Ese beso en Paris

23|| Marcopolo

WENDY

—Damas y caballeros... ¡tenemos un ganador!—grita Dani casi sin voz—Los tigres han ganado el partido, clasifican al torneo intercontinental, alguien por favor que llame a mi madre y le diga que la quiero mucho, creo que está a punto de darme un ataque al corazón de tanta euforia que hay dentro de mi cuerpo.

—Así es, el partido acaba de finalizar  con la victoria de los Tigres por tres goles contra dos, un partido sumamente difícil y agotador.

La tribuna contraria a pesar de la derrota se retira de la playa gritando y cantando, aunque no podría decir lo mismo de sus jugadores y su entrenador, estos no se encuentran de la misma forma, pero aún así aprecian el apoyo de la gente que los vino a ver.

Las gradas comienzan a vaciarse y en ellas quedamos únicamente las chicas y yo en espera de Chase y sus amigos. Al parecer es tradición como en casi todos los equipos hacer una fiesta para festejar el triunfo.

—Mira Margot, allí viene tu chico—Dice Liz

—¿Acaso tu y Max son novios?—pregunto asombrada—¿de que me he perdido?

—Llevan tres años gustando uno del otro—responde Amber

—Y ninguno da el primer paso—completa Liz

Max se acerca hacia nosotras y cuando ve a Margot queda hipnotizado. No habla, no se mueve , creo que tampoco pestañea.

—Hola—dice él finalmente

—Hola— responde Margot

Y una vez mas ambos quedan perplejos el uno frente al otro.

—Creo que los dejaremos solo...—dice Amber tomándome del brazo y obligándome a caminar con ella hacia otro lado. Los ojos de Margot se abren de par en par y estoy segura que por dentro nos debe estar odiando por hacer esto. ¿Pero acaso las amigas no están para eso, para ayudarte a conquistar y que interactúes con el chico que te gusta? Yo solía hacer exactamente lo mismo con Sara en Portland.

A decir verdad dudo que alguno de los dos vaya a intercambiar palabra alguna, pero aún así los dejamos solos.

Chase y el resto de sus desnudos amigos se acercan a nosotras, algunos mas emocionados que otros, puede notarse en sus rostros.

—Bendito sea el cuerpo masculino—dice Liz

—Amén—respondemos Amber y yo riendo.

—¿Quién está listo para una fiestaaaaa?—grita Caleb y puedo notar como Liz rueda sus ojos ante su comentario. Creo que la tensión —para nada sexual en este caso— persiste.

—Si me disculpan, comenzaré la fiesta a partir de este mismo instante—Alex se une a nosotros, abre su mochila y de ella extrae una botella de vidrio

—¿Dime por favor que eso es agua y no vodka?

—¿Por qué festejaría con agua? ¿acaso me consideran tan aburrido?

—¿Has traído alcohol para festejar, sin saber si ganarían o no?—Pregunto

—Hay que estar siempre prevenido—se encoje de hombros—si no ganábamos hubiese ahogado mis penas en vodka, ¿mejor que hacerlo con agua no?—ríe y todos hacemos lo mismo.

—Mi amiga siempre dice "El alcohol no resuelve tus problemas, pero el agua tampoco, así que mándale nomas al vodka"—Puedo decir que Sara siempre ha sido quien intenta llevarme por el mal camino. Ella ha sido quien me dio a probar mi primer trago de alcohol, con ella tuve mi primera borrachera, me llevó a mi primera fiesta y me ha ayudado con los chicos, definitivamente ella es una mala influencia para mi, pero yo en ciertas cosas también lo soy para ella.

—Tu amiga es muy sabia—dice Alex luego de darle un gran sorbo a la botella.

CHASE

No se en que momento ha sucedido, pero la casa de Caleb está hecha un desastre. Hago el intento de abrir los ojos y a mi alrededor hay personas durmiendo en el suelo de la sala, en los sofás y en las escaleras que llevan a los dormitorios.

—¿Pero que mierda...?—digo intentando despegar mi cuerpo del suelo y sosteniendo mi cabeza.

Maldita resaca, por más acostumbrado que uno esté a beber alcohol la resaca siempre estará allí para joderte la vida.

Lo último que recuerdo fue que Alex, Caleb, Max, Tyler, las chicas y yo comenzamos a festejar el triunfo del equipo en la playa con la botella que Alex tenía. Claramente esa pobre botella no duró siquiera cinco minutos, fue por eso que nos dirigimos al super mas cercano y nos abastecimos de unas cuantas mas. Allí es cuando todo se vuelve confuso, no sé luego de cuantas botellas decidimos venir aquí y montar una fiesta. Porque no hay duda alguna que aquí se ha celebrado no solo una fiesta sino una semejante fiesta.

—Oh no otra vez...—oigo que alguien se queja a mis espaldas. Me giro y puedo ver como Wendy intenta levantarse del sofá haciendo el mayor esfuerzo de no despertar a Amber quien está durmiendo encima de ella.—¿Acaso a este pueblo le gusta verme borracha?

—Pensé que ibas a adjudicarme a mi la culpa—digo riendo

—Podría, tu me has invitado y son tus amigos los que planearon la fiesta—acomoda su enredado cabello con ambas manos pero es imposible, este está hecho un desastre.

—Creo que por al menos una vez podrías hacerte cargo de tus decisiones, yo te he invitado, pero has sido tu quien aceptó venir...

—Tranquilooo—dice alargando la letra O—era simplemente un chiste—Acomoda su falda y se dirige hacia el patio esquivando a todos los cuerpos que se encuentran en su camino.

A pesar de tener unos cuantos litros de alcohol en su sistema, su forma de caminar es elegante, sus desnudas y largas piernas se mueven con una destreza que la hacen parecer una modelo en plena pasarela.—¿Te quedarás allí sentado toda la mañana?—pregunta y eso me obliga a dejar de observarla como un idiota. La sigo hasta donde ella se dirige cerrando el gran ventanal a mis espaldas y puedo ver como se quita sus zapatillas y se sienta al borde de la piscina dejando caer sus pies al agua.

—Dime que no soy el único que no recuerda absolutamente nada de lo que sucedió anoche

—No, no eres el único—ríe




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