Al día siguiente, en el comedor, Tad y Flux conversaban sobre lo ocurrido la noche anterior:
—¡Amigo, eres lo máximo! ¿Viste cómo incendiaste a esos chicos anoche? ¡No se lo esperaban!— exclamaba Tad orgulloso mientras llevaban sus bandejas con comida hacia una mesa.
—Ni yo me lo creí— le contestó su amigo— Creo que fue suerte.
—Vaya suerte, ¡me encanta! ¡En la tercera prueba vamos a arrasar con todo!
—Y al final no me morí en una hora, como dijo esa voz— Tad rió.
—Ahora que puedo pensar con claridad, estoy casi seguro de que fue una broma, ya encontraremos al culpable.
Y en eso estaban cuando en su mesa se sentaron Katy, Stacey, Wany y Laly.
—¿Podemos sentarnos con ustedes?— les preguntaron.
—¡Claro!— les respondió Tad.
—¿Es cierto lo que dicen?— preguntó Wany de pronto, mirando a Flux— ¿Que Flux defendió a Frost con grandes llamaradas de fuego?
—¡Sí!— les contestó Tad— ¡Y no saben cómo! ¡Esos chicos quedaron asustadísimos!
—Veníamos a felicitarte, Flux— le sonrió con amabilidad Stacey.
—Yo venía a agradecerte por salvar a Frost— le dijo fríamente Katy, pero le sonrió.
—Eres genial— agregó Wany, aunque no muy animada— Me alegra que hayas logrado que te saliera el fuego.
—Y Twister es un estúpido— opinó Laly con expresión convencida y negando con la cabeza.
Mientras, Kiara, la chica que controla los cristales, se encontraba almorzando en otra mesa junto con sus amigos: Mara, la sirena, Praid, el chico venenoso, Speedy, el chico con súper velocidad y Jenny, una chica rubia peinada con dos colitas que tenía la habilidad de la duplicación, podía duplicarse cuantas veces quisiera, y crear un ejército de Jennys, con absoluto control sobre cada una de sus copias, pero mientras más Jennys creaba, menos control tenía sobre cada una.
—¿Quién ese es chico, Kiara?— le preguntó Jenny señalando hacia la doble mesa— Vi que te saludó en la entrada.
—¿Quién? ¿Flux?— preguntó ella.
—¡Sí! ¡Ese!— le contestó Jenny.
—Lo conocí limpiando el comedor el otro día.
—¿¡Lo conoces!?— preguntó de pronto asombrado y enojado Praid.
—Sí— contestó Kiara.
—¡Casi morimos incinerados por su culpa anoche!
—¿En serio?— preguntó sorprendida y orgullosa Kiara— ¿Logró que le saliera el fuego?
—¡Ja—ja!— contestó molesto Praid— Vaya que lo logró. Es un maldito, pudo habernos matado.
—¿Qué te pasa, niño?— le preguntó Jenny— No molestes al futuro novio de Kiara— bromeó.
—¡Ey! ¡No es mi novio!— contestó Kiara.
—Todavía— agregó Jenny. Kiara rió.
—¿En serio?— preguntó Praid con indignación— ¿Les interesa ese sujeto?
—¿Estás ciego o qué?— lo golpeó Jenny— Hay que admitir que Flux tiene lo suyo, sobre todo teniendo en cuenta lo de anoche... ¿Y su amigo el fantasmita está disponible? Es lindo.
—No sé— se rió Kiara— habría que preguntar.
—¡Ellos arruinaron nuestro golpe anoche! ¡Y pudimos haber muerto!— exclamó Praid, cada vez más indignado.
—Lo sé— sonrió Jenny— qué sexy.
***
Esa misma tarde, el director llamó a los 50 chicos ganadores de la 2ª prueba al salón principal.
—¡Qué emoción!— le dijo Kiara a Flux, que se había sentado a su lado en las sillas del salón principal— ¡Va a empezar la 3ª prueba!
—¿De qué se tratará?— se preguntó en voz alta Tad, que estaba del otro lado de Flux.
—Espero que no sea en equipo— murmuró Flux.
—¿Por qué no?— le preguntó Kiara.
—Porque no quiero que me toque ser equipo otra vez con Katy.
—¿Y esa quién es?— quiso saber Kiara.
—Es su ex.— interrumpió Tad.
—Ah— contestó Kiara— ¿Y vos, Tad, tenés novia?— agregó, como al pasar, aprovechando la intromisión de Tad.
—Emm— dudó él y miró de reojo a Stacey que estaba sentada junto a Katy, Wany y Laly unos bancos más adelante— no— respondió finalmente.
—Muy bien chicos— comenzó al fin el director— Ustedes son los 50 ganadores que pasan a la 3ª prueba.
—Ptss, Flux— añadió Tad por lo bajo a su amigo— ¿Quién es ella?
—Una amiga, se llama Kiara, la conocí limpiando el comedor, también estaba castigada.— Tad lo miró con picardía, pero Flux negó con la cabeza y puso los ojos en blanco.