Ese Algo

Cap 5.

A media noche cuando la niña - que ahora era joven - creía que ya no sucedería nada se despertó intempestivamente por un ruido en la planta baja de su casa.

Ella se convenció a si mismo que "eso" que había visto en su infancia había desaparecido por completo. Bajo segura de si misma y de su valor añadido.

Se preparo mentalmente, se repito una y otra vez como un "mantra" de que no encontraría nada allí abajo. La madera del suelo donde pisaba crujía de vez en vez haciendo que su corazón comenzara  a palpitar angustiado.

No se permitió flaquear, con la misma valentía bajo cada uno de los escalones que la guiaban a la planta baja. De principio lo que vio fue solo oscuridad espesa y angustiante.

Miro con sus ojos azules abiertos como platos cada rincón de la estancia inferior.

Nada.

La joven se relajo, todo estaba bien. Lo que sea que haya echo ese ruido ya podría irse a  paseo, ella ya no tenia miedo.

En cuanto esos pensamientos afloraron de la mente de la joven, vio un humo gris saliendo de la cocina. Fijo su vista alterada a ese punto.

Pronto ese humo gris se transformo en algo mas espeso, una extraña figura comenzaba a formarse y el corazón se le detuvo.

Un frío helado la rodeo y llevo ambos brazos a su costado intentando inútilmente cubrirse de ese frío repentino. Su garganta seca no emitía sonido alguno, todo a su alrededor estaba congelado y ella tambíen.

La extraña forma dejo ver sus dientes y de estos emanaba una asquerosa sustancia incolora. Se obligo a si misma a retroceder dos pasos quizás tres; para lograr alejarse de esa cosa.

Entonces eso se irguió en sus asquerosas pesuñas traseras, no tenia pelaje, todo liso. Al menos en sus asquerosas patas.

Se acerco a ella dejando ver su asquerosa sonrisa amarillenta y afilada.

La joven llena de terror,  soltó un alarido que fácilmente hubieran podido escuchar los vecinos del siguiente estado, pero a ella no acudió nadie. Todo seguía sumido en el helado congelamiento del tiempo.

Esa cosa llego hasta donde ella estaba, la respiración de la chia era incoherente y agitada, sus pulsaciones sobre humanas.

Su sangre la abandono pues parecía mas blanca como los ojos de esa cosa.

No tenia pupilas pero ella podía sentir como la atravesaba, su cuerpo temblaba sin control al igual que sus lagrimas  llovían.

Esa cosa levanto su brazo y la joven consiguió ver una uñas largas y verdosas, el pelaje de su brazo era marrón y afilado. Sintio como la uña le pasaba el rostro dejando tras de si un poco de sangre.

Cerro los ojos al fin y la criatura desaprecio, pero para aparecer de nuevo detrás de ella y tomarla por la cabeza y alzarla como si de un objeto inanimado se tratase, la giro para que quedara frente a el y abrió su boca.

El pestilente olor estaba mas que presente el el olfato de la joven. Se resistió como pudo dando patadas y golpeando los brazos de su captor, sin embargo no consiguió nada mas allá de que esa cosa apretara su agarre.

Vio su fin dentro de esa nauseabunda boca. Pero justo cuando pensó que caería dentro de ese poso babeante, ese algo la soltó. Y ella cayo con un ruido seco a la fría madera. Ella se permitió acariciar su adolorida garganta.

Y una confusión inmensa la rodeaba. El miedo cundió en ella provocando su consecuente desmayo y perdida de consciencia. Antes de perderse en la brumas logro ver como algo con manos grandes alejaba a esa cosa de ella.

Y era de color blanco y negro.

La chica despertó segundos después un tanto aturdida, cuando puedo aclararla vista para poder fijarse en lo que sucedía delante de sus ojos. Su corazón palpito estrepitosamente.

La imagen delante de ella era mórbida.

Un ser de manos blancas, de cuerpo amorfo, parecido al vapor, se encontraba delante de ella, y delante de este ser se ubicaba aquella cosa que la había estado asediando durante tanto tiempo cuando era una niña.

Ahora que había crecido parecía que se había tenido suficiente y todo había terminado, hasta esa noche.

Ambas criaturas parecían estar en guardia, como si una batalla campal estuviese a punto de dar inicio.

La chica con las pocas fuerzas que le quedaban retrocedió, no quería estar en medio de aquella pelea.

Sintió como un líquido caliente le caía por la frente, por un breve instante pensó que era sangre.

Pero al mirar hacia arriba. Su grito de horror no pudo alcanzar los más altos decibeles.

Aquello chorreaba saliva sin control, y estaba a punto de alcanzarle con sus garras, pero a punto de cerrar los ojos debido al miedo, logro ver como la criatura de manos blancas de un golpe seco aparto a ese algo de ella.

Con un golpe ella fue movida a otro lado de su salón.

Extrañamente en ese momento su casa parecía vacía y mas grande.

No podía explicar lo que sucedía delante de ella.

Sin embargo logro ponerse en pie, para observar la batalla, que si no se equivocaba sucedía por ella.

La chica miro horrorizada como la criatura blanca, sometía a ese algo y aplastaba su cabeza.

De pronto el suelo se abrió bajo los pies de esas dos inmensas criaturas.

Ese algo, logro soltar un grito gutural y profundo. Mientras contra muy a su pesar caía a su mundo.

Las llamas provenientes del suelo, lo consumieron completamente.

La criatura de color blanco, cerró lo que se había abierto.

De pronto la miro fijamente a ella.

La chica entro en pánico, pues pensó que le haría daño, retrocedió mientras este se acercaba lentamente.

Su corazón le latía desbocado, las sienes le palpitaban.

Su sudor frio demostraba lo asustada que estaba.

—Hay que despertar pequeña.

Murmuro la criatura con voz suave y tranquilizadora.

Y en un pestañeo ella se encontraba en su cama. Se levantó alterada.



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En el texto hay: fantasmas, miedo, terror paranormal

Editado: 26.04.2018

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