Escuela de Villanos: Los inicios

Capítulo 12: Una sombra extraña

Finalmente se hizo la hora y los chicos de la cuarta prueba volvieron a reunirse en las canchas de deportes para continuar con los combates.

—Muy bien chicos, siguiente combate— les dijo el director metiendo una mano en la bolsa con bolitas— ¡Pareja Nº... 3!— Eran Dabeb y Slade.

Dabeb era el compañero que le había tocado en el sorteo a Slade, tenía poderes de oscuridad y no aparecía si había mucha luz, ya que se debilitaba. Slade suspiró, hubiera preferido tener de compañero a Rain, que no tenía problemas con la luz. Buscó a Dabeb con la mirada, pero no estaba, lógico, era una tarde con un sol radiante.

—Contra la pareja Nº... – continuó anunciando el director. Slade aprovechó la distracción y convocó nubes que cubrieron el sol, Dabeb apareció a su lado y levantó su pulgar en señal de aprobación— ¡Nº 6!— Eran Tad y Stacey.

—Genial— le murmuró Slade a su compañero con una sonrisa maliciosa en el rostro— Descarga todo tu poder contra Tad, Dabeb.

—¿Tad? ¿El fantasma?— le preguntó él— ¿No sería mejor empujar a la chica fuera del área y ya?

—¡No! Vamos, va a ser divertido. Torturémoslo un rato.

—Solo hay que ganar— le dijo serio Dabeb— No divertirse torturando compañeros.

Slade puso los ojos en blanco.

—En primer lugar, mientras más despleguemos nuestros poderes, más puntos ganaremos, en segundo lugar Tad me cae profundamente mal, tengo que cobrarme por algo que me hizo, y ahora que hay que luchar contra él y es legal hacerse daño, ¿por qué desperdiciar la oportunidad?

El combate comenzó.

Dabeb se lanzó hacia Tad, lo sujetó con una especie de sogas de oscuridad que manipulaba con sus manos y brazos y lo arrojó fuertemente contra el piso.

—¡Auch!— gritó él, que no había tenido tiempo de reaccionar, Dabeb lo levantó nuevamente, pero esta vez, antes de tocar el suelo Tad se puso en modo invisible e intocable y se libró de Dabeb. En ese momento, el chico de oscuridad guió entonces sus sogas hacia Stacey. Tad debía moverse rápido antes de que la dañara. Velozmente se metió en el cuerpo de Dabeb para manipularlo, se sentía muy extraño. Logró soltar a Stacey e intentó dirigir las sogas de oscuridad hacia Slade, pero el cuerpo no le obedecía fácilmente, esto no era normal, siempre podía manipular a la perfección las acciones del cuerpo que poseía. Pero no tuvo mucho tiempo de pensar en eso, porque muy pronto comenzó a sentir dolor en su pecho, ¿acaso Dabeb se estaba lastimando a sí mismo por dentro? Sea lo que sea a Tad le dolía el doble cuando el cuerpo poseído se lastimaba y se le dificultaba mucho más manipularlo.

No pudo mantenerse dentro de Dabeb mucho tiempo más y tuvo que salir, adolorido y agotado.

—¿No funcionó tu truco barato, Tad?— se buró Slade— No siempre se puede manipular a tu antojo a las personas, deberías aprender eso.— levantó sus manos al cielo y las nubes se comenzaron a volver grises oscuras, quería intentar un tornado.

Stacey le brindó a distancia un poco de energía curativa a Tad y con esas fuerzas pudo volver a meterse en un cuerpo, pero el cuerpo de Slade esta vez, anulando la formación del tornado.

Dabeb miró a Slade.

—No eres Slade— dijo, y agarró a Stacey con sus sogas de oscuridad.

—¡Tad!— gritó ella asustada.

—Creo que está muy oscuro— sonrió Tad, en el cuerpo de Slade. Y rápidamente corrió las nubes que tapaban el sol. Dabeb lo miró asustado, y acto seguido, desapareció.

Tad, entonces, aún dentro de Slade, se acercó al borde del área, salió del cuerpo de su contrincante por su espalda, y lo empujó ligeramente por detrás. Slade, muy confundido, pisó fuera del área y el combate terminó.

—¡Tad! ¿Estás bien?— Corrió a preguntarle Stacey— ¡Lo hiciste genial!

—Lo hicimos— Le sonrió él— sin tu ayuda final no lo habría logrado.— Ella se sonrojó:

—La energía positiva es mi especialidad.— Fueron a sentarse en las gradas para observar el siguiente combate, mientras Stacey curaba a Tad de sus dolores. Slade los miraba de reojo con mala cara y fue a sentarse junto a Rain y Lavanda.

—¡Siguiente combate!— exclamó el director— Pareja Nº 9.— O sea Kiara y Trap.— Ahora sortearé sus oponentes. Kiara y Trap se colocaron en sus lugares mientras esperaban a sus oponentes.

—Atención— le pidió Trap a su compañera, se agachó y tiró de un hilito que estaba bien escondido en el pasto.

—¿Qué es eso?— le preguntó Kiara.

—Activé mis trampas, ¿puedes verlas? Están esparcidas por toda el área, las coloqué después de almorzar, solo tienes que tratar de que las pisen.

—Y sus oponentes serán...— dijo el director, todos estaban nerviosos, cualquiera podía ser— ¡la pareja Nº... 8!— Eran Jenny y Speedy.




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