La Última Confrontación

El cántico resonaba en las catacumbas mientras Herley y Esteban recitaban el ritual con fervor. La luz del amuleto brillaba intensamente, formando una barrera protectora contra la entidad. Sin embargo, el poder de la entidad parecía haber aumentado, y las sombras se retorcían furiosamente, tratando de romper la barrera.

"¡Debemos mantenernos firmes!" gritó Herley, su voz temblando por el esfuerzo. "No podemos dejar que la entidad gane."

Esteban asintió, su rostro reflejando la misma determinación. "Estamos cerca, lo siento."

De repente, la entidad lanzó un grito ensordecedor y comenzó a tomar una forma más definida. Un rostro grotesco emergió de las sombras, y sus ojos ardían con un odio indescriptible. "No pueden detenerme," rugió. "Soy eterno, y mi venganza no tiene fin."

Herley y Esteban continuaron recitando el cántico, a pesar del miedo que sentían. La entidad arremetió contra la barrera de luz, pero el amuleto resistió. A medida que el ritual avanzaba, la caverna comenzó a temblar, y una grieta se abrió en el suelo, revelando un abismo sin fondo.

De repente, una figura emergió del abismo, una figura que Herley reconoció de inmediato: su hermano menor, el periodista desaparecido. "Hermano," susurró, su voz llena de dolor. "¿Qué estás haciendo aquí?"

"¡No te dejes engañar!" gritó el chamán desde el otro lado de la caverna. "La entidad está utilizando la imagen de tu hermano para manipularte."

Herley sintió que su corazón se rompía al ver a su hermano. Sabía que el chamán tenía razón, pero la visión era demasiado real. "Debo liberarte," murmuró, acercándose a la figura.

"¡No, Herley!" gritó Esteban, tratando de detenerlo. "Es una trampa."

En el último momento, Herley se detuvo y miró a su hermano a los ojos. "No eres real," dijo con firmeza. "Mi verdadero hermano ha sido liberado. No permitiré que juegues con mi mente."

La figura de su hermano se desvaneció, y la entidad lanzó un grito de furia. "Malditos sean," rugió. "No pueden escapar de mi ira."

La grieta en el suelo comenzó a expandirse, y Herley y Esteban sintieron que el suelo se desmoronaba bajo sus pies. "¡Debemos terminar el ritual ahora!" gritó Herley, su voz desesperada.

Con un último esfuerzo, recitaron las palabras finales del cántico. La luz del amuleto se intensificó, llenando la caverna con un brillo cegador. La entidad lanzó un grito desgarrador y se disolvió en la luz, desapareciendo en el abismo.

El silencio que siguió fue ensordecedor. Herley y Esteban se quedaron de pie, respirando con dificultad, mientras la caverna se estabilizaba. El chamán apareció una vez más, su figura translúcida irradiando gratitud. "Han liberado al pueblo y a las almas atrapadas," dijo con una sonrisa. "La entidad ha sido derrotada."

Herley sintió una mezcla de alivio y tristeza. "¿Y mi hermano?" preguntó, su voz temblando.

"Su alma ha sido liberada," respondió el chamán. "Puedes encontrar paz sabiendo que ha sido redimido."

Con lágrimas en los ojos, Herley agradeció al chamán y se volvió hacia Esteban. "Lo logramos," dijo, sonriendo a través de las lágrimas.

El capítulo termina con Herley y Esteban saliendo de las catacumbas, conscientes de que habían enfrentado y derrotado un mal antiguo. Sin embargo, también sabían que el mundo estaba lleno de misterios y peligros, y que su viaje apenas comenzaba. ¿Qué nuevos desafíos les esperaban?