Laly comenzaba a preocuparse por Zed, hacía un tiempo que se había retirado del comedor sin decir ni una palabra y no lo había vuelto a ver. Lo buscó por casi todos los lugares de la escuela en ruinas, pero no lo encontró.
Luego recordó que cuando Zed se sentía triste, se dirigía a la cuadra con mucho césped, aquella alejada donde solo se encontraba el laboratorio abandonado. Se dirigió inmediatamente hacia allí. Y efectivamente lo encontró en aquel lugar, en un rincón, apoyado contra una de las paredes de afuera del diminuto laboratorio, abrazándose las rodillas con los brazos, sollozando.
Zed levantó la vista y la vio, trató de sonreír, pero no pudo, no era bueno ocultando sus sentimientos. Volvió a bajar la vista. Laly se le acercó despacio y con cuidado se sentó a su lado, ella también lloraba. Zed la abrazó y se quedaron así, sin decir palabra alguna.
***
Dafs, Frost, Katy, Dizum, Wany, Flux y Toxia, en cuanto terminaron de comer se dirigieron a las habitaciones de los chicos. Habían decidido soltar a Smoke en la habitación de Frost.
—¿Por qué en la tuya? —le había preguntado Flux.
—Porque podré congelarlo si intenta cualquier cosa. —Fue la respuesta.
Todos entraron y Frost cerró la puerta tras él, luego procedió a congelar los bordes de la puerta, para que Smoke no escapara transformado en humo.
La habitación de Frost se encontraba en el primer piso, por lo que no había sufrido tantos daños, pero el vidrio de la ventana sí se había roto, de modo que optó por congelar toda la ventana.
Después, entre todos, se dedicaron a buscar pequeños huecos o espacios por donde Smoke podría escaparse transformado en humo, para que Frost los tapara con hielo.
Cuando hubieron terminado esa labor ya estaban listos para soltarlo. Dafs y Katy traían la comida y Toxia tenía preparado su líquido para que lo bebiera. Wany estaba por soltarlo.
—¿Listos? ¿Preparados? ¡Ya! —Y oprimió el botón de liberar.
En cuanto Smoke salió de la aspiradora se convirtió en humano inmediatamente, tenía la ropa desaliñada y la capucha se le había caído, por lo que pudieron verle bien su cara. Tenía el pelo negro medianamente corto, despeinado, que le caía sobre su frente en forma de un flequillo con picos. Sus ojos eran de un gris oscuro muy intenso, y en ese momento expresaban cansancio, su tez era medianamente morena.
Cayó rendido al suelo y le echó una mirada a cada uno de los chicos. Pronto, notaron que en su brazo derecho estaban formándose unas manchitas grises oscuras sin forma que subían desde su mano y estaban llegando a su cuello.
—¿Eh? —dijo mientras los observaba—. ¿Ustedes son mis captores? Solo son niños.
—¿Y? —le preguntó Dafs—. Tú no eres muy grandecito que digamos, no deberías juzgarnos por eso.
—¡Ay, un gatito! —agregó con ternura Smoke al ver a Dizum, pero el minino, desde el hombro de Katy, le rugió.
Flux tomó a Smoke del antebrazo con brusquedad, lo levantó del suelo y lo arrinconó contra la pared, para sorpresa del seyren.
—No intentes nada —lo amenazó—, si te escapas te vamos a capturar de nuevo, además tus amigos están muy lejos ahora, ya te deben haber dado por muerto.
—De acuerdo, de acuerdo —respondió rápido Smoke—, ustedes ganaron, ya entendí. —Flux aflojó un poco su agarre—. Ahora tengo una pregunta muy importante: ¿ya van a alimentarme?
—No suena como que se haya intimidado mucho —le susurró Katy a Frost, que emitió una leve sonrisita burlona hacia Flux.
—En fin, aquí tienes tu comida, Smoke —le dijo Toxia, ofreciéndole las sobras de recién y su líquido.
Smoke comió con ganas, pero en cuanto probó el líquido de Toxia cayó desmayado al instante. Todos miraron a Toxia inmediatamente, las miradas iban desde la sorpresa a la acusación.
—A Twister también le pasó lo mismo —recordó ella, mientras se acercaba a despertarlo—. Y a Bill, cuando la aspiró en los combates. Pero creo que a Smoke le va a caer peor, se lo dimos puro, con Twister solo mezclé un poquito con el contenido de su vaso y aun así resultó y Bill solo aspiró una dosis muy mínima. No se preocupen, solo hay que despertarlo. Siempre se desmayan pero después se despiertan.
—Si no se despierta —le dijo Frost amenazante—, pagarás por eso, Toxia.
—No te preocupes, va a despertarse —le contestó ella nerviosa, mientras lo zamarreaba para que se despertara—. Smoke, Smoke —repetía sin resultados.
***
—Él era mi papá —balbuceó Zed. Laly lo miró comprensiva y apenada.
—Ahora él está en un lugar mejor... —La verdad era que no sabía qué decirle y ni siquiera pensaba que esa frase lo hubiera ayudado. Su mente se encontraba ahora buscando mil maneras de hacerlo sentir mejor pero ninguna le parecía adecuada.