Escuela de Villanos: Los inicios

Prólogo: un poco de historia

Desde el inicio de los tiempos, los villanos solo se han concentrado en la dominación mundial. Hace muchos años, unieron sus fuerzas para la creación de un Imperio de Villanos. Eran prácticamente invencibles y tomaban cualquier ciudad o país que estuviera a su alcance.

Aunque, lamentablemente, el imperio villano creció tanto que fue casi imposible, para el emperador, controlar tanto dominio. Comenzaron las dificultades: guerras civiles, rebeliones, etc.

Pero hubo una gran revolución que cambió el curso de la historia para siempre. Los ciudadanos villanos ya no querían responder a un emperador. No les parecía justo que una sola persona tuviera poder sobre todos ellos. Además, al actual gobernante, parecía importarle muy poco la calidad de vida de sus súbditos y solo se concentraba en seguir anexando territorios a su dominio.

Muchos próceres villanos participaron en esta sangrienta revolución. Bald es uno de los más conocidos, un hijo prohibido entre dos de los clanes más poderosos del Imperio, pero esa es ya otra historia.

Bald tenía poderes de fuego y de hielo, una combinación muy inusual. Y junto a sus compañeros revolucionarios lograron cambiar el destino de los ciudadanos villanos.

Tras asesinar al malvado emperador, disolvieron el imperio y crearon una república. Una república democrática en la que los ciudadanos podrían votar a sus representantes del gobierno.

Decidieron que el gobierno no estaría jamás en poder de una única persona, y crearon así, el Concejo de Villanos. La premisa principal era que cualquier ciudadano podría ser elegido para participar en el Concejo por unos años y luego volvería a haber elecciones para renovar el personal. Se trataba de diez ciudadanos villanos, representantes de diferentes sectores de la Nación, que tomarían las decisiones más importantes.

Fue un hecho que debido a la revolución, la Nación Villana ya no contara con tanto territorio como lo había hecho anteriormente, cuando era un imperio. Pero esto ayudó a que fuera más sencillo encontrar la estabilidad.

Aunque al pasar las generaciones, el Concejo de Villanos no tardó en proponer continuar con la conquista de otros países para anexar a sus territorios. Contaban con un poderoso ejército con grandes poderes, y esos recursos debían ser aprovechados.

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Nota

Ahora, creo que es importante aclarar algunos puntos con respecto a esta novela:

La historia cambia según los puntos de vista de quien la cuente, no hay una única forma de conocer la verdad. Los villanos jamás pensarían que ellos son los malos.

Como toda buena nación, aquí, en la Nación Villana, su propósito es crecer y hacer crecer a los suyos para poder luchar contra los enemigos.

(En el caso de los villanos, todo el resto del mundo son sus enemigos, no tienen aliados.)

Lo que los ha llevado a ser una gran Nación con un dominio gigante de territorio ha sido el trabajo en equipo entre los suyos. De modo que sí, son villanos, pero eso no quita que desconozcan los beneficios de combinar poderes y tácticas con sus compañeros y de la ayuda mutua.

Una de las primeras decisiones de Bald como concejal fue crear una escuela para niños y jóvenes villanos. Él pensaba que la educación era primordial para ayudar a su país a crecer.

Esta es la historia de algunos de los alumnos de esa escuela. Aún no lo saben, pero el contexto histórico de su país los condiciona, así como también al resto de personajes no-villanos que aparecerán a lo largo de la saga.

Ahora sí, sin nada más que agregar, ¡que disfuten la lectura!




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