mientras incerto la llave para abrir la puerta, pero debo hacer un esfuerzo de más porque se queda trabada.

Una vez dentro, conduzco con precaución por las calles de la gran manzana.

Me toma al menos un par de horas llegar al aeropuerto debido al tráfico, y sin duda, los mensajes que han llegado como spam no pasan desapercibidos.

Rick me va a degollar.

Aparco el auto en donde encuentro espacio, ya que todas las cuadras cercanas están ocupadas, incluso el aeropuerto se ha quedado sin capacidad de estacionamiento.

Cuando bajo del automóvil, observo que está aparcado en raya amarilla, no obstante, no le tomo importancia ya que solo iré a buscar a Rick y regresaré rápidamente.

Corro hacia la salida para recibir a Rick, sin embargo, antes de llegar miro a lo lejos un tipo con chaqueta negra, gorra y pantalón del mismo color, y encima lleva gafas oscuras.

Él y su trauma de vestir siempre de negro.

De hecho, cuando lo observo desde este ángulo, sentado sobre su equipaje plateado y cruzado de brazos sobre el pecho, cualquiera pensaría que es un modelo.

Mis amigas cuestionan mi suerte para tener amigos atractivos, cuando yo me cuestiono mi suerte de encontrar pareja.

Para ser honesta, creo que mi suerte está invertida, pero ya no me sorprende.

Hace mucho que me di por vencida con eso de encontrar al chico ideal, o de salir con alguien y mantener una relación estable.

Me quedaré soltera, eso ya es un hecho.

Pero no es algo malo, de hecho, puedo dedicar todo el tiempo que quiera para mí, haciendo las cosas que me gustan, evitando sentimientos confusos y salir a divertirme sin ataduras.

Ser soltera no es tan malo, después de todo, tiene muchas ventajas. Pero eso no quiere decir que de vez en cuando piense que sería lindo compartir mis sentimientos y pensamientos con alguien más.

Es solo que... a veces persiste el pensamiento de que el amor no está destinado para mí.

Siendo sincera, me gustaría que no fuera de esa manera, pero mientras tanto no me preocuparé por la presión social.

Si tiene que pasar, que suceda, y si no, simplemente tengo que aceptar el hecho de que nada cambiará.

Con un largo suspiro me acerco a Rick, quien está distraído mirando los altos edificios, y el cual, no se percata de que algunas aeromozas lo miran mientras van saliendo del aeropuerto.




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