Escuela Abandona

La Sombra De La Verdad

Herley y Esteban, agotados pero decididos, regresaron a Kennedy sabiendo que su batalla contra la entidad había llegado a su fin. Sin embargo, a medida que caminaban por las calles del pueblo, una sensación de inquietud comenzó a asentarse en sus corazones. Las desapariciones habían cesado, pero había una tensión palpable en el aire, como si algo aún no estuviera resuelto.

Al llegar a la plaza del pueblo, fueron recibidos por los habitantes con miradas de gratitud y alivio. Sin embargo, una figura se destacó entre la multitud: un hombre de mediana edad con una expresión enigmática. Herley lo reconoció de inmediato. Era el hijo del antiguo director de la Escuela San Ángel, Julian.

"Has hecho un gran servicio a este pueblo," dijo Julian, su voz cargada de una extraña mezcla de admiración y recelo. "Pero hay algo que aún no has descubierto."

Herley frunció el ceño, intrigado. "¿De qué hablas?"

Julian dio un paso adelante y entregó a Herley un sobre sellado. "Este sobre contiene la verdad sobre la maldición. Lo encontré en los archivos de mi padre poco antes de su muerte. Pensé que lo había destruido, pero me di cuenta de que debía mantenerlo por si alguien valiente como tú aparecía."

Herley abrió el sobre con manos temblorosas y leyó la carta en su interior. El director había descubierto que la entidad no era una fuerza externa, sino una manifestación del miedo colectivo del pueblo. Había sido creada y alimentada por los secretos y el sufrimiento de los habitantes a lo largo de los años.

"Cada vez que alguien enfrentaba su miedo más profundo y lo suprimía, la entidad se hacía más fuerte," leyó Herley en voz alta. "La única manera de destruirla definitivamente es enfrentar y revelar todos los secretos del pueblo."

Los habitantes comenzaron a murmurar, inquietos. "No podemos hacer eso," dijo una mujer mayor. "Nuestros secretos son demasiado dolorosos."

Herley levantó la vista de la carta, su determinación renovada. "Debemos hacerlo. Es la única manera de liberar a Kennedy de esta maldición para siempre."

Uno por uno, los habitantes comenzaron a compartir sus secretos más oscuros. El aire se llenó de confesiones y llantos, pero a medida que cada persona revelaba su verdad, una luz suave comenzó a emanar del centro de la plaza.

De repente, la figura espectral del chamán apareció una vez más, observando con una expresión de satisfacción. "Han hecho bien," dijo. "La verdad es la única arma que puede derrotar a la oscuridad."

Mientras las confesiones continuaban, Herley sintió una presencia familiar a su lado. Su hermano menor, el periodista desaparecido, apareció una vez más, esta vez con una sonrisa tranquila. "Estoy orgulloso de ti, hermano," dijo. "Has liberado a este pueblo y a nuestras almas."

Herley sintió lágrimas de alivio y felicidad correr por su rostro. "Lo hice por ti," murmuró.

Finalmente, cuando el último habitante reveló su secreto, la luz en el centro de la plaza se intensificó y envolvió a todos los presentes. La entidad lanzó un último grito de agonía antes de desaparecer en un destello de luz pura.

El silencio que siguió fue ensordecedor, pero esta vez, era un silencio de paz y liberación. Herley y Esteban se abrazaron, sabiendo que habían logrado lo imposible. Habían enfrentado sus miedos más profundos y habían liberado a Kennedy de su maldición.

El capítulo termina con el pueblo de Kennedy renaciendo de las sombras del pasado, sus habitantes unidos por la verdad y la esperanza. Herley y Esteban, conscientes de que su viaje estaba lejos de terminar, se preparan para enfrentar nuevos desafíos y misterios en su camino. ¿Qué aventuras les esperan en el futuro?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.