Ese mismo día, después de almorzar, todas las parejas se juntaron para entrenar. El director los llamaría al día siguiente para empezar con los combates.
Rain y Lavanda se dirigían al bosque para entrenar, iban charlando y riendo de cualquier otra cosa, Rain no quería pensar en lo que ella le había confesado allá en la tercera prueba. Le parecía muy linda, le gustaba su cabello rubio, sus mechas lilas y sobre todo su sonrisa. ¿Por qué justo cuando por fin le gustaba alguien tenía que ser una seyren? A Rain le pareció verla sonrojarse y temió haber sido muy obvio con lo que pensaba de ella, de modo que aparentó normalidad.
—Bueno— dijo entonces, interrumpiendo la charla que estaban teniendo sobre música— Es hora de hablar de las pruebas para las becas, de los combates específicamente, creo que no me has dicho tus poderes.
—Oh no, no te lo he dicho, es casi un secreto, muy pocos lo saben, pero bueno, supongo que como mi compañero deberías saberlo... – Lavanda le sonrió y levantó su hombro, con coquetería – Por cierto, quería decir que me caes muy bien Rain, no eres como los otros chicos, qué bueno que nos tocara juntos.
—¿Ah sí?— Se sonrió Rain— Bueno, me alegro también, pero ¿vas a decirme tus poderes?
—De acuerdo, pero es un secreto, ¿sí? No se lo digas a nadie, ¿puedo confiar en ti?
—Sabes que sí, soy hombre de palabra— respondió solemnemente Rain colocándose la mano derecha en el costado izquierdo del pecho. — "Este secreto no puede ser peor que el que ya sé de ella" – pensó Rain. Lavanda volvió a reír.
—Ok, mi poder es que puedo leer las mentes.
—¡¿Qué?!— Se sorprendió Rain— ¿O sea que has estado leyendo mi mente todo este tiempo?
—Bueno— Se encogió de hombros ella, divertida— Solo algunas cosas...
—¡Qué tramposa!
—Sí, y por eso me agradas, no eres como los otros chicos de esta escuela, todos quieren el poder y la gloria y las becas a toda costa, pero tú no, piensas diferente, eso me agrada.
—¿En serio? Bueno, a mí me agrada tener a alguien que me entienda con eso.— Le sonrió Rain— Yo no quiero ni necesito esas estúpidas becas, mi padre no puede entender eso.
—Oh claro, tu famoso padre Volto, seguro él más que nadie quiere que las ganes.
—Estás en lo correcto— bufó Rain.
—Pero, para tu desgracia, yo sí quiero las becas y vamos a ganar esta prueba.— le dijo ella encogiéndose de hombros.
—Descuida, pequeña espía, vamos a intentar que ganes para que puedas ir a espiar a los villanos de alto rango allá a donde te mandarán.— Lavanda borró su sonrisa.
—Oye, noté algo de agresión en esa oración.— Rain solo se limitó a mirarla— Está bien— suspiró al fin ella— lo entiendo, pero es mi trabajo, no es que lo haya elegido así y lo hago por un bien mayor. Y para que lo sepas, sé que estás conflictuado ahora pero siempre que quieras podemos hablar sobre tu unión a los seyren.— Ya habían llegado al bosque pero Rain se frenó en seco:
—¿Por qué me uniría a ustedes?
—Solo si quieres, claro. Rain, creo que los dos sabemos lo que los villanos le han hecho al mundo, o al menos yo lo sé, no sé qué tanto de esa parte de la historia les enseñan a ustedes. Pero tu nación se ha dedicado única y exclusivamente a anexar territorios a su vasto dominio a través de la guerra y la violencia.
—Los seyrens no se han quedado atrás, sé que hacen este tipo de cosas, misiones espía. A una compañera, Stacey, una familia de seyrens espía le asesinó a los padres, Slade me contó. Juegan sucio.
—Lo siento mucho por Stacey— Se apenó Lavanda— no lo sabía... En general los seyrens no somos partidarios de la violencia, pero hay veces que no queda otra opción. Si te fijas bien, nuestro territorio es extenso pero ninguno de los distritos que hay allí fue obligado a pertenecer a través de la conquista, todos se han unido por propia voluntad, para crear una federación. Por tu forma de ser, creo que esa armonía se acerca más a lo que a ti te gustaría, en vez de a la conquista por la fuerza. – Rain se quedó mirándola, asimilando sus palabras, pero no dijo nada.
—La idea de que yo llegue a los altos mandos de los villanos con estas becas también es esa, no solo espiarlos sino quizá y con suerte poder ir cambiando su manera de hacer política. – Continuó explicándole ella — Me agradas porque tu forma de pensar, tus estructuras mentales, son diferentes. O sea, mira esta escuela, su objetivo es ni más ni menos que seguir perpetuando generaciones de villanos que solo piensen en conquistar y en agrandar su nación lo más posible, pero tú no, a ti no te han convencido con eso. He leído algunos de tus pensamientos y por eso me has generado la confianza suficiente para contarte mi verdad, además— suspiró y lo miró a los ojos— mi tarea es muy solitaria, necesitaba un amigo ¿amigos?— Rain no pudo evitar sonreírle, le parecía muy tierna la forma en la que se lo había preguntado.