¡¡Ring!! Sonaba el timbre de inicio de clases en el colegio villano de Bald. Era una escuela para villanos creada por el mismísimo Bald, un prócer mundialmente conocido por sus hazañas, con poderes de fuego y hielo.
Aunque Bald ya había muerto hacía tiempo, se lo recordaba con mucho respeto y cariño. Nunca faltaban monumentos, desfiles o actos nacionales en su honor. El Colegio Villano de Bald, por ejemplo, estaba lleno de cuadros de su creador.
Es que este colegio era uno de los mejores y más prestigiosos del territorio. Se especializaba en mejorar los poderes individuales de los jóvenes y formarlos en educación nacional para que el día de mañana pudieran defender a su patria dando lo mejor de sí mismos.
Justo ahora estaba por comenzar el primer día de clases del año. Todos los chicos, de todos los cursos, se reunieron en el salón principal. El director quería hablarles.
—Feliz comienzo de clases, chicos — les dijo. Se oyeron algunos murmullos de insatisfacción, insultos, bromas, etc.— Bueno, veo que no están tan felices después de todo. — comentó, sin perder la sonrisa —Pero miren el lado positivo, ¡se reúnen con sus amigos!
—Eso lo tenemos en el verano también— se escuchó la voz de Rain.
Rain, que tenía rostro de niño travieso y el pelo de un azul eléctrico, era hijo de dos de los villanos más importantes de ese lugar, y por eso era privilegiado en la escuela, aunque él la odiaba.
Rain, había heredado la reputación y la fama de sus padres, además de sus poderes. Su padre tenía poderes eléctricos y su madre podía producir y controlar el agua. El chico podía controlar ambos elementos, aunque no podía producirlos. Físicamente era alto y algo musculoso, por lo que la mayoría de las chicas estaban locas por él.
—Parece que no tenemos muchas ganas de empezar. ¿Eh, Rain?— lo inquirió el director.
—La escuela apesta—contestó él. Los demás chicos comenzaron a apoyarlo.
—Mmm...— meditó el director— empezamos con el pie izquierdo— y entre él y unos asistentes calmaron a los chicos.
—Tengo una noticia que darles— comenzó a hablar nuevamente en cuanto hubo silencio— este año, se realizarán ejercicios para ganar unas becas organizadas por el Concejo de Villanos, con las cuales podrán ir a entrenar y a trabajar junto con los mejores villanos del país, y aprenderán todo sobre ellos.
Se escucharon aclamaciones, ¡todos querían esas becas!
—Es obvio que yo ganaré una— le comentaba Flux a su amiga Katy, señalándose con el dedo índice.
—Sí, cómo no— le contestó ella sarcástica- como la vez que dijiste que le ganarías a Rain en las carreras del verano, perdiste como los mejores- varios rieron y a Flux se le escapó una llamita de las manos. Siempre que se enojaba le salía fuego, no es que él quisiera hacerlo, era involuntario, aun no podía controlarse.
Katy se rió poniendo sus verdes ojos en blanco, no pensaba que su compañero pudiera llegar muy lejos con tan poco control sobre sus poderes.
Ella se creía secretamente una de los mejores, estaba bastante segura de que, al contrario de Flux, ella sí podría ganar una de esas becas. Katy tenía el pelo negro largo y muy lacio y unos ojos verdes brillantes con pupilas felinas en forma de líneas verticales. Ella tenía la habilidad de transformación parcial felina, sacaba garras afiladas y dientes a la hora de atacar. Además de otras habilidades como ver en la oscuridad, sus oídos que lo oían casi todo y su agilidad.
—Para eso— continuó el director— les haremos algunas pruebas eliminatorias de las cuales sólo aprobarán cinco de ustedes, que serán los elegidos para trabajar junto con los mejores.
Y así, los chicos, partieron a sus aulas.
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