Escuela de Villanos: Los inicios

Capítulo 28: Desapariciones

Cuando Frost despertó, Smoke aun dormía. El chico de hielo salió sigilosamente de su habitación y notó que el asistente ya no estaba en el pasillo. Tragó saliva, lo habían encontrado. Cerró con llave su cuarto y se dirigió a la oficina del director.

—¡Frost! —exclamó este al verlo—. Justo planeaba llamarte después de desayunar. Veo que tienes algo que decirme.

Frost asintió. Luego de pasarse toda la noche pensando soluciones vagas, se decidió por la de contarle sobre Smoke al director. Por cómo había actuado el asistente, seguro había pensado que Smoke era un compañero villano y que Frost lo tenía secuestrado o algo por el estilo. Pero si explicaba que era uno de los enemigos, hasta podrían darle una medalla de honor por atraparlo.

—Tengo a uno de los seyrens capturado en mi habitación —le soltó finalmente, sin darle tiempo al director a prepararse para semejante noticia.

El director enderezó su postura y alzó las cejas, mirándolo sorprendido e incrédulo.

—Así que era por eso —murmuró, después de pensar un rato—. Solo me había enterado que habías congelado a un asistente y pensaba darte un castigo por eso. Pero ya no. Frost, ¿cómo es posible que no me hayas avisado sobre el seyren en tu habitación? Muéstramelo.

Entonces, Frost y el director salieron de la oficina para dirigirse a la habitación. Entraron sigilosamente y sin hacer ruido, y allí estaba Smoke, durmiendo atado al escritorio.

El director le echó una mirada a Frost aún más sorprendido.

—Pero es solo un niño —susurró, con el ceño fruncido—. ¡Puede ser nuestra puerta para encontrar a West! Los padres de este chico seguro están tan preocupados como nosotros.

Frost negó con la cabeza, al momento en el que Smoke comenzó a despertarse. El seyren abrió los ojos de golpe y se sobresaltó al ver al director observándolo, dando un pequeño salto hacia atrás con el cuerpo y abriendo bien grandes los ojos.

—Tranquilo —le susurró el hombre.

—¿Tranquilo? —repitió Smoke, con la respiración agitada—. ¡Casi me desmayo! Imagínate despertar y ver una cara como esa, buena broma Frost. —Rió Smoke.

El director lo observó algo enfadado, y Frost le sonrió apenas, festejando su chiste, aunque cuando el director se dirigió a él, borró inmediatamente su sonrisa.

—En unas horas tendremos que desayunar —le comunicó el director, haciendo ademán de retirarse—. Voy a comunicarle a Volto sobre este chico.

—¡No! —lo detuvo Frost—. Smoke es mío, seguramente Volto va a querer analizarlo e interrogarlo, no creo que logre sacarle buena información, yo tengo todo controlado, déjemelo a mí.

—¿Qué información has obtenido? —le preguntó curioso y admirado el director.

—Pues, ahora sé más sobre los seyrens, se dividen en varios estados. Él pertenece a un estado que se especializa en la guerra. Es un peón.

—Interesante —lo examinó el director—. Está bien, vendré a verlo más tarde, quiero que me detalles tus averiguaciones en un informe —le contestó finalmente, retirándose.

—¿Volto? ¿Quién es? —preguntó Smoke—. ¿Y quién era ese que entró?

—Volto es uno de los mejores villanos, no querrás conocerlo. Y "ese" es el director, tuve que contarle sobre vos, gracias a tu numerito del otro día.

—A este paso toda la escuela va a enterarse, ¡voy a volverme famoso!

Frost se limitó a resoplar y a poner los ojos en blanco. Cuidar de un prisionero era más complicado de lo que había creído.

***

—Katy, se me ocurrió una idea —le comentó Stacey en el baño de las habitaciones de las chicas.

Su amiga estaba cepillándose los dientes mientras Stacey se peinaba.

—¿Qué? —le preguntó Katy sin articular mucho la boca, y el sonido salió algo parecido a un "¿ka?".

—¿Viste las marcas que tiene Smoke? —Katy asintió sin entender.

—Ajá —contestó.

—Le reducen sus poderes, sus jefes se las inyectaron para protegerse de lo que Smoke era capaz.

Katy se enjuagó la boca.

—Y para que no se escapara —agregó—, pero ¿cuál es tu idea?

—Si yo tuviera esas marcas, entonces ya no tendría que preocuparme por mis LIS.

—¿Qué? ¡¿Estás loca?! —se alteró Katy ante tal idea.

—Smoke no parece sufrir tanto, además, así ustedes estarían a salvo de mí —intentó explicarle Stacey.

—Pero con esas marcas no podrías curar, Smoke no puede usar absolutamente nada de sus poderes, me parece una locura Stacey, y de todas formas, ¿cómo vas a colocarte sus marcas?

—Podemos sacarle sangre de ese brazo infectado e inyectármela a mí. Supongo que Toxia sabría cómo hacerlo.




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