Escuela Abandona

Revelaciones Oscuras

Herley apenas podía respirar en la sofocante oficina. La figura oscura que había surgido de las sombras parecía alimentarse de su miedo. Con un esfuerzo titánico, logró encender su linterna una vez más, y la luz débil parpadeó, revelando el rostro de la entidad: una máscara de pesadilla con ojos vacíos que parecían mirar directamente a su alma.

"¿Qué quieres de mí?" gritó Herley, su voz resonando en la pequeña habitación.

La figura no respondió, pero alzó una mano espectral, señalando el diario que Herley había encontrado en la biblioteca. El periodista comprendió que había algo en ese diario que aún no había descubierto. Con manos temblorosas, lo abrió y pasó las páginas rápidamente, buscando alguna pista.

Finalmente, llegó a una entrada que había pasado por alto antes. El director de la escuela hablaba de un antiguo mapa que mostraba un laberinto subterráneo bajo la escuela, un lugar que había sido utilizado por un culto secreto para realizar sus rituales. Herley sabía que debía encontrar ese mapa si quería desentrañar el misterio y detener a la entidad que acechaba en la escuela.

Con el corazón latiendo con fuerza, salió de la oficina y se dirigió de nuevo a la biblioteca. Cada paso que daba parecía resonar como un tambor en la oscuridad. Al llegar, comenzó a buscar frenéticamente entre los estantes, tirando libros y papeles al suelo. Finalmente, encontró un tubo de cuero antiguo que contenía el mapa.

Lo desenrolló y estudió las líneas y símbolos dibujados con precisión. El laberinto subterráneo era más extenso de lo que había imaginado, con múltiples cámaras y túneles que se extendían bajo toda la escuela. En el centro del laberinto, había una cámara marcada con un símbolo que coincidía con los que había visto en el sótano.

Herley sabía que debía ir allí, pero también sabía que no podía hacerlo solo. Decidió volver al pueblo para encontrar a alguien que pudiera ayudarlo. Sin embargo, al salir de la biblioteca, escuchó un grito desgarrador proveniente del pasillo. Corrió hacia el sonido y encontró a un joven atrapado en una trampa, con las piernas ensangrentadas y una expresión de terror en el rostro.

"¡Ayúdame!" suplicó el joven, sus ojos llenos de lágrimas. "No puedo salir de aquí. Esa cosa me atrapará."

Herley lo ayudó a liberarse y, juntos, salieron de la escuela. El joven, llamado Esteban, era uno de los estudiantes desaparecidos. Había estado atrapado en la escuela durante días, acosado por la entidad que parecía disfrutar del sufrimiento de sus víctimas. Herley le explicó lo que había descubierto y le pidió su ayuda para encontrar la cámara central del laberinto.

De regreso a la escuela, armados con linternas y provisiones, descendieron de nuevo al sótano y comenzaron a seguir el mapa. El ambiente era opresivo, y cada sonido parecía amplificado en la oscuridad. Las paredes de piedra estaban cubiertas de musgo y humedad, y el aire era frío y denso.

A medida que avanzaban, las voces y los susurros se hacían más intensos. Herley sintió que la entidad los observaba, esperando el momento adecuado para atacar. Finalmente, llegaron a una puerta de metal que marcaba la entrada a la cámara central. Al abrirla, una ráfaga de aire frío los golpeó, y las antorchas parpadearon, casi apagándose.

Dentro de la cámara, encontraron un altar rodeado de huesos y objetos rituales. En el centro, había un libro antiguo, encuadernado en piel humana. Herley lo tomó con cuidado y comenzó a leer las páginas amarillentas. El libro contenía los detalles de los rituales oscuros que habían sido realizados en la escuela y la historia de la entidad que había sido invocada.

"Debemos detener esto," dijo Esteban, su voz temblando. "Debemos destruir el libro y el altar antes de que sea demasiado tarde."

Pero antes de que pudieran hacer algo, la figura encapuchada apareció de nuevo, esta vez rodeada de sombras que se movían con vida propia. "No pueden detenerme," murmuró con una voz que resonó en sus mentes. "El sacrificio debe continuar."

El capítulo termina con Herley y Esteban enfrentándose a la entidad en la cámara central del laberinto. ¿Podrán detener el ritual oscuro y liberar a las almas atrapadas? ¿O se convertirán en las siguientes víctimas de la maldición de la escuela?




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