WENDY
Relacionarme con la gente no se me da para nada bien, bailar siempre fue mi mayor diversión en las fiestas, ¿beber alcohol? Quizás uno o dos tragos, ¿emborracharme? Una sola vez durante una fiesta del instituto. Sara y yo terminamos tiradas sobre el césped de mi casa durmiendo bajo la luz de las estrellas hasta el amanecer. Cuando mis padres nos encontraron allí estábamos una abrazada de la otra, yo estaba con un zapato puesto y el otro estaba casi a cinco o seis metros de mi junto con los dos zapatos de Sara. Los gritos de mi madre despertaron a todo el barrio en cuanto nos vieron allí. Luego de eso recuerdo haber dormido durante horas y haberme levantado con una terrible resaca.
Ese día juré que sería la primera y la última borrachera. Lo he prometido durante años.
Hasta el día de hoy.
No se donde estoy, cuando llegué, con quien llegué, ni cuando terminó la fiesta, creo que a estas alturas tampoco sé cuando comenzó. Siento que mi habitación se mueve y todo lo que hay en ella tiene vida propia, incluso mi cama siento como si estuviese moviéndose también.
16 horas antes
Amber, Liz y Margot, así se llaman estas tres chicas que me han hecho reír desde el momento que Chase se alejó de nosotras. Tienen una relación muy parecida a la que yo tengo con Sara, todas se conocen del instituto al igual que Chase y sus amigos.
Amber es una chica rubia, alta, de ojos verdes que ha llamado la atención de todos los chicos e incluso chicas que caminan a nuestro lado, la han invitado a bailar pero ella se niega, detesta que la gente la considere tan solo una cara bonita por ser rubia, alta y de ojos claros, el típico estereotipo que todos buscan en una chica.
—Llamo la atención de los chicos por cumplir el estereotipo que las personas le inculcan a las mujeres, me gustaría que al menos una persona se acercara a mi para hablar conmigo y conocerme, no solo para saciar su calentura y luego olvidarse que existo.—esas han sido sus palabras, y jamás he estado tan de acuerdo con alguien como ahora lo estoy con ella. Tiene toda la razón del mundo, las personas suelen ver a las mujeres como chicas buenas, delicadas, sofisticadas, que siempre van bien vestidas, peinadas y maquilladas, que la mujer perfecta es aquella que tiene busto y trasero, aquella que tiene un estómago plano y sus piernas son delgadas. Aquellas que no tienen estrías o celulitis. Asocian delgadez con belleza.
En pocas palabras, tienen una imagen muy equivocada de cómo son las mujeres.
Las mujeres, somos más que un cuerpo o una cara bonita.
Hay hombres que se excusan diciendo "yo estaría con una mujer que tiene estrías o celulitis, esas son imperfecciones que no me interesarían en absoluto."
Pero... en primer lugar, ¿por qué consideramos esos rasgos como imperfecciones? Eso es lo que mucha gente no comprende y a decir verdad yo tampoco lo hacía hace un tiempo atrás.
Pero hoy en día, estoy totalmente de acuerdo con Amber
—Nos ven como si fuésemos un objeto, y ¡mierda! Definitivamente no lo somos. Una cosa es hacerme la tonta con los chicos para llamar su atención, y otra muy diferente es serlo.—dijo enojada dando un gran sorbo a su vaso de plástico y depositándolo vacío sobre la barra de tragos para que lo rellenen, el chico que se encuentra del otro lado de la barra nos observa con los ojos bien abiertos percatándose que es la tercera ronda de tragos que pedimos.
Entre tragos y charlas la noche va transcurriendo súper rápido, más de lo que había imaginado, y me percato de ello en cuanto doy un vistazo a mi celular y éste marca las 00:04 am. Debo estirar mi brazo hacia delante, entrecerrar los ojos y enfocarlos como si fuesen una cámara de fotos para poder observar con claridad la brillante pantalla del aparato.
Vista borrosa: primer síntoma de cantidad excesiva de alcohol en sangre.
La música suena a todo volumen a nuestro alrededor, es por ello que debo alzar la voz en cuanto Chase se encamina a nosotras junto a Alex y dos chicos más, Caleb a quien reconozco ya que al parecer es uno de los pretendientes de Liz. Ella aún no quiere nada serio, pero no puedo decir lo mismo de él, ya que lleva invitándola a salir desde el primer día que se conocieron. Es un chico moreno, alto, de ojos verdes y lleva ambos brazos tatuados desde su hombro hasta el comienzo de su muñeca. Mientras que el otro chico a su lado —el cual desconozco su nombre—es todo lo contrario a este, ya que parece mucho menor que todos nosotros, incluso me atrevería a decir que muchísimo más chico pero si fuese menor no podría estar ahora aquí, así que simplemente aparenta poca edad no se si por su baja estatura o por su cara adorable que parece la de un niño.
—Lamento haberte dejado sola—dice Chase casi que gritando—Max pinchó una rueda en el camino y tuvimos que ir a buscarlo—señala al chico pequeño y regordete a su lado.—estuve intentando localizarte pero entre tanta gente me ha sido imposible
—No te preocupes, estuve en buena compañía—observo a Amber, Margot y Liz
—¿Quieres una cerveza?—me pregunta extendiéndome una botella. Debería decir que no, ya que para hacer recién casi cuatro horas de fiesta he bebido demasiado alcohol, pero... es una fiesta, he venido aquí a divertirme es así que ignoro a mi voz interior que dice a gritos que no beba más y acepto la botella.
—Debo admitir que es una gran fiesta—Chase se acerca más a mi y me pide que repita lo que acabo de decir. Rápidamente tomo distancia de él. Odio cuando mi cerebro tiene mas control que mi cuerpo.
—¿Qué has dicho? No te oigo
—Que es una gran fiesta—grito y ambos reímos. Intento caminar hacia un taburete alto que hay a unos pocos centímetros de mi pero en el intento me tambaleo hacia un lado estando a punto de terminar en el suelo
—Te lo he dicho, ninguna fiesta puede superarla
—En realidad se me vienen grandes fiestas conocidas y muy famosas a la cabeza en este momento—río—pero no te discutiré que es una fiesta maravillosa.